En
su última sesión, el CSU aprobó otorgar el doctorado honoris causa de la casa
de estudios a Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza
de Mayo. Ocurrió a menos de un mes de otro pronunciamiento del cuerpo, en
sentido contrario: el aval a la reválida de Gloria Girotti, acusada de
participar en graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Unos cuarenta puntos, entre aquellos
que formaban parte del Orden del Día y los que ingresaron para su tratamiento
sobre tablas, conformaban el temario que el Consejo Superior Universitario
(CSU) trató en plenario del miércoles 22 de junio pasado.
El caudal no eximió a la sesión de la polémica. Este 2011 parece ser un año
particularmente convulsionado en el cuerpo, que ya trató la reválida de Gloria
Girotti, comenzó a desandar el camino en torno a la enajenación de patrimonio
universitario y debe aún dar una respuesta acerca de la aceptación o el rechazo
provenientes de las mineras que operan en el norte del país.
Doctora Estela
Casi por unanimidad (sólo se registró una abstención, de una consejera del
claustro estudiantil por Generación UNS), el CSU decidió aprobar el proyecto
emanado de la Comisión de Interpretación y Reglamento del cuerpo que proponía
otorgar el doctorado honoris causa de la casa de estudios a Enriqueta Estela
Barnes de Carlotto, en su carácter de titular de la Asociación de Abuelas de
Plaza de Mayo.
La medida fue impulsada a partir de un pedido de la Juventud Peronista de Bahía
Blanca. El texto que la promovía se basaba en una treintena de considerandos,
entre los cuales se encontraba el “que la recuperación de hijos de argentinas y
argentinos desaparecidos durante la última dictadura, secuestrados siendo niños
o nacidos en cautiverio, es una causa que convoca a la conciencia nacional, a
la reflexión sobre nuestro pasado político y social, a la evaluación sobre la
justicia en la sociedad de nuestros días, y a pensar y proyectar una
convivencia más solidaria, justa, y tolerante, para nuestro futuro como
nación”.
A continuación, el dictamen elevado por la mencionada comisión repasa la
historia de la entidad presidida por Barnes de Carlotto, resaltando que “es una
organización que se ocupa de la defensa y la promoción de los Derechos Humanos,
especialmente del Derecho a la Identidad” y que “es una organización no
gubernamental que tiene como finalidad localizar y restituir a su legítima
familia a todos los niños secuestrados-desaparecidos por la represión política,
creando las condiciones para que nunca más se repita tan terrible violación a
los derechos de los niños, exigiendo juicio y castigo a todos los
responsables”.
Además, consigna que la lucha de las Abuelas fue ejercida “siempre recurriendo
a los medios legales e institucionales, dejando de lado todo método ajeno a
tales caminos, dando un ejemplo muy digno de imitar por toda la sociedad,
ejemplo que esta Universidad quiere y debe destacar”.
En ese sentido, destaca los resultados obtenidos por la entidad luego de tan ardua
lucha, enumerando que “de un total aproximado de 500 niños
secuestrados-desaparecidos inscriptos como hijos de miembros de las fuerzas de
represión o cómplices, Abuelas de Plaza de Mayo ha sido la organización
responsable del encuentro de 104 niños, hoy adultos que recuperaron su
identidad y su verdadera familia”. El proyecto también pone como ejemplo de la
tarea emprendida la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos y la
permanente participación de valiosos profesionales en las búsquedas emprendidas.
Otra decena de considerandos alude a las premiaciones internacionales recibidas
por la Asociación o su titular, así como aquellas para las que estuvo nominada.
En tal sentido, enumera los doctorados honoris causa que Carlotto recibió en
distintas casas de estudio del país y el apoyo que el Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN) brindó a la candidatura de las Abuelas al
Premio Nobel de la Paz 2010.
Y a la hora de aludir a méritos de índole moral por los que otorgar la
distinción, sentencia que “a pesar del terrible dolor que produce el
desconocimiento del destino de un nieto, las Abuelas de Plaza de Mayo han
demostrado que se puede trabajar por la paz y la justicia”.
La polémica detrás
La aprobación del proyecto acerca del doctorado honoris causa a Estela de
Carlotto no estuvo, sin embargo, exenta de polémica.
Los cuestionamientos de la oposición se vinculaban a la consejera que aparece
como autora del mismo, la decana de Matemática Liliana Castro. Tal como informó
EcoDias un mes atrás, la de Castro fue una de las manos que se levantó para
apoyar la reválida de Gloria Girotti al frente de una cátedra en el
departamento de Derecho de la UNS.
Como se recordará, Girotti fue acusada por los fiscales Abel Córdoba y Antonio
Castaño de participar en el engranaje de terror, secuestro, tortura y
desaparición de personas que tuvo lugar en nuestra ciudad bajo la órbita del V
Cuerpo de Ejército y durante la última dictadura cívico militar, cuando la
letrada se desempeñaba a cargo de una de las secretarías del Juzgado Federal 1
entonces a cargo de Guillermo Madueño.
Aunque el juzgado de primera instancia y la Cámara Federal de Apelaciones
rechazaron los argumentos de fiscalía, lo cierto es que el acervo documental y
los testimonios reunidos por Córdoba y Castaño los llevan a concluir en la
responsabilidad de Girotti en hechos que van desde la omisión en el curso
óptimo a denunciar por secuestros, hasta la tramitación meramente formal de
recursos de hábeas corpus que resultaban desestimados. Incluso, los fiscales
consideraron probada su participación en sesiones de interrogatorio bajo
tortura ocurridas en dependencias del propio V Cuerpo.
Por otorgar la reválida docente a Girotti, la UNS se expuso a grandes críticas.
Los cuestionamientos consideraban incoherente tal decisión con el ofrecimiento
del espacio físico universitario para la realización de los Juicios que
comenzaron esta semana. Idéntico fue el caso cuando se supo que Castro
resultaba impulsora del proyecto que pretendía nombrar como doctora honoris causa
a Estela de Carlotto.
Sin embargo, a la hora de votar la distinción a Estela de Carlotto, dieron la
afirmativa incluso quienes habían cuestionado la incoherencia que eso supondría
teniendo en cuenta el antecedente inmediato, al considerar que pese a ello la
referente de Abuelas de Plaza de Mayo conquistó méritos como para acceder a tal
nombramiento. La sola excepción la constituyó la consejera de Generación UNS
por el claustro de alumnos Josefina González Martínez, quien se abstuvo de
emitir voto.
Se suma
Con el nombramiento aprobado en el último plenario del CSU, la UNS se suma
al listado de universidades argentinas y del mundo que otorgaron el doctorado
honoris causa a Estela Barnes de Carlotto, como presidenta de la Asociación de
Abuelas de Plaza de Mayo.
Antes de la UNS, las Abuelas ya habían sido distinguidas en las universidades
de Buenos Aires, Salta, Quilmes, Rosario, La Plata, General San Martín, Río
Cuarto, Católica de Córdoba, Cuyo, San Juan y Entre Ríos, entre otras.
A nivel internacional, deben contarse los reconocimientos provenientes de la
Universidad de la República de Uruguay, la Universidad Autónoma de Barcelona,
la Universidad de Boston y la Universidad de Massachussets.
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