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PERIODISMO DE PERIODISTAS

PERIODISMO DE PERIODISTAS
Identidad de menores revelada. Eso no se hace

El periodista Germán Sasso prestó declaración indagatoria por la causa
que se le sigue por haber dado nombres y domicilios de menores en el
programa de radio “La Brújula”.
En la audiencia, Sasso admitió sus dichos, dijo que lo volvería hacer y
que la decisión de difundir la identidad de los chicos tuvo que ver con una
cuestión de protección a la sociedad.

La historia de este conflicto arranca el sábado 27 de septiembre de
2008 cuando en el programa “La Brújula”, que se emite por Radio 10, Germán
Sasso, uno de sus conductores, dio a conocer al aire, sin importarle las
legislaciones que lo impiden, una “lista siniestra” -según su calificación-
con nombres y apellidos de menores en conflicto con la ley, calificando a
éstos como “delincuentes de la peor calaña”. Lo acompañaban comentarios
aprobadores de sus compañeros de programa, Martín Noir y Jéssica Ripodas.
Fue así como en “La Brújula” se pudo escuchar a Sasso hablando de los
menores “que nos tienen como rehenes a todos los ciudadanos porque son
impunes” y promesas del estilo de “Vamos a dar la lista de los cinco, diez
menores más… bravos, más peligrosos, más incontenibles de la ciudad con
nombre, apellido y domicilio. Más allá de que sean menores, el interés
público está por sobre todas las cosas”,
Finalmente, Sasso leyó al aire la lista de los chicos aclarando que
“los jueces se oponen a que se den los nombres, la policía también los
mantiene en reserva siempre pero son delincuentes de la peor calaña”.
Además, mientras cometía la falta de difundir los nombres, informó que en
la emisora se estaban recibiendo mensajes de oyentes opinando que era un
error lo que estaba haciendo, pero Sasso insistió: “Bueno, creemos que está
bien, por eso lo publicamos”.
También se pudieron escuchar comentarios como: “Me parece que es
importante saber dónde se afincan los menores delincuentes, no hay pena
desde el punto de vista legal, bueno, por lo menos, que la gente tenga o
-‘que tome recaudos’, acotó Noir- sepa donde viven”, mientras que cuando se
iba difundiendo la lista, la periodista Ripodas enumeraba una serie de
hechos policiales que le corresponderían a cada uno.
Por si fuera poco, Sasso agregó: “Hay algunos que hacen una especie de
comparación o compensación tan estúpida que dicen, ‘bueno, son chicos
marginales’, por eso tiene derecho a robar, a matar… y no es así, no tienen
derecho a robar o matar porque tuvieron una vida difícil o porque son
marginales”.

Recusaciones rechazadas
A Germán Sasso, sus decisiones y sus particulares formas de hacer
periodismo e interpretar las leyes, no lo llevaron solo a poner su rostro
en las publicidades de las partes traseras de los colectivos sino que lo
llevaron a tribunales.
El Colegio de Asistentes Sociales, efectuó una denuncia en el Tribunal
Correccional Nº 1 del dr. José Luis Ares. La presidenta de la entidad, lic.
Alejandrina Páez, había declarado ante EcoDias que “está prohibido por
todas las leyes actuales de protección de derechos dar a conocer la
identidad de los chicos que tienen conflictos con la ley o los chicos en
general”.
La causa que se le sigue a Germán Sasso es la 5375/08 “Páez Alejandrina
A. denuncia presunta infracción al art. 94 quater el Decreto Ley 8031/73”.
En esa causa se lo está imputando por “haber revelado la identidad y
domicilio” de menores en conflicto con la ley penal en el programa radial
“La Brújula” de la repetidora de Radio 10.
El pasado miércoles 15 de abril, Sasso prestó declaración indagatoria
en el tribunal mencionado en una audiencia que se encontraba demorada
debido a que el periodista había presentado diferentes recusaciones.
Una de ellas contra la defensora oficial, Graciela Cortázar, por su
vínculo matrimonial con el médico y directivo de la Asociación Médica Bahía
Blanca, Marcelo García Dieguez. En su pedido de recusación, Sasso habla de
mensajes injuriosos y amenazantes que habría recibido al comienzo de su
investigación del asesinato de Felipe Glasman y su supuesto vínculo con la
Asociación Médica. Si bien no menciona a García Dieguez, dice que esos
mensajes fueron recibidos por correo electrónico desde una IP que le sería
cercana.
Y otro pedido de recusación por parte de Sasso fue contra el juez Ares
por una supuesta amistad con la doctora Cortázar y que ambos comparten la
Cátedra de Derecho Procesal Penal en la Universidad Nacional del Sur.
Ambas recusaciones fueron rechazadas y finalmente el periodista de “La
Brújula” tuvo que prestar declaración indagatoria.

