El miércoles pasado el rector de la Universidad Nacional del Sur Guillermo Crapiste y el secretario general de Ciencia y Tecnología Alfredo Juan, anunciaron la concreción de un subsidio de casi siete millones de pesos de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica para repatriar científicos con dedicación exclusiva a la docencia y la investigación, y poner en marcha obras menores de infraestructura.

“Es un proyecto que se venía armando hace casi un año tras una convocatoria que hizo la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica que depende del nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Primero fue un concurso de de ideas, y finalmente el proyecto donde la UNS fue favorecida con uno de los más grandes”, informó Crapiste.
La suma que recibirá la universidad bahiense casi duplica el monto presupuestado para el año en curso en el rubro “Ciencia y técnica” que alcanzó los 3.200.000 pesos. Se apuntará también al desarrollo de áreas como biotecnología, bioquímica, tecnología de materiales e ingeniería eléctrica; con investigaciones sobre trigo, Alzheimer, biocombustibles, energías limpias, entre otros temas.
El proyecto «Fortalecimiento de la base científica y la capacidad tecnológica en áreas estratégicas» fue coordinado por el dr. Juan, quien adelantó que el dinero será destinado a la “radicación y repatriación de investigadores, algunos de los cuales ya han retornado, en un número total de 17 personas y la concreción de 14 becas para la formación de doctores”.
“Las becas son particularmente importantes porque incluyen dentro de la formación la posibilidad de una estadía en el exterior, cosa que no es típica, y hay un énfasis en tres becas para la formación en el exterior en oceanografía, un tema que se quiere reactivar, y es una de las áreas prioritarias en este programa”, detalló el titular de Ciencia y Tecnología.
Ya están en nuestra ciudad Verónica Dodero, química que estudiará materiales; Fernando Gregorio que desde el área de Ingeniería Eléctrica trabajará en tecnología, información y comunicaciones; Rodrigo Moro en Filosofía; Fernando Prado, de Física; y Gabriela Luciani, de Agronomía.
El resto se incorporará, según explicó Juan, “en el transcurso de los próximos dos años, en la medida que no se perturbe el trabajo actual que tienen en otros lugares y también ese regreso depende de cierta adecuación en infraestructura. Hemos conseguido un aporte de casi un millón de pesos y en otro 600 mil pesos para la locación de laboratorios que están incluidos en el marco de este proyecto”.
Los destinos de los cuales provienen los profesionales -que no superan los cuarenta años de edad- son Estados Unidos, Finlandia y el Instituto Balseiro dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo.
La propuesta del retorno incluye el ingreso a la carrera de Investigador Científico y Tecnológico del Conicet y, “para fortalecer el vínculo” con la casa de altos estudios, se les otorgarán cargos de profesores universitarios.

Los objetivos
Las áreas que se financiarán fueron propuestas por la UNS y para ello “se articuló cruzando diferentes departamentos y estimulando que el trabajo sea interdisciplinario”. De esta manera, buscaron resolver problemas “más que intentar incrementar lo que ya sabemos”.
La oceanografía es una actividad que tiene un importante desarrollo en la universidad y el Conicet. Según el secretario de Ciencia y Tecnología, “la Nación tiene una carencia importante en la materia. Hay una sola universidad que otorga el título de oceanógrafo destinado a una sola especialidad: oceanografía física. Pero las ramas habituales que tenemos acá, química marina y geológica, no están potenciadas en ningún lugar y es un recurso natural de gran importancia e incluso estratégico, que en principio parece que se quiere reactivar”.
Para biotecnología las autoridades pretenden incorporar recursos humanos que contribuyan a incrementar la competitividad y sustentabilidad de la cadena de valor de trigo, una de las principales producciones agrícolas de la región.
Las tecnologías de la información y las comunicaciones constituyen un área que agrupa la actividad de cuatro departamentos: Ciencias e Ingeniería de la Computación, Ingeniería Eléctrica y de Computadoras, Economía y Matemática. También aquí se apuesta a consolidar los recursos humanos en las áreas de tecnología, microelectrónica y desarrollo de sensores.
Los Departamentos de Agronomía, Ingeniería Química y Biología recibirán financiamiento para desarrollar tareas científicas sobre biocombustibles y para el desarrollo de nuevos materiales se destinarán fondos a los Departamentos de Física, Química, e Ingeniería Química.
En estos últimos el énfasis se pondrá en materiales nanoestructurados con aplicaciones a la generación de energía limpia y materiales inteligentes. Asimismo, se propone el estudio de tecnología de partículas de utilidad en formulaciones farmacéuticas y agroquímicas en Química.
En tanto, para Biología se realizarán estudios sobre enfermedades neurodegenerativas, como el mal de Alzehimer. Y por último, se propuso incorporar un filósofo de la Ciencia, para aportar un marco de referencia a los aspectos fundamentales de la intervención de la ciencia en seres vivos y el medio ambiente.

Infraestructura
En cuanto a las obras mencionadas, cabe destacar que la UNS obtuvo otros tres subsidios por 918.753 pesos, que se utilizarán en infraestructura para los Departamentos de Agronomía; Biología, Bioquímica y Farmacia, e Ingeniería Eléctrica y Computadoras.
Además la entidad universitaria recibió 600 mil pesos para obras menores, dentro del programa “Investigadores relocalizados”. Este dinero será destinado a mejorar los espacios físicos de Ciencia y Tecnología, donde actuarán investigadores y se instalarán equipos. Entre las obras previstas cuentan la readecuación de laboratorios, gabinetes y oficinas, y mejoras de tipo general en redes de gas y eléctricas.