Un
proyecto surgido en el Concejo Deliberante busca la creación de un Observatorio
de Evaluación de Ruidos para elaborar un diagnóstico de la situación en Bahía
Blanca, medir las consecuencias y actuar al respecto.

No será a nivel de lo que ocurre en Capital Federal u otras grandes ciudades de
nuestro país pero lo cierto es que Bahía Blanca sufre de ruidos molestos sobre
todo en su zona céntrica por el tráfico vehicular con el que cuenta. Eso se
puede notar solamente transitando el centro y sufriendo justamente dichos
ruidos pero el problema mayor está en el acostumbramiento a esa situación por
un lado y a una falta de mediciones por el otro.
Es decir, sabemos que hay ruidos molestos, percibimos que son fuertes en
volumen y que los sufrimos pero no tenemos estudio alguno que certifique que
incurrimos en contaminación sonora.
Desde el Concejo Deliberante se elaboró un proyecto de ordenanza para la
creación de un Observatorio de Evaluación de Ruidos en el partido de Bahía Blanca
cuyos objetivos serán la confección de un diagnóstico de los ruidos urbanos y
sus consecuencias, consignando expresamente los lugares con mayor
vulnerabilidad en cuanto a esa problemática y proponer alternativas para
atemperar el impacto de los ruidos como así también medidas preventivas.
El proyecto pertenece a la concejal Elisa Quartucci del bloque Integración
Ciudadana quien le explicó a EcoDias los alcances de su iniciativa: “En Bahía
Blanca existe actualmente una ordenanza, la 13.032, que aborda precisamente la
problemática del ruido urbano y en particular la cuestión de los ruidos en
lugares abiertos. Entonces, este proyecto de ordenanza apunta precisamente a
reforzar todo lo que tiene que ver con el control de ruidos molestos, sobre
todo vinculado por ejemplo a la cuestión de los automóviles. Y entiendo que la
conformación de este observatorio lo que permitiría por ejemplo también, además
de llevar un control más exhaustivo de este tipo de ruidos y obviamente de
complementar las acciones que se vienen llevando a cabo en el marco de la
ordenanza, poder también colaborar con la autoridad de aplicación, promover
campañas de educación tendientes a la toma de conciencia de los inconvenientes
que causa el ruido y por otro lado y esto me parece importante, revisar los
niveles de ruido que están permitidos actualmente en la ordenanza vigente”.
Por otra parte, en caso de aprobarse, se facultaría al Departamento Ejecutivo a
promover convenios de colaboración con las universidades, institutos de
investigación, organizaciones de la sociedad civil y colegios profesionales.
Sobre este punto, Quartucci señaló: “Es complejo el tema de la medición de los
ruidos ambientales en lugares abiertos, actualmente el municipio lo hace
básicamente en lugares cerrados, en salones, boliches y demás pero como hay
incluso equipos de profesionales, por ejemplo en la Universidad Tecnológica
(Nacional) que se encuentran desde hace tiempo trabajando en la temática, por
eso es que promovemos la posibilidad de que se firmen convenios con las
universidades. Por un lado para contar con profesionales que están
especializados en la temática y por otro lado también reforzar todo el
instrumental que por allí para el municipio en una primera instancia sería
costoso poner en marcha”.
En uno de los artículos se estipula que el observatorio estaría conformado por
dos representantes del Ejecutivo, dos del deliberativo, uno de cada universidad
más los representantes de las organizaciones de la sociedad civil y de los
colegios profesionales con incumbencia en el tema.

Análisis local
Siguiendo con lo referido a trabajar en conjunto con diferentes entidades,
instituciones y profesionales especializados, Quartucci amplió: “A nivel
internacional desde hace unos cuantos años ya desde la Organización Mundial de
la Salud se viene hablando y sobre todo de las consecuencias que el ruido causa
sobre la población. Entonces, en Bahía que es una ciudad donde el parque
automotor ha crecido notoriamente en los últimos años, es importante
profundizar el trabajo del municipio con las organizaciones sociales, los
centros de investigación y las universidades con el propósito de atemperar los
impactos negativos del ruido”.
El proyecto prevé que sea la Agencia Ambiental la autoridad de aplicación la
cual deberá solicitar también tareas a la Dirección de Tránsito y Transporte y
a la Guardia Urbana Municipal.
EcoDias consultó a la concejal sobre cómo está la cuestión de las mediciones de
ruido en la actualidad: “La ordenanza tal como está planteada habla de casos
particulares y concretamente habla de la generación de ruidos provocados por el
tránsito vehicular. Lo que es cierto es que el municipio, al menos lo que he
podido recabar, no está haciendo un análisis muy minucioso de esta cuestión
precisamente porque quizás no se cuente con los instrumentos necesarios para
llevar a cabo estas mediciones.
Esta ordenanza ya tiene algunos años, está sancionada en 2004, o sea lleva una
vigencia de diez años y más allá de los ruidos que como decíamos de intentar
atemperar o reducir los ruidos urbanos y trabajar sobre los lugares cerrados,
creo que es hora de que en Bahía también empecemos a trabajar sobre los ruidos
que hay en el ambiente”.
En ese sentido, hizo hincapié en la importancia de un diagnóstico para poder
tomar acciones en consecuencia: “La intención que tiene esto es precisamente
llevar un registro acerca de los ruidos para poder avanzar concretamente en una
política que tienda a disminuir la contaminación acústica. Por eso mismo, ante
por allí la falta de profesionales y la falta de instrumentos por parte del
municipio, que por otra parte no están previstos aquí recursos específicos pero
sí se prevé la posibilidad de que el presupuesto municipal pueda modificarse,
es importante me parece contar con la experiencia y con los conocimientos que
otros profesionales fuera del municipio tienen para facilitar este tipo de
controles”.