Mientras existan armas atómicas en el mundo no se
puede hablar de paz.
Mientras exista un país (poderoso) que se considere con derecho a instalar
bases militares en otros países (dominados), no habrá paz en el mundo.
El rotundo fracaso de las Naciones Unidas es prueba de lo dicho, se debe
destruir el arsenal atómico, y otro organismo internacional debe efectuar su
control.
Se debe establecer científicamente si la energía nuclear (caso Japón) es
efectiva, y si no afecta a la naturaleza y humanidad.
Y a qué otras opciones deberán fijarse el mundo, pues sin energía no se logrará
satisfacer las necesidades venideras.
¿Por qué se perfora en el mar a miles de metros de profundidad para sacar
petróleo y no se estudia cómo utilizar las aguas de los mares y océanos que
cubren los dos tercios del planeta tierra?
Dijo bien el Presidente de China (mes de Julio), a cada acción corresponde una
reacción, convirtámosla en creación.
La verdadera creación es la que propuso el Presidente de China. De nada servirá
este nuevo orden económico mundial si no se acepta el debate y la discusión
sobre los efectos del cambio climático en el mundo, destruir la naturaleza es
matar la vida.
La civilización actual está llamada a desaparecer, ¿Será capaz esta especie
humana de sobreponerse y avanzar hacia una nueva dimensión y formas superiores
de vida?