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Víctimas de violación

Lorena salió del trabajo como todos los días. Caminó sola hasta la parada de colectivo. Se acuerda que alguien se acercó y sintió un golpe. Cuando se despertó ya había ocurrido. La habían violado.
Nancy descubrió que su hijito había sido abusado por un vecino.
Cristina estaba casada y su marido insistía en mantener relaciones sexuales, ella no quería. Una noche, mediante golpes y amenazas, él la obligo a tenerlas. La violó.
Las violaciones y los abusos suceden. Son mucho más frecuentemente de lo que se cree.
¿Qué pasa con una mujer, un hombre, o bien un niño o una niña, que ante la situación traumática a la que fue expuesto decide realizar la denuncia? ¿Están preparados los centros de salud de nuestra ciudad para atender a una persona que fue víctima de un ataque sexual?

A la hora de pensar en qué ocurre con la víctima consumada una violación, hay que actualizar los términos.
La definición legal de violación puede variar en distintos países, pero la mayoría de las definiciones considera violación a la penetración vaginal, anal u oral, mediante el pene, dedos u otros objetos, sin consentimiento de la víctima.
En abril de 1999 se sancionó la Ley 25.087 que modificó el Capítulo del Código Penal concerniente a los delitos sexuales, entre los que se incluyen las violaciones y abusos sexuales y una importante amplitud en los conceptos.
La nueva ley distingue:
La violación entendida como penetración por cualquier vía; es decir, no sólo vaginal sino también anal y el sexo oral.
El abuso sexual calificado respecto a prácticas que, aunque no sean de penetración son gravemente ultrajantes para la víctima, como la penetración con objetos, la obligación de masturbarse o masturbar al agresor y otros actos sádicos.
Y el abuso sexual que incluye actos como toqueteos o contacto con los genitales.

Elementos y acciones ante víctimas de violación
Cuando nos referimos a las víctimas, no hablamos solo de mujeres adultas, sino que también se incluyen niñas, niños y en pequeña medida algunos hombres -aunque en nuestra ciudad no se conozcan casos-.
Antes de conocer el accionar de los organismos de seguridad y salud de nuestra ciudad vamos a detallar cuales son los pasos -ideales- para atender, contener, asesorar y proteger a una víctima de estos hechos, una persona que acaba de atravesar una situación sumamente traumática que le puede causar estrés postraumático, depresión, ansiedad, conductas contra fóbicas, secuelas cicatrizales, problemas familiares, laborales, legales, además de las casi obvias consecuencias físicas.
En Argentina, como en muchos países del mundo la atención en estos casos comienza con el llamado “Rape kit” y el “Protocolo de Acción ante Víctimas de Violación”.
Al decir kit nos referimos a un conjunto de elementos reunidos para cumplir una función determinada, en este caso es un kit compuesto por una serie de drogas para ser usado en personas víctimas de violaciones, y el protocolo son acciones que determinan los pasos a seguir para atender a la víctima y contrarrestar las consecuencias del hecho.

Política Pública
La utilización del kit y el protocolo fueron impulsados por el Ministerio de Salud en enero de 2007. Incluyen los casos de abusos sexuales, abortos y violencia familiar.
Una de las acciones que se debe realizar es aplicar una anticoncepción de emergencia antes de las 72 horas de ocurrido el hecho. También debe aplicarse antes de las 24 horas la medicación y profilaxis anti-retroviral para prevenir el virus VIH – SIDA, la cual es efectiva siempre y cuando se complete la toma de la misma que es de 30 días.
Otra acción es tomar muestras de sangre para serología de sífilis, hepatitis B y C, siempre con consentimiento de la paciente.
Un protocolo de actuación frente a un delito de esta naturaleza incluirá: El examen y conservación en recipiente de las ropas, si no fueron cambiadas; el examen físico, extragenital, genital; la toma de muestras para laboratorio, detección y prevención de ETS (enfermedades de transmisión sexual); detección de elementos del presunto agresor (semen, pelos, piel); y una anticoncepción de emergencia.
En cuanto a la parte psicológica de la víctima, se la debe asistir y contener. Informarla de todo procedimiento que se realice con su cuerpo y procurar que esté acompañada de un familiar y un profesional psicólogo.
El valor supremo es la vida de la paciente, preservar su identidad e intimidad.
Ya con el correr de los días, el tratamiento continúa con la curación de las lesiones, control toco ginecológico periódico, actualización de la vacunación, y el eventual tratamiento de ETS que puedan ser diagnosticadas en el momento. Además de la atención psicología, se siguen realizando análisis de laboratorio de exudados y de sangre a los 7 días y a los 3 y 6 meses.

