El Comité Técnico Ejecutivo dio sus explicaciones sobre lo sucedido en junio al apagarse una antorcha de seguridad en la planta de Petrobras.

Fue el sábado 19 de junio cuando el sector industrial de Bahía Blanca volvió a ser noticia, y de manera no positiva en materia de contaminación. En este caso el incidente se produjo al apagarse una antorcha de seguridad de Petrobras, lo que trajo como consecuencia el escape de gases que provocaron fuertes olores e irritación en la población cercana.
Acerca de las explicaciones hubo diferentes cruces entre lo que dijo la empresa y lo señalado por el sindicato que nuclea a los trabajadores del petróleo. Pero no fueron los únicos que hablaron sobre el tema. Semanas atrás, en el Concejo Deliberante se realizó una reunión en donde se pidieron explicaciones sobre lo sucedido en Petrobras a las autoridades de Gestión Ambiental municipal y del Comité Técnico Ejecutivo (CTE).
EcoDias consultó por ello al titular del CTE, Fernando Rey Saravia, quien antes de referirse al encuentro con los ediles, dio detalles de lo actuado desde el día del incidente: “Fue un evento que se sumó a otros, así que esto nos obligaba en nuestra responsabilidad a actuar con firmeza. Pedimos que el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) nos acompañara en este caso. De manera que la propuesta fue no permitir que la empresa reanudara la actividad con la unidad afectada hasta tanto, en primer lugar, sepamos con precisión las causas, y en segundo lugar sepamos que van a poder corregirlas en un futuro”.
Esta medida significó la clausura por más de un mes de la unidad afectada en la planta de Petrobras: “Es una de las cinco o seis unidades que tiene toda la planta. Es una unidad que trabaja con un hidrocarburo muy pesado. En la operación los errores que se fueron acumulando provocaron el problema que impactó fuera de la planta”.
Acerca de las fallas que hubo al momento del apagado de la antorcha, Rey Saravia señaló, entre otras, la falta de aviso: “El tema de los avisos es un tema que nos ha puesto bastante nerviosos a todos porque ha habido sucesión de errores. Pero por el lado nuestro también hemos encontrado oportunidades de mejora, por llamarlo de alguna manera. Internamente la empresa tiene muy claro -y lo tienen también quienes manejan la planta- que estos incidentes que pueden afectar a los vecinos, requieren que sean avisados al 911 y de éste al CTE. De manera que esa fue una falla importante”.
También habló de errores dentro de la planta en lo que refiere al apagado de la antorcha ya que se trata de un evento fuera de lo normal: “Hablamos de una antorcha que es un elemento de seguridad. Que esté apagado es muy malo porque va a haber gases que se van a ir a la atmósfera, y van a ser más perjudiciales que si estuvieran quemados. En general, casi todos los gases que tienen algún grado de toxicidad o peligrosidad se queman. Hay algunos otros, no es el caso de Petrobras, que no son convenientes quemarlos porque justamente el producto de la combustión es peor que el gas en sí mismo. Insisto, no es este el caso de Petrobras”.

Diagnóstico
Al momento de concurrir al Concejo, el CTE, señala Rey Saravia, ya contaba con una explicación clara de lo sucedido merced a la investigación que realizaron: “Hemos pedido cosas que habitualmente no pedimos, que las provee el mismo sistema de control. Previo a hablar con la gente ya teníamos mucha información, que la complementamos con entrevistas a las personas involucradas. Eso nos llevó a tener nuestro diagnóstico, que luego se sumó al diagnóstico que ellos mismos generan merced a su propia investigación. En cierta forma coincidían en muchos aspectos, y en otros agregaron más datos”.
Los interrogantes más importantes planteados por los concejales refirieron a cómo era posible que los vecinos se enteren primeros del incidente: “La respuesta es muy sencilla. No todos los casos se pueden detectar por aparatología porque los gases tienen un umbral de olor que es distinto del umbral de detección por electrónica, y distinto del nivel de daño a la salud. Son tres niveles absolutamente independientes, distintos. Hay gases con un umbral de olor muy inferior al de daño y también al de detección electrónica. Hay otros que es al revés, el umbral de olor prácticamente no existe pero sí se detectan con aparatología, o directamente causan daño. Esos son los que más nos preocupan porque son tóxicos agudos”.
Según el funcionario, la población puede quedarse tranquila respecto del funcionamiento del CTE, su forma de controlar, su equipamiento y los recursos con los que cuentan. Sin embargo, no se puede garantizar una tranquilidad absoluta: “Estamos al lado de un polo industrial, petroquímico, que tiene productos peligrosos, procesos complejos. Yo puedo afirmar que no existe un organismo como éste con los recursos que tiene, ni siquiera la provincia lo tiene. La Provincia de Buenos Aires es la más avanzada en temas ambientales del país, es la que tiene mejor legislación, más historia y más recursos. Hoy el CTE está muy fuerte en este sentido, además porque tenemos una densidad de inspectores muy alta respecto del resto de la provincia donde no hay ni tanta gente, ni tanto equipamiento, ni tanto recurso destinado al control”.
Rey Saravia señaló que, tal como sucedió con el problema en Petrobras, la población es una pata importante en el sistema de control: “El vecino es parte del sistema, para nosotros es importante la acción del vecino. Si el vecino no se quejara, lo nuestro sería un poco más lento”.