Yo Presidente

Guión y dirección: Gastón Duprat, Mariano Cohn
Fotografía: Jerónimo Carranza
Música: Sergio Pángaro
Origen: Argentina – 2006
Calificación: Apta para todo público

Después de varios años de exitosa colaboración en televisión y video
arte, la dupla conformada por Gastón Duprat y Marcelo Cohn estrena su
primer largometraje.
La idea de origen fue realizar un documental sobre los presidentes a
partir del ‘83, y para ello debieron conseguir financiación y apoyo en
productoras establecidas como La Cornisa de Luis Majul, y Pol-Ka Cine.
Además, Majul aportó sus contactos periodísticos para acceder a los
entrevistados. Entonces los directores y su equipo concretaron las largas
sesiones de filmación, que se llevaron a cabo en las residencias
particulares de cada ex, con media docena de cámaras.
Un largo proceso de dos años, con marchas y contramarchas, que
desembocaron en un formato que trasgrede el género documental, e inaugura
lo que con humor Duprat y Cohn definen como tragicomedia nacional.
La trasgresión reside en la manera de mostrar a los protagonistas,
eligiendo lo que un documental clásico dejaría fuera de la edición: las
miradas perdidas mientras esperan soltar su parrafada, o la negación de
hechos ampliamente probados, o ciertos gestos ridículos.
Registros que se intercalan con el material de archivo -ratificando
aquello de que casi nadie los resiste- correspondiente, y separando cada
“bloque” -un tic televisivo que pudo haberse evitado- con imágenes de
perros callejeros.
Así van desfilando en estricto orden cronológico, y en proporción a la
duración de su mandato: Raúl Alfonsín y las ruinas de su famoso saludo de
campaña; Carlos Menem, perseguido por las moscas; Fernando De la Rúa,
preocupado por no lucir lento; Eduardo Caamaño y Ramón Puerta en un hola y
un adiós; Adolfo Rodríguez Saá, con un brillo millonario en su ausencia;
Eduardo Duhalde, haciendo gala de un extraño sentido estético respecto a la
pesca del tiburón; y Néstor Kirchner, cuya gestualidad precede al final
abierto.
Yo Presidente provoca risa, rabia, vergüenza ajena, y sería otra
travesura de Cohn y Duprat si los hombres que retrata no hubieran regido el
destino político del país.