Un proyecto propone un sistema de premios para los vecinos que cuiden sus árboles y a la vez sanciones para aquellos que no lo hagan.

Desde el bloque de concejales del Frente para la Victoria se presentó un nuevo proyecto de promoción y fomento del arbolado urbano. El mismo fue elaborado a través de las universidades, entidades y profesionales que forman parte de la Comisión de Arbolado Urbano y tiene como eje principal crear un sistema de premios y sanciones que repercutirían en la tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL).
Según la edila Marita Brussa, autora del proyecto, en principio “se le daría al vecino que cuida su árbol, el beneficio del 5% de reducción de la tasa del ABL y por otro lado sancionaría al vecino que se desentiende del árbol que no lo cuida o lo tala con un 15% de aumento de la misma tasa”. No precisó cómo sería la implementación ni el control exhaustivo de la medida.
Por otro lado, la idea es que se contemple todo lo referente a educación tanto a nivel escolar como barrial y que se prevea la zonificación de la ciudad para llevar a cabo este sistema: “Eso lo determinará el Departamento Ejecutivo, cómo va a comenzar el proyecto, si por determinada zona, barrio, manzana o lo que fuera para lo cual se necesita un diagnóstico que dan los censos. Sabemos que se ha hecho uno en toda la zona del macrocentro así que allí ya tenemos datos certeros”.
En cuanto en Bahía Blanca existe la carrera de Agronomía, y en ella está incluida la cátedra de Arboricultura, también se busca que se celebren convenios con la UNS para que los alumnos avanzados de la carrera trabajen junto al municipio en el censado.

El vivero municipal
Según Brussa, la nuestra es una ciudad a la que le falta cultura de arbolado. Si bien hay vecinos que se preocupan por el ejemplar plantado en su vereda, regándolo y tratándolo, hay quienes se mantienen desentendidos del mismo “y hay los que llegan al extremo de tapar el recinto, cosa en la que el Estado municipal debe estar atento porque va en contra de la ordenanza 7450 que prevé que cada tantos metros tiene que haber un recinto”.
Aclara la concejala que más allá de este sistema de premios y sanciones no se dejarían de aplicar los castigos que prevé la ley provincial y las ordenanzas municipales en cuanto a podas o talas severas.
Volviendo a la promoción y fomento del arbolado, el proyecto pide la puesta en valor del vivero municipal en función de desarrollar un plan a mediano y largo plazo de lo que sería el arbolado en nuestra ciudad. Quienes conocen y trabajan en el tema han sugerido diferentes especies que van de acuerdo al ancho de las veredas y las distancias entre un árbol y otro. La idea es que de esa manera el vivero municipal se concentre en la producción de doce a quince especies que sean beneficiosas para Bahía Blanca y que de aquí a unos años el vecino pueda retirar de manera gratuita su ejemplar del vivero: “Y que haya los controles necesarios del estado municipal para que este plan de promoción sea llevado a cabo con éxito. Tenemos que tratar de acuerdo al ancho de vereda, no es lo mismo una vereda ancha como Colón que acepta perfectamente los plátanos que una angosta como Berutti, en ese caso hay especies de tercera magnitud que son los árboles más chiquitos que se pueden colocar”.

Educando
Decíamos que el proyecto contempla el ámbito educativo. Es por eso que se va a empezar a nivel escolar una experiencia piloto similar a la realizada en un jardín de infantes de Punta Alta donde se involucra a los chicos desde el hecho de plantar semillas hasta producir un árbol: “Además, el ingeniero Norman Disec tiene mucha experiencia porque ha trabajado en sociedades de fomento con gran éxito en cuanto a concientización y educación, y la gente se había prendido mucho. Es importante trabajar a nivel barrial porque los mismos vecinos son los que luego se encargan de ser multiplicadores y controladores de esto. Necesitamos que el Ejecutivo esté presente en las reuniones y que lleve a cabo esto, porque sino se pone al frente se hace muy difícil”.