El gobierno municipal puso en funcionamiento una serie de equipos de radares
con fotomulta mediante los cuales, dentro de aproximadamente un mes, se
comenzarán a aplicar sanciones por infracciones.

Días atrás, el gobierno municipal comunicó la puesta en marcha en Bahía
Blanca de una serie de equipos de radares con fotomulta en diferentes lugares
estratégicos de la ciudad. Se informó que la tarea estuvo a cargo de personal
técnico de la Cámara de Empresas de Control y Administración de Infracciones de
Tránsito de la República Argentina (CECAITRA) que dejó instalados los radares
los cuales quedaron funcionando en un período de calibración de aproximadamente
un mes. Pasado ese tiempo se podrá comenzar con la aplicación de sanciones por
infracciones de tránsito.
Estos son los primeros radares fijos que hay en la ciudad los cuales fueron
ubicados en Don Bosco y Biggio, Paseo Juan Domingo Perón (camino La
Carrindanga), altura del predio club Liniers, Autovía Raúl Alfonsin y Milun y
ex ruta 252 acceso a Espora.
En estos sitios lo que se medirá es la velocidad de los vehículos mientras que
en otros habrá controles respecto a respetar los semáforos. En ese sentido se
designaron lugares como Drago y 1810, Drago y Esmeralda, Láinez y Necochea y 14
de Julio y Pilmaiquén.
Para saber más del tema, EcoDias dialogó con Ramiro Frapiccini, director de
Tránsito y Transporte quien señaló: “Estuvo trabajando personal de CECAITRA, en
las instalaciones que ya están construidas para tal fin para colocar las
cámaras y el equipamiento electrónico para el funcionamiento de los radares de
controles de velocidad y las fotos multas por el paso de semáforo en rojo”.
Frapiccini explicó que en cada lugar se realiza un control automático donde
está ubicada una cámara y a nivel de piso hay instalado un gabinete anti
vandálico “dentro del cual se instala un equipamiento informático que hace todo
el control del aparato del radar. Y es el que automáticamente saca las fotos
cuando se pasa más de la velocidad indicada o cuando se pasa el semáforo en
rojo”.
Como ya se dijo, los radares están en funcionamiento pero en un período de
calibración. Esto quiere decir que están funcionando, que están controlando
pero no se están realizando infracciones. “En este momento si bien ya están
instalados y funcionando no se está infraccionando porque esto requiere un
período de quince, veinte días a modo de prueba para terminar de hacer la
calibración de los equipos y en el caso de las fotos multas para semáforo en
rojo, una vez transcurridos esos quince, veinte días ya comienzan a
infraccionar. En el caso de los controles de velocidad que también sacan una
foto, requieren certificación del INTI. Esta certificación la realiza in situ
el instituto tecnológico industrial argentino y no se puede infraccionar hasta
tanto no venga el INTI. El pedido de certificación ya está hecho, requiere
ahora los plazos de este organismo para que establezcan cuándo tienen agenda
para poder venir a Bahía Blanca a hacer esta certificación. Hasta tanto esto no
se haga, que puede demorar o tal vez un poco más, siguen funcionando a modo de
prueba”.
Frapiccini agregó que cuando se comience con las infracciones, se informará a
la población sobre ello: “Al momento en que se empiece a infraccionar vamos a
hacer un comunicado para que la gente sepa fehacientemente que más allá de que
están colocados, se están empezando a labrar las actas de infracción en esos
lugares”.
EcoDias le preguntó a Frapiccini, qué tipo de información brindan las
fotografías: “La foto llega en un acta de infracción donde se verifica la
patente del auto, se puede verificar el color y que sea el auto que está
declarado bajo ese dominio. Llega el documento de la persona titular de ese
dominio y le llega al domicilio de esa persona y también figura la velocidad,
en el caso de multa por velocidad, e la que el vehículo pasó por ese lugar, la
hora, el lugar exacto donde era, toda la información necesaria para poder hacer
de ese acta de infracción, prácticamente un documento irrefutable. Por eso en
general lo que se logra con este tipo de infracciones es un bajo porcentaje de
apelaciones porque en realidad las apelaciones en este tipo de infracción son
muy difíciles de ganar porque el medio certificado por el INTI para el control
de la velocidad es prácticamente irrefutable”.

