Cooperativistas,
mutualistas y titulares de pequeñas y medianas empresas se dieron cita durante
la primera semana de este mes en la feria Tecnópolis, donde el Instituto
Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) desarrolló la séptima
edición del Congreso de Economía Solidaria y Asociativismo Pyme y Micropyme, en
este 2012 que ha sido declarado por las Naciones Unidas como “Año Internacional
de las Cooperativas”.

El evento contó con la asistencia del titular del INAES
Patricio Griffin. También se hicieron presentes la ministra de Industria Débora
Giorgi, su par de Educación Alberto Sileoni y la titular de la cartera de
Desarrollo Social, Alicia Kirchner. La presidenta de la Nación Cristina Fernández
dialogó con los cooperativistas a través de una videconferencia.
“La economía social tiene que ser un actor principal en nuestro desarrollo
productivo”, definió la ministra Giorgi durante su visita al evento, y tras
referirse al avance de las políticas públicas en la entrega de patentes a
cooperativas, la consolidación de emprendimientos nacidos de planes de
inclusión social y en la apertura de vías de exportación.
“Teníamos el Mercosur del Terror. El plan Cóndor permitía que siendo argentino
podrías desaparecer en una esquina de Santiago de Chile, o de San Pablo. Hoy
podemos discutir juntos sobre asociativismo, mutualismo, o cooperativismo”,
señaló por su parte Sileoni, quien recordó las iniciativas de la cartera
educativa junto con el INAES, tendientes a ofrecer nuevas oportunidades de
desarrollo al cooperativismo y al mutualismo en escuelas y universidades.
Asimismo, Griffin remarcó la gran participación de más de 3.500
cooperativistas, mutualistas y empresarios pyme en pos de integrarse por una
economía solidaria que siga desarrollándose, a pesar de las dificultades de
movilización. Sólo durante la primera de las jornadas, hubo 16 comisiones de
debate sobre temas estratégicos y una reunión de la Red Nacional de
Parlamentarios Cooperativistas.
“Necesitamos este modelo económico que incorpora los valores del asociativismo
y lograr que tenga sus propios contenidos, su propia tecnología, superando el
desafío de la visibilidad y el protagonismo en la construcción de una nueva
sociedad que en Indoamérica”, agregó el dirigente.
 
En el mismo sentido se expresó el presidente de la Confederación Cooperativa de
la República Argentina (Cooperar), Ariel Guarco, quien invitó a cerrar este Año
Internacional “pensando en una década de las cooperativas”, para lo cual “estuvimos
trabajando con mucha atención este año y consideramos que hemos logrado
expresar de forma acabada el sentir de nuestra región y nuestro país”.
Durante este año tan especial para el sector, Cooperar -junto con la
Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro)- llevó a cabo el
Congreso Argentino de las Cooperativas, basado en más de una treintena de encuentros
regionales y sectoriales previos, que dejaron como conclusión la necesidad de
acelerar la integración económica en alianza con otros actores y con el Estado.
“Eso permitirá conseguir un país y una región con más cooperativismo y una
sociedad más igualitaria”, resumió Guarco.

América, América
Un panel integrado por la alta dirigencia del Mercosur destacó el proceso
de integración regional a nivel popular y estatal, en el marco del Año
Internacional de las Cooperativas. “Vamos a defender con uñas y dientes el
trabajo de los argentinos y de los países del Mercosur. Tenemos políticas
autónomas, de crecimiento con inclusión social. Hacemos lo que cualquier país
independiente”, declaró el vice-canciller de la Nación, Eduardo Zuaín.
Dirigentes cooperativistas de Brasil y Uruguay completaron la mesa desde donde
afirmaron que el mundo mira cada día más a las cooperativas por su impronta de
cambio del modelo económico, apoyados en que en la región “nuestros gobiernos
progresistas hacen contacto los sectores de la sociedad civil que se encuentran
organizados”.
La OCB de Brasil, el Inacoop uruguayo, la Reunión Especializada de Cooperativas
del Mercosur y la regional de la Organización Internacional de Cooperativas de
Producción (Cicopa Mercosur) fueron algunas de las instituciones referenciadas
en el evento. “Si ellos globalizan el capitalismo, hay que globalizar también
la lucha y la esperanza”, indicó el histórico dirigente uruguayo Juan Sarachu.
“Tenemos que desarrollar experiencias de encadenamientos productivos para
asegurar la sustentabilidad. Con el dinero que los Estados utilizaron para
salvar a los bancos se podría alimentar a toda la población del mundo durante
600 años. Para cada problema socio-económico, hay una solución cooperativa”,
subrayó Sarachu.

