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Para todos en todas partes

Para todos en todas partes
Periférico Cultural

El día sábado 18 de octubre pasado se presentó en el barrio Villa Nocito el
Periférico Cultural, un espacio de formación e intercambio de cultura, arte
y oficios.
Las actividades se realizaron en la esquina de Pacífico y Manuel Molina,
lugar donde en breve se prevé montar una plaza.
Al encuentro asistieron vecinos del lugar y representantes de distintos
sectores de la cultura bahiense. Para conocer el proyecto, su gestación,
actividades y proyectos, entrevistamos a Rodrigo Leiva, uno de sus
integrantes.

¿Cuál es la idea del Periférico Cultural y cuál su aporte a la ciudad?
La idea del Periférico Cultural es abrir espacios, con nuevas
posibilidades. Crear posibilidades, afirmando que sí se puede. Que todo es
una construcción, aunar voluntades, creer y actuar en conjunto y para el
conjunto. Que se puede aprender a tocar instrumentos (como violín, guitarra
o percusión) en Villa Nocito o en el Rosendo López. Que la gente del barrio
puede montar una obra teatral de creación colectiva y con música en vivo.
Que se pueden estudiar los procesos económicos y entenderlos, por sobre
todo. Que se puede: lo que se proponga y se busque. Que se puede, entre
todos, romper con la idea de la esterilidad de los márgenes y terminar
definitivamente con la idea de abismo o barranco.

¿Cómo fue el proceso?
El Periférico Cultural se fue gestando por necesidad de expresión. En el
barrio (Villa Nocito) la única actividad a la que tenían acceso los chicos
es al fútbol, que es maravilloso, pero no la única actividad posible.
Sería interesante que los niños, además de jugar al fútbol tengan la
posibilidad de cantar o tocar un instrumento, o actuar o dibujar, sin tener
que irse hacia el centro, o gastar grandes sumas de dinero por eso.
Entonces, respondiendo a esta necesidad fue que mi amigo Javier Barrera
(obrero de la construcción y vecino de Villa Nocito) me propone hacer un
centro cultural en Nocito con la idea de crear un espacio de expresión del
barrio, un espacio de formación y aprendizaje de arte, cultura y oficios.
Desde teatro, pasando por economía hasta albañilería. Ahí nos pusimos de
acuerdo con María José Sogni Casco (de la sala médica de Villa Nocito) para
comenzar con el Periférico. Luego, a partir del segundo encuentro de Mil
Macetas, se sumaron Francisco Cantamutto y Francisco López Corral del
Colectivo Viceversa (realizadores de la cátedra libre de Economía Social
que se lleva adelante en la Universidad Nacional del Sur). Después, María
José invitó a Cecilia Arnaudo (psicóloga del equipo de salud de Villa
Nocito y teatrista).
Y así, de vínculo en vínculo, de reunión en reunión, se le dio forma al
cronograma del festival donde presentamos la idea del Periférico Cultural.
Se hizo el día sábado 18 de octubre en la Futura Plaza de Villa Nocito.

¿Por qué Periférico Cultural?
Cuando Javier (Barrera) me dijo de hacer un centro cultural, le plantee el
hecho de por qué usar la palabra centro, si estábamos en la periferia. De
allí surge Periférico Cultural, terminando con la idea de la línea que
separa el adentro y el afuera, apostando a una redistribución de las
actividades y talleres artísticos.

¿Por qué en Villa Nocito?
Porque Javier (Barrera) vive ahí y de ahí partió la idea. Aunque la idea es
contagiar a otros barrios, después a la ciudad entera. Todo es posible,
pero hay que empezar por casa primero.
En Nocito no tenemos un lugar físico todavía, estamos en su búsqueda.
Mientras tanto, como nos han ofrecido, desarrollaremos actividades en la
sala médica y el Centro de Jubilados.

¿Quiénes pueden ser parte del Periférico?
Nosotros vamos a trabajar con todas aquellas personas que potencien las
iniciativas del Periférico Cultural, con aquellas que comprendan que esto
es de y para la gente.
Como su nombre (Periférico Cultural) lo identifica, estamos hablando de
periferia, no del centro: redistribuir y aprender desde la periferia,
descentralizar la movida cultural y artística a los barrios relegados. No
que la cultura “llegue” a los barrios, como si viniera de otro lado, sino
aprender de y en la periferia, de sus problemas, de sus conflictos, pero
también de su sensibilidad, de su nobleza, de su resistencia. Acompañar e
involucrarnos con los poetas, artesanos, músicos, bailarines que viven y
trabajan en los barrios. Encontrar, entre todos, las posibilidades de crear
arte y expresarlo a la sociedad entera: En el medio de una plaza o en
cualquier esquina o en un centro de jubilados.

¿Y la cultura en Bahía?
“Bahía Blanca necesita dar espacio a todos sus artistas y que ellos decidan
y generen su cultura. Y no el polo petroquímico, quien auspicia ciclos
culturales pero no sabe de nuestras necesidades, ni quiénes somos, ni qué
hacemos. Ni tampoco es necesario que pongan su interés en lo que hacemos;
lo que sí es necesario es que dejen de contaminar: que de una vez por todas
tomen todas las medidas necesarias de seguridad y cuidado del medio
ambiente para no contaminar nunca más.
Más allá de esto, Bahía Blanca reúne las condiciones ideales para el
artista: tenés que hacer un público, convocarlo y mantenerlo, construir tus
propios espacios, encargarte de la difusión, cobrar la entrada y actuar,
aparte de acarrear los elementos que utilices en escena, etc.
Al contrario de los que muchos piensan, los mismos que dicen ‘en Bahía no
pasa nada’, Bahía Blanca reúne las condiciones ideales porque hay mucho por
hacer, y eso involucra de lleno al artista.
No hay un circuito preestablecido y cerrado: el artista debe crearlo. En
Bahía Blanca pasa y va a pasar algo si hacemos que algo pase. Hay quienes
así lo hacen. En Bahía Blanca abundan los hechos artísticos y los buenos
artistas. Hay mucha cultura y hacedores de cultura. En cada barrio hay un
poeta, un actor, un músico. Como la cultura y el arte no se mendigan, ni
tampoco se traban por un subsidio que no llega, sino que se hacen, será
cuestión de que en cada barrio nazca un periférico que le dé lugar y
amparo: al artista y a su creación”, dice un inspirado Rodrigo Leiva.

Actividades del 18 de octubre
El sábado arrancó el grupo musical “Después Vemos”, y después bailaron unas
niñas que son hijas de los trabajadores del frigorífico INCOB (ex
Frigorífico Paloni, recuperado por sus trabajadores y ya con un año de
producción).
Luego fue el turno del Trío Gayeta (Rodrigo Leiva, Mariano Ritacco y
Julieta Herrero) que tocaron tangos y milongas mientras algunos se animaron
a bailar.
Gregorio, del centro cultural Blancoinegro, hizo una pequeña función de
circo y Marcelo Díaz recitó algunas de sus poesías. Natalia Martirena hacía
bailar a los niños con cuentos mientras los artistas de Virola pintaron un
mural con la participación de los chicos del barrio. Hubo realización de
esténciles por parte de integrantes del grupo 36 veces y pintada de una
bandera del Periférico Cultural junto a docentes de la Escuela de Artes
Visuales (según diseño aportado por David Brissón).
El grupo La Caldera (intervenciones urbanas) realizó un árbol de plástico y
Rubén Cordi (actor de teatro y músico), de Ilícitos, coordinó juegos
teatrales con los niños.

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2011-10-25 10:11:13
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