¿Qué pasa en Bahía?
Al parecer en Bahía Blanca además de atravesar esa difícil situación, las víctimas sufren las consecuencias de una suerte de demoras en las posibilidades de atención y de acceso al kit, situación que seguramente es posible revertir.
La
capitana Liliana Pineda, Jefe de la Comisaría de la Mujer y la Familia, en nuestra ciudad comenta que ocurren un promedio de 8 denuncias mensuales de casos de abuso sexual (la mayoría de ellos “leves” según la ley).
 “Hoy nosotros llevamos a las víctimas al Hospital Penna, con el médico de policía que es el encargado de hacer el examen del cuerpo -lesiones, marcas de defensa, restos del delincuente- y genitales, y también hace toma de muestras vaginales, anales y bucales. Una vez hecho esto el hospital es el encargado de aplicar el kit. Al día siguiente también se cita a la victima y se realizan extracciones de sangre y se aplica más medicación” comenta Pineda en relación con lo que ocurre en Bahía.
“Estamos peleando por tener la atención inmediata acá porque cuando vamos al Penna, no nos atienden enseguida, el promedio de espera que tenemos siempre es de 4 horas, porque la revisación de la víctima se hace en la sala de partos, y si justo hay una parturienta la prioridad la tiene ella. Tenemos que esperar que todas tengan familia y después nos atienden a nosotros. Entendemos que se hace lo humanamente posible y que los medios son muy pocos”.
“A todo esto, la mayoría de las denuncias se hacen de noche, aunque el hecho haya ocurrido temprano, entonces esto hace que sobre todo los chicos estén cansados y se duermen, tanto que muchas veces no pueden ni hablar con la psicóloga que le explica lo que le van a hacer y porqué. Además ya pasan demasiado para estar esperando más de 4 horas”.

El camino
Cuando hay una denuncia por abuso sexual, el procedimiento es siempre el mismo. Si ingresa por el 911, por una sala médica u hospital público o privado, la víctima es derivada al Hospital Penna.
“Los demás hospitales no tienen el kit, lo que hacen cuando ingresa una persona, ni la revisan, la derivan al Penna directamente. Si el hospital recibe un caso de abuso, nos avisa, sin tocar a la víctima para evitar que sea revisada por más de un médico. Inmediatamente nosotros hacemos una nota con orden de Fiscalía para que la persona sea atendida en el hospital, porque sino no te lo atienden. Ahí mismo personal nuestro se dirige al nosocomio y acompaña a la persona hasta que es atendida. También se acerca el médico de Policía y ahí se hace la revisación. Después de esto volvemos a Comisaría de la Mujer” agregó Pineda.

Alternativas
Por todo esto, desde la seccional policial se ha confeccionado un proyecto que vendría a solucionar el problema de la revictimización de la persona que ha pasado por esta situación.
“Lo difícil es el momento de la revisión, ya que cuesta mucho por la revictimización, muchas veces no quieren ser revisadas para no revivir el momento. Nosotros tratamos de hacerles entender que es por su bien, incluso a veces ni siquiera quieren seguir con la denuncia”.
“El kit esta en poder del Hospital Penna, porque es mucha responsabilidad y mucho trabajo tenerlo. Nosotros estamos tramitando la posibilidad de traer el kit a comisaría de la mujer. Hasta ahora conseguimos dos médicos de policía que vendrán a hacer como horas extras aquí, por eso estamos peleando por un consultorio para que los médicos puedan atender aquí. Sería más rápido, eficaz y menos traumático para la víctima. Necesitamos una heladera, una camilla y el kit, no es mucho, porque si lo logramos vamos a ser la primera comisaría de mujer de la Provincia que tenga este servicio. Mientras tanto nosotros desde la comisaría hacemos el seguimiento psicológico de la victima y de los familiares, mediante grupos de autoayuda con la coordinación de la psicóloga”.