Compromisos
Un día antes del cierre, el jueves 8, la presidenta de la Nación Cristina
Fernández dialogó con dirigentes de la economía solidaria, a través de una
videoconferencia.
 “El cooperativismo es sinónimo de un
país diferente, en donde importa lo que le pasa al otro. No hay una sociedad
donde unos pocos viven bien y el resto no. Este es el camino. Los felicito por
el esfuerzo y el compromiso comunitario y cristiano”, expresó la mandataria.
A renglón seguido, la ministra de Desarrollo Social del gobierno nacional,
Alicia Kirchner, instó a los referentes cooperativistas reunidos en Tecnópolis
a “seguir levantando los brazos por la creatividad, la riqueza de las ideas” y
señaló que la economía solidaria marcó “una bisagra” en el proyecto iniciado en
2003 por su hermano, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
La ministra ejemplificó que los Bosques de Ezeiza eran “el lugar del abandono”
y pudieron ser transformados en un nuevo espacio gracias a las cooperativas
organizadas por la federación de Cooperativas de Trabajo Unidas de Florencio
Varela (Fecootraun-CNCT), al tiempo que se refirió también a la reapertura del
diario Comercio y Justicia, de
Córdoba, después del cierre en diciembre de 2001.
“Estoy convencida de que seguiremos marcando rumbos con las conclusiones a las
que hoy se arriben. Vamos todos y todas, por una patria libre, justa y
soberana”, concluyó la funcionaria.
El panel lo integraron, además de la ministra Kirchner, el presidente del INAES
Patricio Griffin, el titular de Economía Hernán Lorenzino, los diputados
nacionales Agustín Rossi y Carlos Heller, el secretario general de la Central
de Trabajadores Argentinos (CTA) Hugo Yasky y el presidente de la Unión
Industrial Argentina (UIA) José Ignacio de Mendiguren. El sector cooperativo y
mutualista estuvo representado, entre otros referentes, por los presidentes de
Cooperar, Ariel Guarco, y de la Confederación Nacional de Cooperativas de
Trabajo (CNCT), Christian Miño.

Un debate tan añejo como la ley
Una de las comisiones fundamentales desarrolladas durante el VII Congreso
organizado en Tecnópolis fue la de “Instrumentos de financiamiento para la
economía solidaria”, en el marco de la cual expusieron referentes del sector,
entre los cuales cabe mencionar a directivos del banco cooperativo Credicoop.
Las premisas de la comisión y desde el área de microcréditos de INAES se
basaron en encontrar la manera de acompañar a emprendedores y organizaciones en
el desarrollo productivo mediante un financiamiento más adecuado.
“Debemos fomentar desde el Estado herramientas de financiamiento adecuadas para
la economía social. Con esa idea, en 2006 se sancionó la Ley de Microcréditos,
desde donde se financiaron desde ese momento 600 mil proyectos, a través de
1700 organizaciones sociales”, afirmó el coordinador de Microcréditos Cesar
Malato.
“Hay un total de 4000 millones de fondos provenientes de mutuales depositados
en entidades bancarias que podrían canalizarse. Sólo falta organizarse”,
consideró sobre los fondos disponibles para financiar los proyectos del
cooperativismo y el mutualismo.
Por su parte, Patricia Arpe relató la experiencia del Instituto Movilizador de
Fondos Cooperativos como organización administradora en la provincia de Córdoba
y la zona Atlántica, espacios donde constituyeron una red de gestión asociada
con un cumplimiento del 100 por ciento. “Hemos recuperado las microfinanzas
para la Esys, ahora debemos recuperar las macrofinanzas”, aseguró.
Juan Carlos Forgione, de la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito
(FACC), consideró que “la deuda de la clase dirigente con el sector cooperativo
aún no está saldada y, sobre todo con el sector de crédito, está lejos de
hacerlo. La respuesta es tan simple que la estamos obviando: el origen del
impedimento para financiar actividades del sector tiene que ver con la Ley de Entidades
Financieras de la dictadura, que nos impide fondearnos”.

(Fuente: Agencia Ansol y Cooperar)