“Pienso que no tengo mucho que decir, las fotos hablan por sí solas”, les dijo desde la Banca 25 el titular de la comisión pro Sociedad de Fomento del barrio Roca, Juan Ayala, a los concejales.

Representantes vecinales pidieron hacer uso de la herramienta del Legislativo para mostrarles la realidad del sector conocido como Bajo Rondeau o ex Caracol, área del noroeste bahiense que corre aproximadamente unas seis cuadras de Colón hacia Blandengues y de Pampa Central hasta las vías del ferrocarril.
“Nos está tapando la basura, hemos venido al centro a hablar con la Municipalidad, esté esta delegada u otra, nosotros hubiéramos hecho lo mismo. Lo que nos aqueja es esto: la basura. Ustedes ya vieron como está: mangueras pinchadas, carritos de cartoneros, terrenos usurpados, árboles que rompen las paredes de los vecinos… pedimos esto porque ya no sabemos qué puerta tocar”, afirmó Ayala mientras se proyectaba una presentación visual ilustrando el reclamo.
Por su parte, el presidente del Concejo Juan Pedro Tunessi reconoció que “las imágenes son elocuentes, es una realidad lamentablemente conocida pero que no se soluciona” y se comprometió a tomar en cuenta “sin ninguna duda” el planteo y “demandar las soluciones correspondientes”.
El cuerpo aprobó en sesiones anteriores pedidos de informe sobre el tema en varias ocasiones y “nos seguiremos comprometiendo en una salida para estos conflictos, algunos de mayor complejidad, otros de mera desatención”. Además, quedó pendiente un nuevo encuentro entre los fomentistas e integrantes de las comisiones correspondientes.

Abandonados
Ya fuera del recinto, Ayala explicó a EcoDias la dificultad que presenta el tema. Por un lado, la Delegación “hace lo que puede pero le faltaría un poquito más de garra en insistir”, y por otro, “no es solamente las mangueras pinchadas sino los recolectores que traen las bolsitas a la casa y las tiran en la esquina. Ese es el conflicto”.
“Hay que hacer una limpieza de fondo o tener un inspector en ese lado para que no se vuelva a tirar basura, algo hay que hacer, yo no soy experto, soy electricista”, insistió el vecino y comentó que Cliba pasa todos los días menos el domingo, pero sumado a los perros que hacen de las suyas en cualquier barrio hay en la zona caballos sueltos que rompen las bolsas con mayor facilidad.
Las imágenes mostraron una serie de canales con líquidos cloacales cubiertos de bolsas plásticas y otros residuos domiciliarios que se transforman en un continuo riesgo sanitario para la población.
“Tenemos un pedido hecho porque la vía está más alta que el barrio, hay unos ductos que pasan por debajo pero están más altos que la calle, tendrían que hacer alguna alcantarilla o bajarlos por lo menos en dos o tres calles que son las principales y desagotan los líquidos pluviales del barrio”.
Por esas calles circulan diariamente niños y niñas y el alumnado de la Escuela Especial 510, también San Dionisio cuenta con una salita de primeros auxilios y, según destacó Ayala, “hay gente detrás de ese barrio que está viviendo sobre un caño de gas de alta presión, por eso nadie hace nada para sacarlos, llegan a hacer un agujerito en la tierra y explota todo, salta a presión”.
Los terrenos pertenecen en un 80% al municipio y han sido usurpados “solamente para seleccionar la basura y el resto se tira en la esquina”. Allí vive un grupo de familias que clasifican residuos para comercializarlos y contar con una entrada económica, “lo que les sirve lo acopian para que venga después un camión y se los lleve”.
“Es un barrio medio carenciado, no sabría decir cuántas familias viven pero está todo habitado. Los únicos baldíos que hay son franjas de terrenos de muchos metros cuadrados, de unos 60 por 120, cercados con chapas y la Municipalidad no los mantiene limpios”, aseguró el fomentista.

“Hay vecinos sin interés”
Desde la Banca 25 aclararon que no están en contra de la delegada Mónica Mansilla sino que pretenden apoyarla: “Ella dice que no tiene maquinarias ni elementos como para trabajar y hace nueve meses que no pasa la máquina en las calles del barrio”.
La funcionaria informó que apuntaron a reorganizar la calle Belisario Roldán, se sacó la basura y se rellenó el “sector del pozo”, y se hizo una cancha de fútbol porque el vecindario quiere que los pibes participen de la Libafi el año próximo.
Mansilla agregó que si bien se está transformando el espacio verde barrial en una plaza “igualmente hubo algunos clasificadores o cartoneros que siguieron arrojando los residuos cerca de las vías y los desagües que van desde Rondeau y Moreno hacia Belisario Roldán”.
En la Delegación se mantuvieron encuentros con habitantes de calle Richieri para analizar el caso de “dos grandes familias que tiran basura y hace dos semanas se hizo un rastrillaje de doce personas con bolsas y sacaron todo lo orgánico y los plásticos, porque hay una gran proliferación de bolsas”.
“Después se trabajó con dos camiones y dos máquinas para sacar la basura que estaba frente a los dos canales principales que desagotan en el Belisario. Así le llamamos al colector principal que va por la calle de ese nombre con destino a la ría, pasando por el balneario Maldonado”, manifestó Mansilla.
Más que cartón, en el barrio se encuentran hierros o chatarrería porque hay “dos o tres vecinos que compran estos elementos”.
Se han dictado charlas en las escuelas sobre el cuidado del medio ambiente, la no contaminación del canal y los desagües por las consecuencias que derivan en la ría.
“Algunos vecinos nos piden canchas de fútbol pero es imposible porque no podemos desviar estos canales hasta tanto tengamos desagües pluviales con caños maestros importantes. Lo estamos viendo en Obras Públicas pero no nos dan los desniveles, hay un terreno más bajo que no tiene caída al mar, son inundables, muy salitrosos, donde las napas están muy altas. Hacemos una excavación de 50 centímetros en Roca al 2200, antes de llegar al terraplén de las vías, y ya tenemos agua”, concluyó Mansilla.