Los organismos de salud
Muchas víctimas se dirigen al centro de atención de salud más cercano.
Para conocer el funcionamiento y la organización de los centros de salud municipales nos dirigimos al dr. Guillermo Quevedo, Secretario de Salud de la Municipalidad de Bahía Blanca. Él fue el encargado de explicar el accionar de las unidades sanitarias frente a un caso de violación.
“Generalmente los integramos a lo que llamamos atracos a la intimidad sexual, lo primero y mas importante que cualquier evento de esta naturaleza que cualquier abuso sexual es de intervención multidisciplinaria, que significa, no la óptica de una sola disciplina sino la opinión de varias disciplinas interviniendo en el mismo caso. Lo segundo es que lo habitualmente recibido en las unidades sanitarias (más de 50 en la ciudad) se pregona el funcionamiento en red, los mismos equipos de cada área buscan la solución al problema, sea salud, educación, justicia, con profesionales médicos ginecólogos, clínicos, cirujanos, psicólogo, psiquiatra, todo el equipo de salud” explicó Quevedo.
“Cuando llega a las unidades sanitarias un caso de este tipo, se viabiliza a cualquiera de los dos hospitales, pero el que más intervención tiene en este tipo de eventos es el Penna, tiene más protocolizada su intervención y tiene más relación con la justicia. Eso no significa que la intervención específica del hospital Municipal no se realice, de hecho tiene una guardia preparada en tal sentido y con la posibilidad de generar en un futuro próximo un espacio relacionado con esta problemática”.
A pesar de lo que dice el funcionario, corroboramos desde EcoDias, que de todos los centros de salud que existen en la ciudad, solamente el Hospital Penna es quien tiene en su poder las drogas que se aplican a una víctima de abuso sexual y que directamente los paciente son derivados a ese hospital.

Público y privado
Para conocer la situación en la que se encuentran concretamente las instituciones de salud para recibir a una mujer violada nos pusimos en contacto con salas médicas, y los hospitales: Municipal, Penna y Felipe Glasman. Público o privado la respuesta fue la misma.
En las salas médicas la respuesta fue unánime. Marcela, una enfermera de una de las salas médicas dijo: “Si una persona violada llega a una sala médica es derivada a policía, se llama a la Comisaría de la Mujer. Incluso si hay un ginecólogo la ve, pero no la toca”.
Desde el Hospital Municipal dr. Leonidas Lucero, María Laura González, enfermera jefa de la guardia del nosocomio nos dijo que: “En la guardia, nosotros desconocemos por completo la existencia del protocolo y del kit de atención. Las veces que han venido estos casos los derivamos al Hospital Penna”.
Si bien no depende de ella contar con el kit si afirma la necesidad de estar realmente preparados: “La guardia es un lugar donde no podes dejar nada librado al azar, sin ser fatalistas, nada puede ser improvisado, lo más importante es la calida de atención al paciente y esto es parte de ello”.
En los hospitales privados, nos contó Paola, enfermera del Hospital de la Asociación Médica que la urgencia es derivada a hospitales públicos, en todo caso, una vez compensado el paciente lo atienden dependiendo de la obra social. Lo mismo ocurre en el resto de los nosocomios.
Y en el Hospital Penna según Valeria, una de las enfermeras “utilizamos el protocolo en la guardia y en el sector de maternidad; las mujeres van a maternidad, los chicos y hombres a guardia”.

