Como
oportunamente informáramos, el pasado
mes de diciembre la Sociedad de Fomento del Barrio Latino fue
acreedora de un subsidio del Banco Río y con el monitoreo de la
Fundación Cecilia Grierson, impulsan un microemprendimiento para
beneficiar a los vecinos del sector.

Hoy
EcoDias
vuelve a la primera cuadra de calle Lugones para ver los avances.

“A
partir de diciembre, comenzamos con las reuniones para acordar los
primeros pasos del proyecto, después buscamos precios de máquinas
en Buenos Aires. El monto del cheque era de $ 25.000,
así que compramos tres máquinas de coser y una cortadora de tela,
estanterías, telas, tijeras, centímetros, tiza, alfileres… ¡todo
lo que lleva coser! También mandamos a hacer una mesa grande para
trabajar, colocamos el teléfono y la alarma para preservar lo que
tenemos”, nos cuenta la presidenta de la entidad, Paula Marturano.

Una
vez equipadas se abocaron a seleccionar a las diez primeras
mujeres que comenzarían con el emprendimiento, siempre teniendo en
cuenta que el número de trabajadores dependerá en el futuro del
nivel de producción y venta que alcancen: “Hicimos una
convocatoria abierta y se presentaron más de cuarenta personas…
pero cuando se les explica que hasta que no produzcan no van a
cobrar, ¡no quieren saber nada!”, dice Paulina. Igualmente todas
las vacantes fueron ocupadas y hace dos semanas que trabajan en dos
turnos a muy buen ritmo, ya que durante los meses de enero y febrero
se capacitaron en costura y diseño gráfico.

“Cuesta
porque empezamos por lo más difícil…
No son las telas que vienen marcadas y solamente le tenés que coser
los bordes, ¡no! Nosotros estamos haciendo los bordes, todo en otros
tonos… Vamos a salir adelante”, sostiene la fomentista y, de
hecho, en los próximos días, cuando comiencen a trabajar con otras
telas van a sumar al equipamiento actual una máquina estampadora.

Hasta
aquí todo muy esperanzador pero hay que pensar en las ventas: “Vamos
a buscar, el banco dijo que nos va a comprar, igualmente ya tenemos
cuatro o cinco particulares interesados. Como tenemos la Unidad
Sanitaria, los médicos que vienen ya te quieren comprar, pero
todavía no queremos vender porque antes queremos mostrar lo que
estamos haciendo y agradecer de alguna manera el premio”.

Una de cal y una de arena

Más
allá de esta buena noticia, el Barrio
Latino sigue siendo el Barrio Latino. Y corrigiendo el subtítulo,
mejor sería decir: ¡una de cal y un arenero!

“En
el 2004, cuando estaba el delegado anterior, Francisco Vega, gestionó
dos cuadras de
cordón cuneta en la calle Facundo Quiroga y una en Mascarello, para
nivelar el desagüe de los barrios altos que se estancaba en el
nuestro. Estas obras entraban en el Plan de Recupero de Deuda y se
hicieron recién este año, lo mismo que tres cuadras de gas que
necesitaban los vecinos. Conclusión, en 2005 no se hizo nada”,
afirma Paulina.

El
Barrio
Latino “es uno de los más castigados”, la circulación por las
calles es casi imposible, por ejemplo, por la calle Suiza no se pudo
entrar durante todo el verano “y eso que fue el año que menos
llovió”.

Por último, no nos olvidamos de
la inauguración “a las apuradas” de la Unidad Sanitaria durante
la campaña electoral de octubre. Recordamos que allí se hizo el
correspondiente acto con la presencia del hoy licenciado Lopes, ayer
intendente en campaña, junto con lo más representativo de la
dirigencia del Frente para la Victoria, quienes cortaban la cintita
aunque los calefactores e inodoros estaban solamente apoyados en sus
lugares.

“Finalmente,
luego de luchar mucho se arregló. Está trabajando muy bien, es muy
importante para el sector. Va muchísima gente para atenderse en
ginecología, obstetricia,
pediatría y clínica”.