En el Concejo Deliberante se sigue esperando información oficial de parte de ABSA acerca de la situación local respecto a la escasez de agua. Como las respuestas no llegan, se plantean otros recursos para que la empresa dé explicaciones.
Desde algunos bloques hay gran pesimismo por lo que pueda pasar en la ciudad en el corto plazo. Hay quienes arriesgan que vamos a depender solamente de que llueva.

La cota del Dique Paso de las Piedras aumentó un poquito, pero no más que eso, sólo un poquito, y ese poquito no alcanza.
Todo arrancó el pasado lunes 16 cuando Bahía Blanca comenzó a ponerse húmeda, el cielo bastante negro y unas intensas lluvias cayeron en la ciudad. Por momentos parecía, como se dice en el barrio, que el cielo se venía abajo. Y esta situación, que en otro momento hubiera provocado mal humor, generó esperanzas y expectativas por la falta de agua que se vive en los distritos de Bahía Blanca y Coronel Rosales en particular. Sin embargo, y pese a que llovió como hacía rato, el agua que cayó no fue suficiente. La cota del dique, se insiste, se elevó sólo un poquito… un centímetro.
Toda esta breve reseña de la última lluvia bahiense viene a colación porque, desde algunos sectores, se sostiene que la solución a la crisis hídrica que vive la ciudad va a depender de la lluvia. Y esta afirmación va más allá de las obras y demás cuestiones que se están realizando para paliar la situación.
El Concejo Deliberante es escenario de varias polémicas sobre el tema. Desde allí se piden informes a ABSA, se discute con el oficialismo por las posibles sanciones económicas al consumo indebido y hasta se piden audiencias públicas como la que se hizo con los buques regasificadores.
EcoDias conversó con la edil Aloma Sartor (UCR), quien intentando pasar en limpio todo lo que se estuvo viviendo y diciendo en las últimas semanas, relató: “El Concejo, como institución importante de la ciudad, no recibe información oficial de parte de ABSA, de la Autoridad del Agua, del Ministerio de Desarrollo y Servicios Públicos desde hace muchísimo tiempo. La verdad es que han dejado de venir a este ámbito y eso no ha permitido construir un clima favorable. Esto se traduce en este pedido de audiencia pública que veremos cómo se organiza y en qué condiciones se hace. Si esta audiencia pública sirviera para que los organismos se vean en la obligación de mostrarles a la comunidad y sus representantes toda la información que por ahora ocultan, ya sería un hecho realmente importante. Si no se logra, la verdad, sería otro paso más hacia la dirección del escándalo”.
Sartor coincidió con que se trata de algo lamentable el hecho de tener que llegar a convocar una audiencia pública únicamente para recibir información de la empresa: “Es el peor de los problemas porque, por empezar se han decidido obras y acciones, se ha ido para atrás y para adelante montones de veces dando una sensación de que estamos en manos de gente que va como especulando y que no pareciera que su evaluación sea muy seria. Pensar en un plan de manejo de la emergencia que siga el mismo camino que lo que ha habido hasta ahora, no da ninguna tranquilidad”.

A ducharse con el bidón
Y si no da tranquilidad, señala Sartor, es porque parecería que ABSA quisiera responder a la emergencia hídrica a través de la distribución de bidones de agua: “Si ya firmaste un contrato con una empresa embotelladora y ya tenés contratado y pagado algo así como 400 mil pesos en bidones de agua para la emergencia… no es serio. Esta es una emergencia sostenida en el tiempo y esa es la diferencia fundamental con cualquier otro tipo de emergencias. ¿De cuántos litros de agua están hablando? ¿En cuánto tiempo y qué costo va a tener eso? ¿Qué logística hay que ponerle para distribuir, qué residuos van a quedar? No es posible pensar una emergencia de agua en la ciudad sostenida en el tiempo con bidones de agua”.
A lo dicho sumémosle que toda esta cuestión sale dinero, una cantidad, opina la concejal, que pagaría las obras sobradamente.
Justamente, y hablando de obras, Sartor señaló que las mismas han tenido un atraso de meses que significan agua del embalse que se sacó de más: “No fue gratuito el tiempo de atraso. Acá no están todos los recursos puestos donde las empresas pueden multiplicar sus esfuerzos para construir y acelerar los tiempos. Los recursos han venido a cuentagotas. Entonces, lo que las empresas van poniendo es de a poco y esos tiempos son tiempos que no se ajustan a la complejidad del tema y a la urgencia que tiene”.

Cuando no se está a la altura…
Con este escenario a la vista y volviendo a lo planteado al comienzo de la nota, para la concejal, los bahienses dependemos exclusivamente de las lluvias, “lo cual es lamentable. Decir esto en una ciudad que se supone que tiene gente que piensa, mecanismos institucionales, autoridades y demás es realmente lamentable. Pasa que lo que se ha mostrado hasta ahora lo va corroborando. Me gustaría decir que hemos estado a la altura del problema que nos ha tocado, pero no es así, hasta ahora no hemos estado a la altura.”.
Para demostrarlo, ejemplifica con los anuncios que se realizan, los cuales calificó de irrisorios: “Cuando te hablan de plan de emergencia te hablan de simulacros como en la época de la guerra de Malvinas… ¿De qué están hablando? ¿Cómo vas a asimilar una hipótesis de guerra con no tener agua, con montones de sectores de la población que no tienen agua?
Al finalizar, la edil cargó nuevamente contra ABSA al hablar de la falta de transparencia y del ocultamiento de la información por parte de la empresa: “Es una característica de la empresa ABSA desde su inicio. Antes de la crisis tenía que ver con manejar toda la información para quedarse ellos con las decisiones sobre las obras, las licitaciones, adjudicaciones, etc., y no abrir el juego. Decidir ellos qué hacer, cómo, dónde y a través de quién para beneficiar a tal o cual. Eso fue antes, pero ahora, en la etapa de la emergencia, se han entrampado de tal forma que tampoco pueden mostrar la información porque lo que estarían mostrando es todo lo que no han hecho o han hecho mal en este tiempo y en años anteriores”.

Ejemplo grotesco
Ante lo dicho y lo denunciado por la edil, uno de los ejemplos que expuso fue el de la Planta Potabilizadora Tercera Cuenca de la cual siempre se dudó de su funcionamiento y se señaló que produce contaminación: “Es el ejemplo más claro, más obvio y más grotesco. Allí hubo responsabilidades, hubo inversiones, hubo adjudicaciones y no pasa nada. El gerente de la planta decía que funcionaba cuando nosotros veíamos la filmación de que por supuesto no funcionaba. Luego, sacan una nueva apertura de licitación con una cantidad de obras que demostraban que no eran sólo bombas las que estaban mal. Esto es algo vinculado al estado. Uno siente que habla cosas redundantes que son de tal grado de obviedad que es obsceno hablar siempre de lo mismo, pero no queda otra que seguir remarcando esta situación”.
El ocultamiento de la información no es inocente, sentencia Sartor: “Estamos en una emergencia en manos de esta gente, eso es muy complicado”.
Ojalá que llueva…