Para tapa
Ojos que no ven

“Este informe apunta a llevar a la sociedad de fuera de los muros de la
cárcel, el conocimiento de lo que pasa intramuros, la crueldad, la
degradación del ser humano, las torturas físicas y psicológicas
permanentes, a lo que se suma la muerte que se ha convertido en rutina, con
métodos violentos, por asfixia o acuchillamiento”.

“Ojos que no ven. El sistema de la crueldad II” es el título del
segundo informe anual sobre las violaciones a los derechos humanos
realizadas por las fuerzas de seguridad provinciales en el período 2005-
2006.
El estudio, elaborado por el Comité contra la Tortura de la Comisión
Provincial por la Memoria, releva las condiciones de detención en cárceles,
comisarías e institutos de menores. Además, analiza el fenómeno de las
prisiones preventivas masivas, las prácticas ilegales de la policía en el
momento de detención y propone un seguimiento de la actuación de
funcionarios del Poder Judicial. También presenta una serie de casos
minuciosamente relatados y documentados, y plantea propuestas para terminar
con las prácticas judiciales, penitenciarias y policiales lesivas de los
derechos humanos.
Para exhibir el informe en nuestra ciudad, luego de su presentación
inicial en La Plata, se realizó una conferencia de prensa de la que
participaron el dr. Hugo Cañón, fiscal general ante la Cámara Federal de
Apelaciones de Bahía Blanca y co-presidente de la Comisión Provincial por
la Memoria; el dr. Roberto Cipriano, miembro del Comité contra la Tortura;
el dr. Mario Juliano, juez del Tribunal Oral Federal de Necochea; el dr.
Roberto Bergalli Russo, de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Barcelona, y Rosendo Otegui, hermano de un interno fallecido a causa de las
condiciones de detención en la Unidad Penitenciaria 4 de Villa Floresta.

Escalofriante
Hugo Cañón comentó algunos detalles de la elaboración del libro: “Todos
los integrantes de la Comisión se han tenido que confrontar con el poder,
que niega información, imposibilita el ingreso a las cárceles, evita la
información que pueden suministrar los internos, que los castiga por dar
información, se ha dado hasta el apuñalamiento de un interno que fue
testigo de un caso de tortura”.
El estudio deja de manifiesto el déficit que tiene la justicia
argentina: “El problema carcelario de la Provincia de Buenos Aires, y del
país en general, comporta hoy por hoy un desorden ético de magnitudes y
proporciones inabarcables con responsabilidades compartidas,
responsabilidad de un poder ejecutivo que no asume la necesidad imperiosa
de hacer las cárceles sanas y dignas que dice la constitución, de un poder
legislativo que sobre todo en un periodo reciente de nuestra historia ha
dictado una legislación muy restrictiva que ha generado en gran medida este
problema, y jueces que han cedido a la tentación del discurso demagógico y
populista que reclama mano dura y que han mandado a la cárcel a una
cantidad importante de individuos que en otras condiciones deberían estar
esperando su juicio en libertad o bajo otra forma de restricción de la
libertad menos grave”, explicó el dr. Mario Juliano.
Por su parte el dr. Roberto Bergalli Russo, de la Facultad de Derecho
de la Universidad de Barcelona, manifestó que “Ojos que no ven” es parte
del panorama que está mostrando Argentina al mundo y que “la obscenidad de
la cárcel, su crueldad, no es un secreto: yo creo que todos los sistemas
carcelarios contemporáneos son absolutamente bárbaros”.