Siguiendo con el análisis de la problemática del pavimento en la ciudad, EcoDias dialogó con Francisco Nardelli, presidente del Colegio de Ingenieros, quien destacó la mala calidad del “riego asfáltico o asfalto frío” utilizado durante la gestión Lopes y la buena alternativa -cualitativa y económicamente hablando- que representa el “pavimento articulado”, además de suscribir el carácter caótico del tránsito local.
“El problema es muy complejo porque en un momento se construyó mucho, y ahora creo que podría volverse a construir en la misma forma. Tiempo atrás se pavimentaba pero pagaba prácticamente el vecino sin ningún tipo de crédito. Acordaba con la empresa una forma de pago y financiamiento, iba al municipio y si menos del 30% se oponía, se lo declaraba de utilidad pública y obligaba a todo el mundo a pagar el precio convenido”, sostuvo Nardelli y agregó que “así se hizo mucho pavimento y también servicios cloacales. Es un sistema que fue dando resultado. Después se fue variando, los préstamos ya son de tipo general: los toma la comuna y se los transfiere a los vecinos… entonces, es todo un problema de gestión municipal”.

Caos de siempre
El ingeniero recordó que “el municipio está gestionando un préstamo para hacer unas cien cuadras, no sé que tipo de pavimento ni dónde se va a realizar. Pero hay un doble problema porque el pavimento también va de la mano con el tránsito. En Bahía hay un caos, no hay una avenida que conduzca, y por otra parte si los colectivos tienen que pasar por zonas donde el pavimento es malo cuesta mucho mantenerlo”.
“El tránsito en la ciudad ha sido siempre caótico, nunca ha sido bien estudiado ni en forma completa. Todos los que hemos intervenido, tiramos parches”, reconoció el profesional quien resaltó “la inexistencia de vías de acceso y comunicación con los nuevos barrios asentados en la periferia”.
Además Nardelli afirmó que “toda obra que se vaya a realizar, por ordenanza y por ley, aunque la haga o la proyecte el municipio, requiere de un estudio de impacto ambiental. Si pavimentas en la parte alta de la ciudad y no contemplas los escurrimientos de agua que estás modificando, vas a hacer que el agua se junte mucho más rápido en la parte baja y se produzcan inundaciones. Lo mismo pasa con las cloacas cuando rebalsan los pozos en el interior de las casas. El problema del pavimento lleva aparejado esto. Así que estas cien cuadras que tienen intención de hacer requieren que se estudien desde todo punto de vista”.
Finalmente, si pensamos en prioridades, “la gente pretende el pavimento porque es lo que se ve y, aparentemente, le soluciona más el problema. Políticamente es algo que vos mostrás. En cambio, obras de infraestructura, como puede ser saneamiento, pluviales y agua misma, son obras que se entierran. Entonces vos ves que hay zonas con problemas sanitarios graves donde se saturan rápidamente los pozos y la gente, sobre todo de escasos recursos, en vez de llamar al carro atmosférico que le sale 90 o 100 pesos, termina tirando el líquido servido a la calle con lo cual genera un foco infeccioso”.