Se está aprendiendo
Por otro lado, más allá de estos radares, ya existían en Bahía lo que se
conoce como radares móviles. “Los radares móviles siguen funcionando en la
ciudad, lo bueno es que estando funcionando estos rádares fijos, los rádares
móviles pueden ser reorientados en su trabajo a lugares más céntricos. Uno no
puede poner radares en cada una de las esquinas o en cada una de las calles de
Bahía pero los radares fijos nos permiten hacer operativos rotativos que nos
permitan verificar controles de velocidad en los distintos puntos de la ciudad”.
En cuanto a los lugares mencionados y designados, comentó por qué se eligieron:
“estos lugares en realidad tienen que ver con que son accesos a la ciudad pero
también tienen que ver con que en el plano accidentológico fueron detectados
como los lugares más conflictivos. De hecho cuando nosotros hicimos el
relevamiento e los accidentes que mostraba el plano accidentológico por ejemplo
estaba en construcción o en repavimentación la avenida Juan Manuel de Rosas.
Hoy se detecta ese lugar como un lugar peligroso por lo tanto pedimos agregar
un radar más de control de velocidad en ese lugar. Justamente porque lo que
nosotros observamos es que a pesar de que se demoró un poco la colocación, con
el solo aviso de que en algún momento va a haber un radar en ese lugar, en
estos lugares donde empiezan a funcionar los radares, se bajó la velocidad de
circulación. Por lo tanto nosotros creemos que una buena medida para Juan
Manuel de Rosas que hoy tiene una complicación en términos de seguridad vial,
puede ser la instalación de radares fijos ahí”.
En cuanto a la experiencia que se ha tenido con los radares móviles, informó: “En
términos de cantidad de infracciones, lo que nosotros vemos es que la gente cuando
ve el radar baja notoriamente la velocidad. Y a pesar de que en esos lugares
después no está el radar todo el tiempo, uno observa que en general la gente,
salvo algunos que no cumplen con la norma, ha disminuido la velocidad. Por lo
tanto tienen el efecto que nosotros buscamos que es sobre todo el de mejorar la
seguridad vial en esas arterias”.
Teniendo en cuenta la ahora presencia de radares fijos, también los móviles,
los controles de alcoholemia y demás acciones referentes al tránsito, EcoDias
consultó a Frapiccini, si como comunidad vamos aprendiendo a tomar conciencia:
“Yo creo que de a poco sí, uno nota con el tema de la alcoholemia por ejemplo
que en la entrada de los boliches muchos chicos, obviamente los que manejan los
vehículos han tomado conciencia que no tienen que tomar, cabe aclarar que hay
un hábito muy arraigado en la juventud que es hacer esto de las previas y que
en general llegaban con alto grado de alcoholemia manejando a los boliches. Hoy
eso ha disminuido, se observa en el programa de alcohol cero al ingreso a los
boliches para quienes manejan donde en general casi doscientos chicos por
boliche, por noche, están con cero alcohol y entran gratis a los boliches”.
Concluyó Frapiccini que eso es parte de lo que uno ve que la gente va aprendiendo:
“Por otro lado tenemos, dependiendo del mes, entre un 20 y un 30 por ciento de
disminución de accidentes. Esto tiene que ver con los controles pero también
tiene que ver con que la gente tal vez porque se sienta controlada y no porque
genere una conciencia real, un cambio de mentalidad real pero es parte de las
estrategias que tenemos como gobierno para generar ese cambio e conductas. Uno
ve una baja importante de accidentes porque ha disminuido la velocidad porque
la gente se cuida un poco más en las señales que hay en la calle, trata de
respetar más al peatón. No digo que todo el mundo lo haga pero sí digo que de a
poco vamos aprendiendo o vamos cambiando ciertos hábitos. El tema de aprenderlo
y tomarlo como propio, incorporarlo independientemente de que me controlen o
no, tal vez lleve un poco más de tiempo, tal vez tenga que ver con todo un
programa que estamos haciendo en las escuelas para que desde pequeños, los
chicos lo vayan incorporando como propio. Es un proceso que se va a ver capaz que
de acá a dentro de diez o quince años pero creo que es parte del camino que
estamos tomando”.