Denunciar es lo importante
Ante cualquier caso de abuso sexual, lo importante es hacer la denuncia. Muchos casos quedan encerrados en la memoria de sus victimas y nunca son conocidos por las autoridades.
Para conocer el mecanismo, la Capitana Liliana Pineda explicó como se realiza una denuncia, instancia sumamente importante a la hora de concientizar sobre estos hechos.
“La denuncia se hace en el momento, cuando llegamos del hospital. La denuncia pasa a Fiscalía y nosotros seguimos con la persona, con el tratamiento psicológico e incluso las llamamos por teléfono periódicamente. Tratamos de hacer todo el mismo día y acá, para que la persona no tenga que ir de un lado al otro, ni contarle a media ciudad lo que le paso que no debe ser nada grato”.
Cuando llega la victima, si es mayor, habla con el personal policial para contar lo sucedido, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre, ya que si se encuentra en malas condiciones emocionales, primero habla con la psicóloga.
Respecto a la toma de denuncia, a partir de los 12 años es a los mismos chicos que se los interrogan para tomarles la denuncia, según el estado de ánimo. Siempre tiene que estar acompañado de alguien, que ellos mismos eligen.
En caso de chiquitos son los padres o la persona mayor con la que llegó la que es interrogada.
El trato de una persona que sufrió un abuso sexual depende de la edad; si es un niño la víctima, el personal policial no tiene contacto y quien hace el contacto es la psicóloga o psicólogo. La policía toma la denuncia con el mayor que viene acompañando al nene. “A veces son los servicios locales de promoción y protección de los derechos de los niños, no vienen con el papa, porque a veces es el papa el abusador o alguien de la familia”.

El proyecto multidisciplinario
Según nos comentó el secretario de Salud, dr. Guillermo Quevedo, a mediados de mayo fue presentado un proyecto para la creación de un equipo interdisciplinario de intervención ante un delito contra la integridad sexual.
Se basa en que ante “la falta de médicos en la Policía Científica de la ciudad, se debe promover la creación de un equipo multidisciplinario para la intervención, atención y evaluación de los delitos contra la integridad sexual (DIS)”.
El equipo multidisciplinario estaría formado por médicos ginecólogos con formación médico-legal, psicólogos y asistentes sociales.
Sus acciones deberían estar protegidas legalmente por ordenanza municipal con las excepciones y consecuencias legales propias e inherentes a la intervención en un delito grave incluido en el Código Penal (posibilidad de participar de juicios). Se formaría una coalición entre el Poder Judicial (Fiscalías), Policía (Comisaría de la Mujer, Policía Científica y de Seguridad) y el sector municipal (Centro de Atención a la Victima, Secretaria Municipal de Salud).
Los profesionales que lo presentaron, Sergio Santos y Guillermo Micali, solicitan un compromiso del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y el sector de salud local, para crear estrategias de acción que demuestren su efectividad en la práctica diaria en el partido de Bahía Blanca:
“Por una multiplicidad de razones (obtención de muestras, descripción y diagnóstico de las lesiones, cadena de custodia de las pruebas) estas tareas no pueden ni deben ser realizadas por médicos asistenciales sin formación especifica y sin apoyo jurídico legal. Además se trata de evitar la re victimización durante las pericias médicas”.
La propuesta de circuito legal-médico de atención a las víctimas incluiría a la Comisaría de la Mujer (recibe la denuncia y avisa a Fiscalía) a la Policía Científica y al Equipo Multidisciplinario Municipal (para el Examen médico-legal, profilaxis post exposición, atención psicológica, intervención del servicio social).

