El Consejo Barrial de Salud es una iniciativa motorizada por integrantes del Centro de Estudio para el Desarrollo de Políticas Participativas, uno de cuyos objetivos es fomentar la participación de la gente en la toma de decisiones.
No es habitual encontrar profesionales que reconozcan de manera llana los saberes de las poblaciones objetivo de políticas sociales o sanitarias. Quizás sea necesario revisar las currículas formativas que no plantean de manera sistemática mejorar la salud de un determinado grupo con una estrategia participativa desde el diagnóstico, la planificación y la evaluación de las actividades. El dr. Pedro Silberman, integrante del Consejo Barrial de Salud, agrega que “en el Consejo somos todos lo mismo. Cada uno representa distintos sectores pero el barrio es el mismo, entonces definimos cuáles son las prioridades, cómo lo vamos a hacer, cómo lo vamos a pedir y cómo lo vamos a evaluar”.

Pensar estrategias
Actualmente, se está trabajando en este modelo de consejo sanitario en barrios como Villa Nocito, Maldonado, El Saladero, algunos sectores de Ing. White, en tanto en este último tiempo se sumó Villa Don Bosco, Villa Amaducci, 9 de noviembre y Villa Cerrito, entre otros.
No es lo mismo hablar de enfermedad que hablar de salud. Éste último concepto entraña una mirada integral de la persona y su hábitat, y no precisamente desde sus carencias. Por extensión se debe pensar el sistema de salud como algo más que una simple atención médica, y comenzar a abordar las diferentes enfermedades determinadas por condiciones de vida, educación, exclusión, etc., que pueden hacer que una persona sea vulnerable para enfermarse. Según Silberman al pensar una estrategia para abordar estos determinantes se deben plantear varias cosas como “incorporar otras instituciones a lo que implica la salud y  profundizar el proceso democrático. Esto es acercar las necesidades de la gente al lugar de toma de decisiones. Y, por último, que la gente misma participe en la identificación de los problemas que tiene, en la forma que quiere abordarlos. El Consejo da las herramientas y el apoyo para hacerlo”.

Forma de trabajo
En el Consejo Barrial de Salud participan distintas organizaciones tales como sociedades de fomento, ONGs, Cáritas, las delegaciones municipales y otras instituciones. El método empleado propone reuniones  en las que, a través de un proceso de discusión, la gente plantea los problemas prioritarios y se van buscando ideas para generar los recursos, identificar las necesidades y a partir de ahí armar un programa para efectuar pedidos a instituciones gubernamentales, empresas y organismos: “En estos barrios son muy importantes las problemáticas que tienen que ver con cuestiones de los chicos, de los adolescentes, la desnutrición, problemas de adicción, de violencia, de embarazos no deseados. Problemáticas que requieren de un abordaje intersectorial. Abogamos por identificar cuáles son los mecanismos por los cuales se producen  y ver si poco a poco empezamos a abordar cada uno de los mecanismos”. Como ejemplo, el dr. Silberman cita el caso de Villa Nocito donde “se desarrolló un proyecto, que tiene dos años, que incluye actividades culturales, deportivas para los chicos, cursos de capacitación para oficios. Más o menos en ese tenor es lo que estamos desarrollando en Don Bosco con una idea más perfilada a trabajar sobre el tema de la sexualidad, de la planificación familiar, tratando de evitar el embarazo no deseado”.
En salud reproductiva, el Consejo trabaja en tres niveles. Uno educativo, en donde a través de talleres además de concientizar a las participantes se las incentiva a que como mujeres y como adolescentes sean multiplicadoras respecto a evitar embarazos no deseados y enfermedades sexuales. Un segundo nivel es asistencial y habla de la necesidad de tener un acceso completo a las unidades sanitarias para controles o para solicitar anticonceptivos, y el tercer nivel refiere a las instituciones, a la necesidad de mejorar el acceso al sistema educativo, a las actividades culturales y al mundo laboral para adolescentes y mujeres.

La premisa trazada en la conformación del Consejo Barrial de Salud de Bahía Blanca no es únicamente la de prestar una atención médica a la comunidad sino conjugar esfuerzos junto a los actores que participan del tejido social. Así, se pretende junto a las organizaciones de cada comunidad brindar la atención primaria de la salud y profundizar en el análisis y detección de las diversas causas sociales que pueden derivar en enfermedades y problemáticas. Es decir, en la búsqueda de soluciones hacer extensivo el concepto de salud como un todo.
 
La salud hoy
“Es el momento de resignificar un montón de cosas. Se ha visto en los últimos años que las grandes inversiones que se han hecho en tecnología de salud y en medicamentos no han solucionado los problemas de la gente”. Y lo que hay que resignificar, dice Silberman, es el sistema de salud, que no necesitaría de dinero sino de decisiones: “El secreto de la atención primaria está en las modificaciones que se puedan llegar a hacer en el modelo de gestión. Es decir, cómo trabaja un médico. Si cambia el modelo de gestión, no hace falta tanta cantidad de médicos sino médicos comprometidos que se adapten a este modelo de gestión”.
El accesos al sistema de salud por el modelo, pobreza, desnutrición, enfermedades infecciosas, embarazos no deseados,  falta de oportunidades, drogas, etc., son todos temas que deben trabajarse en conjunto: profesionales, comunidad, instituciones y Estado. “Estamos absolutamente convencidos que esto va a funcionar. Es un camión que anda despacio y lo que tenemos que hacer es ponernos todos atrás y empujar”, finalizó el médico.