Se va la segunda
Fideicomiso cívico

Luego del rechazo por parte del Concejo Deliberante del proyecto de
fideicomiso financiero para la construcción de obras públicas por un total
de 30 millones de pesos con garantía de coparticipación, el Ejecutivo
intenta nuevamente utilizar la misma herramienta.

Ahora se trata de la finalización de la vieja estructura del centro cívico
en la peatonal Drago mediante la conformación de un fondo público-privado
de aproximadamente 13 millones de pesos. La comuna aportaría la mole de
hormigón, los empresarios desembolsarían dinero y ambas partes recibirían
su equivalente en metros cuadrados.
El intendente Cristian Breitenstein -en compañía del secretario de Obras
Públicas, ing. Rubén Valerio, y el presidente del Concejo Deliberante, dr.
Juan Pedro Tunessi- recordó que la construcción “hace décadas que se
encuentra olvidada y es uno de los símbolos más significativos de la
necesidad de mejorar algunas estructuras que van quedando en el tiempo
obsoletas y requieren un uso y una afectación pronta por parte del Estado”.
“Quiero destacar esto como una tarea básicamente conjunta. La verdad que
cuando decimos que juntos podemos hacerlo mejor podemos mostrar resultados
y este es uno de ellos”.
La propiedad del espacio estuvo en manos de la provincia de Buenos Aires
hasta que mediante la gestión de Tunessi -por entonces diputado provincial-
se traspasó el 50% a la órbita municipal por un plazo determinado para su
construcción. Más adelante, el ex legislador Jorge Otharán presentó una
reforma a la ley y se permitió disponer de la totalidad.
Ante la necesidad de financiamiento, el jefe comunal comentó que se “trató
de articular por vía de un esquema público-privado. Es decir, el municipio
tiene en su poder una estructura, no tiene la capacidad financiera propia
para ponerla en valor y para desarrollar todo el emprendimiento del
edificio, por lo cual se propuso un esquema de fideicomiso que permita
atraer inversores privados para terminarlo quedando como aporte municipal
la estructura”.
Los inversores obtendrán su contrapartida en oficinas, en tanto que el
Estado municipal retendrá su parte. La Universidad Nacional del Sur se
mostró tiempo atrás interesada en participar de la reconstrucción dado que
podría conectar los nuevos ambientes con la sede del Rectorado de Colón 80.

Por eso, las autoridades comunales pedirán prioridad para adquirir el
segundo piso pensando en una posterior negociación con la casa de altos
estudios. También se informó que habrá lugares para entes municipales u
otros organismos públicos y que “otras cámaras empresariales” ya “se han
interesado en el tema”.
“La disposición del patrimonio es a favor del fideicomiso pero con el fin
de que se termine la obra. No es una enajenación, una idea donde la
Municipalidad vende o se desprende de la propiedad, sino que la enajena a
favor del fideicomiso como un fondo de garantía para obtener financiamiento
y finalmente recuperar metros cuadrados de construcción para el uso público
y privado”, aclaró Tunessi.
Breitenstein agregó que hubo “iniciativas tanto del bloque justicialista
como de los opositores que han mejorado y han dado forma a una idea que
probablemente esté por votarse en el Concejo y esperamos que prontamente se
pueda concretar y recuperar un lugar histórico para la ciudad y emblemático
desde el olvido”.

Los planes de Valerio
El secretario Rubén Valerio brindó detalles técnicos referidos a la obra
para la que se llamará a una licitación pública donde “el municipio va a
hacer un aporte de lo que es la estructura y la tierra, y las empresas o
quien se presente deberá responder al municipio con metros cubiertos en
contraprestación a este aporte”.
Sobre el grado de terminación que tendrá la edificación, el funcionario
sostuvo que “cuenta con dos subsuelos, una planta baja y nueve pisos. En
total son 10 mil metros cuadrados aproximadamente, cada piso tiene 700 y el
último 300 y está dividido en cuatro”.
“No es fácil conseguir inversores por una planta completa de 700 metros. La
idea es pedir la división por piso en cuatro partes con todos los
servicios, ascensores y grupos sanitarios terminados en su totalidad. Las
plantas tipo van a ser con carpeta, sin piso, sin cielorraso y sin la parte
eléctrica propia porque depende qué tipo de oficina o negocio se pueda
poner allí, cada uno lo tendrá que adecuar”, explicó.
Las instalaciones serán íntegramente destinadas al uso de oficinas -“no va
a haber viviendas familiares”-, el edificio terminado tendrá un valor
aproximado de 13 millones de pesos y el aporte municipal rondaría los 4,5
millones. Queda establecer, según el monto definitivo al momento de la
licitación, la cantidad de metros cuadrados que corresponderán a la
ciudadanía.

Con este sí, con este no
¿Qué diferencia la creación de este fideicomiso del rechazado por el
deliberativo? Al decir del intendente, “el anterior era para obra pública y
este está afectado para una obra concreta donde el Estado ya cuenta con la
estructura que es nada más y nada menos que el 50%. Son decisiones
legislativas de las cuales no voy a opinar pero entendemos que en este caso
la figura del fideicomiso puede ser viable de aprobación”.
Uno de los fundamentos de la negativa del Concejo fue la incertidumbre de
los mercados financieros ante la crisis mundial que aún se mantienen, pero,
se trata de “escalas distintas y aquí no hay compromiso de coparticipación.
Hay tiempos de debates y hay tiempos de construcción”.
En este caso, si bien no está escrito en el expediente enviado a los
ediles, algunos bloques advirtieron que el rol de ente fiduciario recaería
nuevamente en Bapro Mandatos y Negocios cuando, a su entender, debería
licitarse. Al respecto, Breitenstein respondió: “Eso lo van a tener que
decidir los concejales”.