El jueves 17 de abril la biblioteca Bernardino Rivadavia tuvo una mañana diferente. El característico sonido del silencio que reina en las instalaciones de Colón 31 se vio gratamente interrumpido por el bullicio asombrado de un grupo de 24 alumnos de la sala “T” del jardín Nº 901.
Los chicos que integran la sala de 5 años -los más grandes del jardín- junto con la “seño” Marisa y algunos papás, realizaron una visita guiada por la biblioteca.
La sala T esta trabajando en un proyecto de biblioteca dentro de la sala, con la creación de cuentos y libros caseros por parte de los chicos.
De eso nos habló Marisa mientras los chicos observaban maravillados la cantidad de libros infantiles con los que cuenta la sala infantil.
“Ellos crean sus propios libros, crean sus cuentos, aprenden el manejo de la biblioteca. Desde hace una semana estamos viendo con los chicos qué es un libro, cuales son las partes del libro, tapa, contratapa, lomo, autores. Cada uno de los chicos hizo su cuento con dibujos, los expusimos en la sala y se los mostramos a las mamas”.
A partir de este trabajo aparecieron las dudas de los chicos: De dónde surgen los libros, dónde se guardan, quiénes los guardan, y fue por ese motivo que las maestras del jardín solicitaron una visita guiada a las instalaciones de la Biblioteca Rivadavia.
“Los chicos están fascinados con la cantidad de libros, y estaban ansiosos por ver los libros de la sala infantil”.
Con la visita y el trabajo en la sala, los chicos seguirán trabajando con el proyecto de la biblioteca en el aula. Mientras tanto siguen con los “cuentos viajeros”, una historia que escriben los chicos con los papas y que se armaran con tapas y nombre del autor -que serán los propios alumnos y con el armado de ficheros jugaran a la biblioteca dentro del aula.
También continuarán con el préstamo de libros de la de la biblioteca del jardín, que se llevan a casa los viernes y devuelven los lunes.
Pero no solo de libros aprendieron los chicos. Para que conozcan nuestra bahía y más precisamente la reserva que en ella funciona, Mariana y Flavia, voluntarias de la Reserva Natural Bahía Blanca, Falsa y Verde, fueron las encargadas de mostrarles a los chicos unas diapositivas de las especies que habitan la bahía y contarles qué es y para que sirve la reserva.