El martes 20 de abril algunas calles céntricas amanecieron fuertemente valladas y custodiadas. No para custodiar a los vecinos sino a un represor.
Es que se encontraba en Bahía Blanca el represor Alfredo Astiz para declarar ante el juez federal Santiago Martínez por la causa que entiende su extradición a Francia.
A la altura de Belgrano al 200 la presencia de Astiz generó un imponente operativo destacado por las vallas y los numerosos integrantes de las fuerzas de seguridad. Fue así como desde horas de la madrugada pudo verse como tanto calle Belgrano como Lamadrid y Soler sufrieron cortes de tránsito para cuidar a uno de los genocidas responsables de crímenes de lesa humanidad.
Según se pudo saber, Astiz no declaró sino que presentó un escrito en el que dijo sentirse “triste y enojado”.
Triste porque Francia lo requiere y por todo el proceso que tiene que afrontar. Por esa razón, Francia, consideraría Astiz, es una potencia agresora. Por otro lado, el enojo de Astiz sería provocado porque en nuestro país estaría siendo juzgado en un juicio inconstitucional.
Durante las últimas horas cabría la posibilidad de que se dé a conocer la sentencia por el tema de la extradición, al tiempo que la posición de Fiscalía es que se aplace la misma para que culmine el juicio de la ESMA, dada su importancia y que se trata del mismo hecho.

Laucha en silencio
El mismo día que Astiz se encontraba en la ciudad, era el turno de declarar a Julián “el laucha” Corres por la desaparición de tres personas y el secuestro y tormentos de otras tres, todas trasladadas de Neuquén a Bahía Blanca durante la última dictadura militar. Para no superponer a dos represores en el mismo día, se resolvió trasladar las diligencias con Corres al jueves 22 de abril.
La audiencia convocada para las 9 de la mañana comenzó llamativamente más temprano. De hecho, 8.30 hs. había llegado a su fin sin la declaración del represor.
A Corres se le leyeron las pruebas, se le mencionaron los seis hechos que se le imputan actualmente. Finalmente, optó por no declarar ante el juez Alcindo Álvarez Canale.
Dentro de diez días se tendrá que resolver la situación procesal de Corres y en caso de que quede procesado seguramente apelará la defensa. Luego de ello, el represor iría a juicio por los cargos mencionados.