Reseda

Eduardo Giorlandini

Leemos en las recopilaciones de letras de tango y escuchamos en las
grabaciones respectivas, unos versos que dicen:

“Al raro conjuro
de noche y reseda
temblando las hojas
del parque, también”

Estos versos pertenecen al tema “La novia ausente”, de Enrique Cadícamo
(la música es de autoría de Guillermo Barbieri, que fuera guitarrista de
Carlos Gardel y que murió junto a él en el accidente de Medellín).
Se trata de una planta de tallos ramosos y flores amarillas, que por su
olor agradable se cultiva en los jardines; reseda es también el nombre de
la flor.
El caso es que es de origen árabe y se le asigna un lugar,
principalmente Egipto. Tiene otros nombres. Ha sido usado con fines
terapéuticos. Es una planta dedicada a San Lucas, quien al parecer se
servía de esta planta empapada de aceite para dar unciones a los enfermos.
Es símbolo de la dulzura y en la mística divina tiene una relación muy
particular con la Virgen María.
Como sucede con casi todas las cosas, uno no puede quedarse con un solo
texto o una sola definición de un diccionario o manual y, entonces -en el
tema que me ocupación en la obra de Vilarnau y Guardo, Jardinería, el
vocablo no se consigna como reseda sino resedá, y allí se menciona que es
una planta vivaz, con 20 o 40 centímetros de altura, con hojas oblongas,
flores de color verdoso, perfumadas, y con distintos rasgos y colores, no
solamente las flores amarillas o verdosas, como lo acabo de mencionar.
Como la floración se produce en primavera y verano, deberíamos derivar
que el recuerdo que hace la letra del tango se relaciona con una noche de
primavera o verano, y siendo el autor de la letra un porteño -aunque
también vivió mucho en París- el parque que menciona puede ser un parque de
la ciudad de Buenos Aires o de París. Pero como se advierte en estos
comentarios, una planta antigua de origen árabe vino a parar a la letra de
un tango, hecho en 1933.
Queda por averiguar si Cadícamo, en ese año, estaba en Francia o en la
Argentina, o en los Estados Unidos. El dato no tiene gran importancia, dado
que la planta es conocida en casi todo el mundo.
La familia se compone de unas 60 especies de Europa, África del
Nordeste y California y, de manera sobresaliente de la región mediterránea,
y en casos presentan flores agrupadas en racimos. La reseda, por
antonomasia, oriunda de África Septentrional, se difundió en todo el mundo,
escriben Gola, Negri y Cappelletti, en su Tratado de Botánica.