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Reforma del código de planeamiento

Reforma del código de planeamiento
Exigen participación vecinal

Representantes de la Comisión Vecinal Interbarrial comenzaron el lunes una
campaña de concientización y junta de firmas para avalar una serie de
lineamientos generales que serán presentados ante la Municipalidad en el
marco de la reforma del Código de Planeamiento Urbano bajo la consigna de
ser beneficiarios del progreso y no sus meras víctimas.

Esta comisión reúne a vecinos y vecinas de los barrios Universitario,
Napostá, Centro y aledaños movilizados a partir de la masiva construcción
de viviendas multifamiliares o “palomares” que aumentaron considerablemente
la densidad poblacional y alteraron la calidad de vida al romper con las
características históricas de esos sectores y colapsando los servicios
públicos.
Walter Fonseca, integrante del grupo que se acercó a la Plaza Rivadavia
para presentar la campaña, explicó a EcoDias que “la iniciativa tiene por
fin que en la reforma del Código se ponga una mesa de discusión entre todos
los sectores intervinientes. Los profesionales, los funcionarios y los que
van a recibir los beneficios, tanto positivos como negativos, que somos los
vecinos”.
Al respecto, desde la Comisión estudiaron cómo se realizaron reformas en el
planeamiento de otras ciudades nacionales e internacionales y confirmaron
la “amplia participación de todos los sectores involucrados”.
Por su parte, Ana Lloret sostuvo que pidieron “desde el primer día
participar, consta en actas del Concejo Deliberante cuando ocupamos la
Banca 25. Lo que le explicamos a la gente es lo que decimos a los medios,
esto pasa en muchas ciudades del mundo, no es un invento nuestro, en
definitiva, ¿quiénes viven en la ciudad? Los vecinos. Entonces, ¿quiénes
tienen que decir o dar una opinión de en qué tipo de ciudad quieren
vivir?”.
“Se juntaron más de 300 firmas, la respuesta de la gente es buena. Se
siente representada por los puntos que hemos planteado y no es otra cosa
que producto de lo que fuimos viendo y discutiendo en todo este período”,
relató Pablo Giustiniano.
Según informó la Municipalidad en su parte de prensa a fines de octubre, la
Unidad de Reformulación del Código de Planeamiento Urbano se encuentra
relevando y analizando proyectos sobre las primeras áreas de tratamiento.
El ente coordinado por el arquitecto Marcelo Lenzi sumó -mediante un
convenio marco- a los colegios profesionales y las universidades locales,
al trabajo del equipo técnico comunal de la Dirección de Planeamiento,
Catastro, Vivienda y Proyectos Urbanos, la Agencia de Desarrollo y la
Agencia de Inversión.
“No sabemos de qué se trata realmente y eso nos preocupa porque si uno no
levanta la voz en esta ciudad bendita hasta ahora no hemos encontrado
respuesta”, se quejó Fonseca.
Cabe destacar que las modificaciones que se realicen al Código de
Planeamiento no serán aplicadas solamente a los barrios afectados en su
momento por el “corralito urbano” sino para todo el Partido de Bahía
Blanca.

