Un paseo por El Bolsón fue el puntapié inicial hacia la concreción de un proyecto que con el trabajo de un grupo de personas comandados por Hilda Gallucci se dirige a ser una pequeña fábrica que podría incluir un alimento novedoso para la ciudad.
La idea de los Waffles la traje del sur, de El Bolsón, allá la probé y me quedé con ganas de hacerlo. Así comienza el relato del camino recorrido a la fecha por Hilda Gallucci, de profesión radióloga, que se inclinó por la salud en la alimentación e inició una mini empresa de viandas saludables para todas las edades, especiales para dietas para obesidad e hipertensión. Ese viaje al sur fue el inicio de uno de los proyectos Manos a la Obra que la Municipalidad avala con el apoyo de la Nación y que ya hoy está a punto de pasar a ser una realidad.
Manos a la Obra
Cuando me enteré de los créditos me puse a trabajar con el proyecto. Lo primero que hice fue perfeccionar la masa de los waffles que lleva mucho huevo y manteca y es muy densa. Yo siempre apunté a una comida más sana y logré una masa sin colesterol, sin sal, sin azúcar. Un alimento sano sin conservantes y muy práctico para la gente que trabaja y estudia.
Hilda constató que el monto no sería suficiente para cubrir los gastos para iniciar la producción: Al principio no tenía idea de cuánto salían las máquinas, así que fui a buscar los formularios y allí empezó el largo camino de noches son dormir, de mails, de llamadas telefónicas y averiguaciones, hasta que me di cuenta que con ese monto podía comprar nada más que alguna wafflera, y no mucho más.
Pero después salió otra variante de microcrédito, que extendía el monto, y así adaptaron las pautas al nuevo proyecto: Busque un técnico en alimentación, hice el curso de manipulación de alimentos, marketing, investigación de mercado. De allí llegué al punto de saber las cantidades de harina, huevo, aceite que llevaba un waffle
hasta hice un estudio de mercado de la cantidad de waffles que se podían vender.
Esta vez el proyecto incluía la envasadora al vacío, que es una maquina tecnológicamente avanzada que extrae el oxígeno -que es lo que descompone el producto-, y que por ejemplo permite mantener la lechuga 30 días. Es el mismo sistema que se utiliza en el envasado de las papas fritas.
Después de un interminable tiempo de espera, recibió el subsidio con el que pudo comprar una wafflera para hacer los waffles rellenos, una miniwafflera y la panchuquera. También una batidora de 10 litros, una balanza, la etiquetadora de elaboración y vencimiento, la termoselladora. También algunos materiales de construcción -durlock, pintura e insumos- y lo necesario para comenzar la producción: harina, aceites, huevos, leche, e incluso bandejas y papel film.
Concreción
Luego de varias idas y venidas y de acomodar el proyecto en muchas ocasiones, al fin se realizó la presentación en sociedad de Un touch diferente -Hilda sostiene que cada uno le da el toque diferente al waffle con su imaginación-, durante la feria de Economía Social organizada por Caritas el 8, 9 y 10 de septiembre del año pasado en la Plaza Rivadavia. La siguiente presentación en sociedad fue en la feria de los artesanos el fin de semana del 13 al 16 de octubre de 2006, cuando tuvo que cerrar el puesto anticipadamente porque se quedó sin mercadería.
La actualidad y la proyección de futuro
Hoy Hilda está esperando la finalización de la construcción del carro que le permitirá movilizar su minifábrica rodante y vender sus waffles en eventos donde haya concurrencia de personas, o en lugares de tránsito de estudiantes o trabajadores.
Mi publicidad va a ser estar en la calle. Por eso pusimos las pilas en el carro, con la fabrica móvil, porque tenemos que dar a conocer el producto, porque este es un producto nuevo, novedoso, que hay que insertar en una sociedad como la de Bahía Blanca, cerrada, desconfiada.
En el carro se venden envasados por 3 unidades en una bandeja que sale con una lista de más de 100 opciones de rellenos, o listos para consumir en el carro con jamón y queso o crema, jaleas, o dulce de leche. Hilda calcula que puede llegar a producir por día hasta 200 waffles como mínimo.
También hace waffles o panchucos por encargo para fiestas o eventos, donde los entrega solos o ya preparados como entrada o postre.
La fábrica
El proyecto de la fábrica está avanzado al punto de tener los planos de la construcción que se ocupará en el galpón: Los planos tienen hasta la línea de producción, elaboración, envasado, depósito, oficina, estaba todo coordinado, hasta con las promociones. El problema de la fábrica son las habilitaciones del local, las del producto, los registros de elaboración
Por eso voy a empezar con el carro y la fabrica móvil, para poder juntar capital que me permita avanzar con el tema de la fábrica, que cueste lo que cueste seguro que lo voy a conseguir
¿Qué es un waffle?
Es una masa cocida, con forma enrejada -de ahí el término belga que significa celda de abejas- y es un alimento sano que se cocina a vapor y queda crocante por fuera y aireado por dentro. Si se adquieren envasados, se pueden calentar y rellenar a gusto con aderezos dulces o salados.
Lo que ofrece Un touch diferente son los waffles dulces y salados y los panchucos, unas salchichas cocidas en masa de waffle caliente.
Las posibilidades que brinda el waffle es la de poder consumirlo dulce o salado, en cualquier comida del día. Además, permite una infinidad de variantes dependiendo de los gustos de los comensales, inclusive se puede darle gusto a la masa.
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