Protector de señoras
Alrededor de las 9.40 de la mañana del miércoles 15 de abril, Germán
Sasso se presentó en el tercer piso de Tribunales. Con mochila colgando
sobre su hombro derecho, saco, pantalón de vestir y el prolijo peinado que
lo caracteriza, Sasso esperaba para admitir sus dichos del 27 de septiembre
de 2008 e incluso decir que lo volvería a hacer. Según dice la causa, Sasso
declaró: “Admito lo que dije, ratifico lo que expuse en el programa radial,
que mi derecho a hablar está garantizado por la Constitución, que existen
varios artículos que garantizan la libertad de prensa y expresión, el
derecho de la ciudadanía de estar informados y el derecho de los
periodistas de informar”.
Según Sasso, difundió los nombres de los menores porque considera que
tiene un alto interés público lo cual estaría demostrado por llamados o
mails recibidos. “Creo que es de regímenes autoritarios censurar a la
prensa; que uno pasa el límite como periodista cuando miente, que no me
arrepiento de haberlo hecho, que en los medios en que yo trabajo es una
demanda constante de la gente” al tiempo que agregó que lo hecho no fue
razones ideológicas vinculadas al debate de la baja de imputabilidad.
En otro párrafo, dice no haber infringido la ley debido a que, afirma,
no reveló la identidad de los menores sino que la difundió ya que en
realidad, varios medios tenían la información y los nombres circularían por
Internet: “Si uno está atento a lo publicado por los medios de
comunicación, todos los días se difunden nombres de menores por lo que me
llama la atención que se me persiga a mi”.
Sasso insistió en que volvería a hacer lo mismo porque muchas personas
se sintieron agradecidas, “ya que permite que las señoras cuando van a
hacer las compras sepan por donde ir para evitar las calles donde se
reunían esos jóvenes; no quise provocar un linchamiento público ni que los
vayan a buscar sino que ante tanto caos haya alguna medida de protección ya
que mucha gente le pide a los medios cosas que debería exigirle a los
poderes del Estado”.

Victimización
“Lamentablemente siempre se trata de matar al mensajero pero son los
riesgos de los periodistas, son los gajes del oficio”, se victimizó el
imputado que declaró que nunca quiso perjudicar a los chicos al tiempo que
repartió críticas a asistentes sociales que se escandalizan en esta causa y
poco hacen por los chicos, personas que se dicen progresistas y
representantes de Derechos Humanos y organismos que lo criticaron pero que
nunca lo habrían llamado para debatir.
Según se pudo saber, los próximos pasos de la causa, son las
declaraciones de Martín Noir, Jessica Ripodas y Virginia Pascual, todos
compañeros de Sasso y por él propuestos como testigos de que la lista de
nombres de menores era pública y conocida.
También se esperan respuestas desde la firma de correo electrónico
Hotmail acerca de una dirección de mail de donde provendría esa lista de
nombres.
Y otro de los pasos tiene que ver con el pedido de antecedentes penales
del imputado, su posterior fichaje, y de no surgir nuevas trabas, la
sentencia final.

RECUADRO al final.
Periodismo
(N. de R.) Si fuéramos parte del periodismo buitre podríamos titular
esta nota de las siguientes maneras: “Caso Sasso. El defensor de las
señoras con changuito”, “Sasso admitió lo que dijo”, “Sasso, el guardián” y
si hiciéramos gala de nuestra creatividad robada caeríamos en “Un
periodista en apuros”, “Soy así y me la banco”, “Que pase el que sigue”,
“Sólo te falta el bigote”, “La marca de la gorra”, “Lo que moviliza no es
la ideología sino lo que vende” -aunque este último es muy largo como
título.
Pero somos EcoDias y hacemos periodismo a nuestra manera, y
consideramos que la máxima que nos traspasaron de boca en boca los
dinosaurios “no hay que hacer periodismo de periodistas” está por debajo de
las obligaciones que tenemos; es más, creemos que esa frase es una manera
de hacernos cómplices en el silencio.
Lo que no hay que hacer nunca es ver la falta y callarse la boca y no
informar a la comunidad de situaciones de este tipo
Lo que no hay que hacer es amparar conductas que deshonran a la
profesión que tantos tratamos de honrar con constancia, y a la que
defendemos con el trabajo diario de quienes la menosprecian.
Lo que no hay que hacer es silenciar los propios valores y dejar de
denunciar o informar, aun cuando esto signifique hablar de conocidos o de
amigos. Tengan la profesión que tengan.
Sino sería muy fácil ser periodistas.

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2011-10-25 10:11:13
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