Al final
Queda claro que cuando de abuso sexual se trata, el tiempo de acción sobre la víctima es corto. Cuanto antes se aplique la batería de drogas destinadas a proteger la salud del paciente, más eficaz es la prevención.
La calidad de la atención inicial ofrecida a las víctimas es de primordial importancia.
Un protocolo minucioso y claro, disponible en todos los organismos de salud facilitaría la asistencia rápida y eficiente, permitiendo disminuir la cantidad y gravedad de problemas posteriores, que pueden padecer las víctimas al superar la emergencia.
Uno de los primeros cambios necesarios en este sistema sería la disminución del tiempo de espera y de la duración de la asistencia, que cuando se prolongan angustian a un paciente que acaba de sufrir una situación por demás traumática y la revictimizan.
Se podría pensar en que la concientización y educación en estos temas a actores de la salud, trabajadores de unidades sanitarias, enfermeros en hospitales, médicos y personal de emergencias maximizarían la atención. Como así también la preparación de un espacio físico adecuado para preservar la privacidad y especialmente diseñado para atender la demanda de estos casos.
Otra carencia es la falta de registros minuciosos, de bases de datos con información que permitan seguimiento, evaluaciones y eventualmente estudios con la obvia confidencialidad de los datos relevados.
Lamentablemente a pesar de que existen proyectos al respecto, la realidad deja en claro de que hoy Bahía Blanca no esta preparada para atender a una victima de abuso sexual, con la inmediatez y las particularidades que requiere un hecho de estas características.

Desde mediados del mes de mayo EcoDias viene realizando una serie de entrevistas para presentar este tema. Fuimos, al igual que todos, conmocionados por los casos dados a conocer en las últimas semanas.
Pensemos que en unas semanas más la opinión pública y los medios de comunicación se olvidarán de casos de violación como el ataque a la nena en Dorrego, o el ataque a una mujer en el Puente Negro.
La problemática excede estos espasmos de dolor, va más allá de un caso puntual. Y esta pregunta de “¿qué pasa en la ciudad?”, hay que continuar haciéndola hasta que sea respondida con hechos.

Estadísticas
El 82% de los casos de menores, el abusador es parte del entorno familiar: de ese porcentaje el 76% el padre. El resto se divide en padrastros, abuelos, hermanos mayores, amigos de los hermanos, e incluso chicos de entre 14 y 17 años.
Se considera del entorno a todo aquel que la víctima conoce, sabe su nombre, donde vive, allá tenido algún contacto aunque no sea un amigo.
Muchos abusos han sido de niños hacia niños, teniendo en cuenta que la ley considera niño hasta los 18 años.
Lo primero que hace el agresor es ganarse la confianza, el afecto, para que después guarde el secreto. Muchas veces le dan cosas a cambio, plata o regalos.
En adultos muchas denuncias son hacia ex novios, ex maridos, chicos que están en un boliche, cumpleaños o reunión de amigos y así llegan al abuso, la mayoría sin penetración, pero si tocamientos.
Son muy raros los abusos con gente que no se conozca, que se cruce y no sea del entorno.

¿Qué hacer?
Quizá seamos víctimas o familiares o amigos de una víctima. A pesar de ser ésta una de las situaciones más difíciles para la vida de una persona, es importante mantener la calma para tomar decisiones correctas a la hora de evaluar las consecuencias de una violación.
Lo primero es dirigirse a un lugar seguro, dependiendo de donde se encuentre la persona, o buscar la compañía de alguien de confianza.
Preservar la prueba es fundamental: la víctima no debe bañarse ni cambiarse y debe guardar la ropa íntima en una bolsa plástica porque puede ser de utilidad para los investigadores.
Debe dirigirse rápidamente a cualquier organismo de salud o de seguridad. Hay que ser concientes que cuanto antes se actúe, más eficaces serán las acciones posteriores.
Recordemos que hay que denunciar estos casos.
En Bahía Blanca, lo ideal sería dirigirse a la Comisaría de la Mujer, Berutti 650 o comunicarse con el (0291) 455-8762.
De lo contrario, se puede trasladar a la víctima al Hospital Penna en Lainez y Necochea o llamar al teléfono (0291) 459-3600.

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2008-06-27 00:00:00
Etiquetas: Bahía Blanca.
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