Si hay una extensión sanitaria que se encuentra totalmente desaprovechada, esa es la de Villa Amaducci. Su Sociedad de Fomento cuenta con consultorios acordes para que los vecinos del barrio puedan atenderse. Sin embargo, carecen de algo primordial: profesionales médicos.

Actualmente, Villa Amaducci cuenta con un médico generalista que a la vez hace de pediatra y va, como se dice en el barrio, tapando agujeros. Sin embargo, el sector sigue esperando que el municipio aporte los médicos y profesionales que corresponden y que beneficiarían a los vecinos. Por otra parte, el único médico pertenece al seguro provincial, es decir, está contratado por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Gustavo Asnes, presidente de la entidad fomentista, describió las carencias que sufre la extensión sanitaria del sector asegurando que “no tenemos enfermera, que sería importante porque así no se puede hacer ningún plan de vacunación ni aplicación de inyecciones ni tampoco asistencia médica alguna. No tenemos asistente social, y hace falta ya que tenemos muchas necesidades en el barrio y se necesitaría un relevamiento. Contamos con una psicóloga que es del barrio y nos ayuda de manera voluntaria pero no contamos con una que dependa del municipio así como tampoco contamos con un médico ginecólogo. En realidad, de parte de la Municipalidad no tenemos ningún servicio de salud”.

Sin remedios
La situación imperante hace imposible que se lleve a cabo un plan de medicamentos, lo cual genera incomodidad, por ejemplo, en pacientes que son atendidos en el Hospital Penna y van hasta Villa Amaducci para pedir remedios que les fueron recetados en el nosocomio. Por las razones ya descriptas no los pueden obtener: “Los tienen que derivar a las salas de Sánchez Elía o Anchorena y entonces esa persona se caminó 30 cuadras por un medicamento… es un castigo. Desde la Provincia está disponible el Plan Remediar pero si no tenés una enfermera, no te dan el plan. Tiene que haber alguien que controle todo eso y lo autorice por medio del médico”.
Según Asnes todavía no han recibido ningún tipo de respuesta al reclamo que han realizado a la Secretaría de Salud: “Dicen que lo van a ver, que hay que estudiar el tema…es esa la respuesta. El dr. Mena nos pide que estemos comunicados, que sigamos en diálogo pero nosotros no podemos decirle eso a la gente, tenemos que darle una respuesta satisfactoria”.

La rampa de oro
Por la forma en que fue construida, a la Sociedad de Fomento de Villa Amaducci -y por ende a la extensión sanitaria- sólo se puede ingresar después de haber subido una escalera. Esto hace incómodo y hasta peligroso el acceso para discapacitados, ancianos, mujeres embarazadas o con bebés en brazos.
Por ello las autoridades de la entidad fomentista han solicitado a la Secretaría de Salud municipal la construcción de una rampa para que a la institución puedan acceder todos. Desde el área de salud comunal se acercaron a Villa Amaducci con dos ingenieros, y posteriormente se realizó un informe de infraestructura que en síntesis sostiene que el costo de la misma orilla los $ 50.000: “Creemos que fue para desmoralizarnos y que bajemos los brazos, es una tomada de pelo. Ese presupuesto debe ser de mármol de Carrara y con hierros dorados porque sino no podría ser nunca ese valor. Más la mano de obra, se elevaría todo a $ 80.000. Ojalá nos dieran esa suma, haríamos toda la Sociedad de Fomento de nuevo”, finalizó Asnes.