Editores periodísticos de medios gráficos pymes y cooperativos del interior del país, mantuvieron un encuentro con la presidenta de la Nación Cristina Fernández. Después de la exposición de un pormenorizado cuadro de situación de este sector de la prensa argentina, la primera mandataria ratificó la decisión del gobierno nacional de garantizar la provisión de papel para diario, en cantidad suficiente y a precio competitivo.

Con la representación federal de 14 provincias, más de 80 editores -entre los que se encontraba el director de EcoDias, Pablo Bussetti- participaron de un encuentro con la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, quien estuvo acompañada por los ministros de Economía, Amado Boudou; del Interior, Florencio Randazzo; de Industria, Débora Giorgi; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
En el acto desarrollado en el Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario, en la Casa Rosada, la presidenta anunció la garantía de condiciones igualitarias para la comercialización de papel para la impresión de diarios y revistas para todos los medios del país.
En la ceremonia -a la que había sido especialmente invitada la asociación Diarios y Periódicos Regionales Argentinos (DYPRA)-, la jefa de Estado aseguró que los medios gráficos del interior del país consumen por encima de los denominados “nacionales”, y que por eso es justo fijar una igualdad de condiciones entre ambas opciones: “La decisión del Estado nacional de impulsar un precio igualitario y de avanzar en el tema de los cupos de venta para los diarios del interior, en igualdad de condiciones con los accionistas mayoritarios de Papel Prensa, es trascendental”.
El objetivo del gobierno es garantizar el acceso en condiciones igualitarias para quienes editen diarios y revistas en el país, como así también generar la utilización total de la capacidad instalada en esta industria.
Además, la mandataria reconoció que tomar esta decisión “no ha sido fácil ni en términos institucionales, ni en términos políticos” porque “esta sociedad ha vivido muchos años, muchas décadas, con opresión, en medio de dictaduras”.
“Siempre hay medidas cautelares para impedir la toma de decisiones que permiten conducir a la sociedad”, dijo sosteniendo que “la verdadera libertad de prensa implica que todas las voces se puedan escuchar”.
“Ello nos movilizó para enviar al Parlamento la liberación del delito por calumnias e injurias. Dimos respuesta a la deuda que tenían muchas empresas por el valor de tapa del IVA. Pero falta mucho por hacer para garantizar la libertad de prensa”, dijo Cristina Fernández. Por parte de Dypra, había habido un claro reconocimiento de estas medidas, impensadas en épocas anteriores.

El país profundo
En representación de los medios gráficos, el secretario de Dypra, Jorge Déboli, había realizado para todos los presentes un análisis histórico de las publicaciones gráficas del interior del país, las injerencias de éstas en las comunidades locales, el sentido de pertenencia, la importancia que tienen a la hora de comunicar en el pago chico, y la situación en general por la que atraviesa el sector.
“La situación de las pequeñas empresas gráficas del interior del país, que se venía deteriorando durante la segunda mitad de la década del 90 por los mecanismos de concentración y extranjerización del sector, tocó fondo, como todo el entramado productivo nacional, en 2001”, graficó Déboli en los comienzos de su alocución. “Periódicos familiares con varias décadas de historia, cuyos nombres se identifican con diferentes ciudades o provincias de nuestro país, debieron ser vendidos a empresas más grandes, acentuando el proceso de concentración económica del sector; muchas otras, fueron ‘aguantadas’ -por editores con vocación- con otra actividad económica o a fuerza de endeudarse y reducir páginas; y también, hubo empresas que cerraron y fueron recuperadas por sus trabajadores que apelaron a la solidaridad cooperativa y evitaron de esta manera que sus comunidades perdieran sus medios de comunicación”.

La cuestión del papel
Un insumo elemental para las publicaciones gráficas es el papel. Déboli puso de manifiesto que “a partir de la devaluación de 2002 y de un día para otro, el papel pasó a costar de $ 500 a $ 2000 la tonelada. Para evitar su quiebra, centenares de publicaciones locales, para sobrevivir, se vieron obligadas reducir a la mitad el papel que compraban y endeudándose con el fisco”.
“Pero la restricción para imprimir contenidos que imponía el precio del papel no se detuvo ahí, para los medios gráficos que no contaban con la cuota, total o parcial de Papel Prensa, y tenían que importarlo, o comprarlo a revendedores, su valor siguió trepando hasta alcanzar a mediados de 2009, los $ 3.600 la tonelada, es decir, casi un 40 por ciento más caro que el papel nacional”.
A pesar de ello, Déboli explicó que “estas dificultades que sufren los medios gráficos locales y regionales, que les generan ecuaciones económicas negativas o en el mejor de los casos neutras, si se las analizara desde una lógica puramente de mercado, podría llevar a sus editores a pensar en otra actividad mas rentable”.
Los ingresos genuinos de las publicaciones integrantes de Dypra son el producido por el precio de tapa y por los espacios de publicidad que venden a anunciantes locales. En el caso de publicaciones como EcoDias, de distribución gratuita, el apoyo económico queda reducido a empresas que apuestan a alternativas al modelo monopólico propuesto por el diario local.

Fuente: DYPRA