POR LA VUELTA DEL CONSEJO VECINAL
Participación en Villa Rosas

“No podemos esperar que todo lo resuelvan nuestras autoridades
municipales, provinciales o nacionales, sólo por adivinación: es nuestro
deber informar en forma permanente, y si no resulta, hacerlo en forma
insistente”.

El sábado 13 de mayo, en la Sociedad de Fomento del barrio San Martín,
se realizó un encuentro de instituciones intermedias de la zona sur de
nuestra ciudad para coordinar la labor conjunta en pos de “imponer a las
autoridades que corresponda, los pedidos recogidos entre nuestros vecinos”,
y “proponer, las soluciones que a nuestro entender serían las más
propicias, prácticas, rápidas y mejor vistas”.
Participaron los representantes de 11 Sociedades de Fomento, el
delegado de Villa Rosas, Luis Alarcón, el presidente del Concejo
Deliberante, Juan Pedro Tunessi, el presidente del Consejo Vecinal Norte,
Gerardo Hipperdinger, y miembros de organizaciones intermedias, entre
otros.
Al inicio de la reunión, para repasar las conclusiones del último
encuentro hicieron uso de la palabra los anfitriones: Luis Cintas
(presidente de la Sociedad de Fomento de San Martín) y Carlos Conti
(tesorero), quien afirmó que “al delegado anterior no le conocía la cara,
hoy vino, nos visitó… después veremos qué hace, porque los pingos se ven en
la cancha”.

Estamos trabajando
Sobre fines de 2005 los vecinos organizaron el “Encuentro Interbarrial
Zona Sur”, donde participaron 29 instituciones entre sociedades de fomento,
escuelas, clubes, cooperadoras escolares, iglesias, centros de jubilados y
otras entidades intermedias.
Trabajaron en tres comisiones que debían plasmar las problemáticas
comunes y proponer posibles soluciones.
Los temas tratados fueron: la implementación de censos; el análisis de
la calidad y cantidad de servicios de las unidades sanitarias; la
participación de las instituciones en la adjudicación y control de la
entrega de alimentos y planes sociales; la relación con la Delegación Villa
Rosas; el análisis del transporte público de pasajeros; la creación de
espacios verdes; los nuevos asentamientos; las viviendas, lotes y galpones
abandonados o usurpados que representen riesgo social; y la coordinación de
esfuerzos entre las propias instituciones.
Por ejemplo, respecto a este último punto se advirtió que “hay
sociedades de fomento incipientes, que son voluntades a las que les cuesta
despegar porque si no brindan servicios la gente no se acerca”. En este
sentido se propuso como principio de solución que “las sociedades
desarrolladas presten sus instalaciones y servicios a los asociados de
otros barrios que lo necesiten”.

Tunessi apuesta al Consejo Vecinal
“Me parece un sano ejercicio que muchas instituciones se reúnan para
tratar estos temas. Necesitamos organizarnos”, dijo a su turno Juan Pedro
Tunessi, destacando también la posibilidad de rearmar el Consejo Vecinal
Villa Rosas afirmando que “me parece que ese es el mecanismo para tratar
todos estos temas”.
De esta manera entonces, se acordó normalizar este importante espacio
que permitirá institucionalizar los reclamos de las organizaciones
intermedias y brindarle al delegado la oportunidad de tener un órgano
consultivo calificado.
Tunessi además, tomó nota de las problemáticas y posibles soluciones
aportadas por los vecinos, dio algunas explicaciones respecto a los “vacíos
urbanos”, la situación del trasporte público y las redes ferroviarias que
cruzan la ciudad.

Barajar y dar de nuevo
Tras la primera y frustrada experiencia del Consejo Vecinal Villa
Rosas, creado y reglamentado -al igual que sus pares de Las Villas y Norte-
por la Ordenanza 11.676 del año 2001, EcoDias conversó con los
protagonistas que en aquel momento sufrieron el mal uso y la falta de
interés de las autoridades municipales para con una institución que pudo y
puede hacer mucho más para mejorar la calidad de vida de los vecinos.
“Se empezó a trabajar bien pero los miembros de la Comisión Directiva
no tuvieron la suficiente experiencia para luchar contra la intención de la
gestión Lopes de desarticular el Consejo”, sostiene la fomentista de Villa
Rosas, María Elena Giménez, asegurando además que “el delegado Oscar
Brandán fue quien no quiso trabajar con nosotros y prometió hacerlo
directamente con las sociedades de fomento, lo cual encima fue un doble
discurso porque ni siquiera trabajó con éstas”.
“Es cierto que en aquel entonces el Consejo Vecinal no funcionaba a las
mil maravillas pero funcionaba. Así que ahora tenemos que recrear algo que
en realidad nunca dejó de existir”, reflexiona María Elena de cara al
futuro.
“Todos estos temas nos demostraron que no estábamos hablando del
funcionamiento de una salita médica sino de temas fundamentales que tienen
que ver con mejoras para todo el sector sur de la ciudad. De última, nos
fuimos dando cuenta que estábamos tocando temas comunes a todos y que hacen
a la creación de un consejo vecinal, es decir, nació como una propuesta
interdisciplinaria pero apuntó hacia la constitución de un Consejo”,
explica Juan Carlos Conti, de San Martín, respecto al resultado de las
reuniones y los trabajos en comisión.
De más está decir que en este tipo de proyectos de organización social,
donde interactúan tantas instituciones, y sobre todo teniendo en cuenta los
errores anteriores, no todo es color de rosas. Algunos protagonistas
todavía tienen sus reticencias y recaudos ante la normalización del Consejo
Vecinal.
Por ejemplo, Hebe Benavente de Villa Delfina sostiene que “habiendo una
sociedad de fomento no tiene sentido el funcionamiento de un consejo
vecinal, ya que no los favorece porque son dos cosas trabajando en lo
mismo. De hecho, cuando funcionaba produjo un choque frontal con las
instituciones fomentistas y las autoridades municipales”. Igualmente,
aclara que ésta es una postura personal y que de normalizarse “lógicamente
participaremos… habría que ver quién y cómo van a trabajar”.