Lineamientos generales
“Tenemos un montón de puntos, no sólo hemos denunciado sino que queremos
aportar algo”, afirmó Giustiniano y Fonseca agregó que “vimos que en otros
lugares donde se han reformado los códigos los vectores con que se trabaja
son casi todos iguales. Hay un respeto por la identidad de los barrios, en
los lugares donde se puede extender la ciudad se trabaja en ese sentido
incorporando nuevas tierras, buscando edificaciones bajas. En todo esto el
tema de los servicios es esencial”.
Asimismo, hay cuestiones particulares propias de cada localidad, “en estos
casos decimos: hoy no se puede construir ya viviendas multifamiliares donde
los límites han sido sobrepasados de construcciones. El Barrio
Universitario, parte del Centro y Napostá no tienen servicios adecuados
para sus habitantes, por eso hasta que no haya provisión de agua y cloacas
como tiene que ser, tendría que dejarse de construir”.
Las zonas que entienden podrían desarrollase son por ejemplo las de Villa
Mitre, Tiro Federal, Noroeste. Destacaron que de esa manera la misma
expansión vendría acompañada con mejores servicios, transportes, etc.
Giustiniano insistió en que más de las propuestas orientadas a la densidad
poblacional, la necesidad concreta es la de participar: “Somos ciudadanos,
pagamos impuestos, tenemos derecho a poder opinar respecto a qué ciudad
queremos. Aclaro esto, porque ha habido un falso enfrentamiento que nos
impusieron que era que nosotros estábamos en contra de la construcción, y
no es ese el planteo, para nada. Sí estamos en contra de hacer las cosas a
la bartola”.
“No es un capricho, es la realidad, que quede claro que no estamos en
contra del progreso de la ciudad, pero no queremos terminar siendo sus
víctimas. Si seguimos así lo que vamos a lograr es eso. En todo país
civilizado en las reformas de las ciudades se incluyó a los vecinos, así es
la democracia”, se sumó Lloret.
Giustiniano opinó en cuanto a la posibilidad de que se concrete el llamado
por parte de la comuna que “las esperanzas siempre están, por eso estamos
en la lucha persistente. No creo que sea una cosa inmediata y fácil pero
siempre va a depender de que la gente se involucre”.
“Esa es la enseñanza que todo esto da. La participación ciudadana no puede
quedar en el voto cada cuatro años, ese es el gran problema, el no tomar
conciencia de que tenemos que involucrarnos en todo, desde una sociedad de
fomento hasta una cooperadora escolar; sino no vamos a modificar nada”,
concluyó.

A pesar del corralito
Ana Lloret comentó que finalizado el plazo de vigencia de la ordenanza
14.563 que establecía la prohibición de construir y las restricciones
posteriores, “sigue todo igual, hagan un recorrido por las obras y fíjense
si tienen las vallas de contención, fíjense el edificio que están haciendo
en Alsina y Lamadrid, el dueño de la casa de al lado se tuvo que ir, el
muro de contención que pusieron es una media sombra que llena de cemento
corre el riesgo de caer derechito a la vereda”.
“Pero tampoco es el riesgo del vecino que se le caigan los hierros o
chapas. Y los chicos que están trabajando en esas obras, ¿qué seguridad
tienen? ¿Qué protección tienen si ves esos andamios agarrados con una soga
que con un golpe de viento se balancean…? No cambió nada”.
En cuanto a los consecuencias sufridas, a modo de ejemplo, Giustiniano
mencionó que en Nicaragua y Alvarado hay problemas recurrentes con las
cloacas o en Alvarado 1500 “una vecina que vive hace doce años y jamás tuvo
un problema, no fue más que inaugurar un edificio que le construyeron
pegado y al otro día se le inundaron las cloacas en la planta baja”.
Otro caso que lo llevó a presentarse ante la justicia es por un caño
pluvial anulado que vuelca permanentemente líquido cloacal en el canal
Maldonado. “Estoy en calle 1° de Mayo, la Municipalidad comprobó lo que
habíamos denunciado, que las dos bocas de tormenta se dirigen a una boca
central y desembocan en un solo pluvial y el otro está anulado. Hace poco
estuvo Absa, rompió, encontraron una rotura en los caños y volvieron a
tapar pero el líquido sigue saliendo”.

Propuestas
La Comisión de Vecinos Interbarrial “CVI” tiene una serie de propuestas que
pretende sean reconocidas en la Reforma del Código de Planeamiento Urbano
de nuestra ciudad, entre ellas:

– Aplicación del factor “densidad por manzana y proporcional por parcela”
para la autorización de nuevas construcciones.
– Servicios básicos (luz, gas, agua y cloacas) adecuados y suficientes para
la densidad poblacional asignada a las distintas manzanas de la ciudad.
– Responsabilizar a las empresas prestatarias de servicios públicos (luz,
gas, agua y cloacas) por incumplimientos en la calidad del servicio y en
las inversiones prometidas y necesarias para la ciudad.
– En sectores críticos y hasta tanto no se mejore la infraestructura de
agua y cloacas, no autorizar la construcción de nuevas viviendas
multifamiliares.
– Respetar la identidad de los barrios y zonas con características
definidas, preservando su aspecto, así como sus antecedentes de densidad
poblacional.
– Asesoría Letrada en Obras Particulares para que nunca más se violen
ordenanzas por “malas interpretaciones”.
– Promover la protección de los edificios de valor histórico, tradicional o
arquitectónico, salvaguardando sus características, y otorgándoles valor
referencial para su zona.

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2011-10-25 10:11:13
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