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De las leyes recientes fue la más famosa debido a su surgimiento e impulso desde un programa de televisión. Se trata de la conocida Ley de Obesidad, que considera enfermedades a los trastornos alimentarios y gracias a la cual las obras sociales y empresas de medicina privadas deberán brindar cobertura de manera obligatoria, cosa que antes no ocurría
Todo esto fue motivo de festejo para mucha gente que sufre obesidad, sin embargo también existen voces en contra que exponen sus argumentos.

Demagogia
Uno de los que se muestra opositor a dicha ley es el dr. Fernando Carignano, titular de la Asociación Médica Bahía Blanca, quien tildó el proyecto aprobado de destinado a hacer demagogia más que a solucionar un problema sanitario. En sus argumentos, Carignano señaló que los recursos asignados a Salud son muy limitados y por eso debe hacer una eficiente utilización de los mismos, cuestión que no ocurriría con esta ley: “Se debe llegar a la mayor cantidad de gente en lo que respecta a salud con el menor gasto posible o con los recursos que hay. Con esto se está favoreciendo a un sector pequeño de la población en desmedro, y esto hay que tenerlo muy en cuenta, de otro, porque el dinero es inextensible, lo que se invierta en atender esta patología se va a desinvertir, se va a sacar de otro lugar. Eso es seguro porque no hay fondos ni se le asignaron fondos específicos para el tratamiento de esto”.
En nuestro país, las enfermedades infecciosas y parasitarias se mantienen prácticamente sin variación y es ahí, dice el médico, donde se debe poner atención “y después atender algo que favorece a un sector mucho más reducido de la población”.

Prevención
La cuestión, dice el profesional, está en trabajar sobre la prevención para evitar más casos de obesidad que después deban tratarse. Así y todo, Carignano aclara que si bien la ley habla de prevención, “también de prevención hablan todos los políticos cuando van a ascender al gobierno, se habla de educación, salud y prevención para la salud, esto no se hace, no se hace atención primaria, no se procura cambiar el hábito nocivo de la gente, en este caso de alimentarse. En otros casos puede ser fumar o tomar alcohol o conducir de forma irresponsable, se hace poco y nada. Lo que se hace es para tratar la enfermedad que estas conductas de riesgo provocan. Esto es mucho más caro y por supuesto se llega tarde”.
Hasta aquí se puede llegar a coincidir con algunos conceptos. El tema está en qué hacer con los que ya sufren la enfermedad y se ven favorecidos por la ley: “A los que ya están enfermos hay que tratarlos y los que no están enfermos, o sea los que tienen tendencia a enfermarse prevenirlos antes que sean obesos, con un equipo multidisciplinario que es mucho menos costoso que comprar bandas gástricas o hacer la famosa gastroplastia, operaciones de mucho riesgo y además muy costosas. Una banda cuesta 2500 dólares, a eso agreguemos operación, cirugía y estamos viendo que vamos a gastar entre 30 y 50 mil pesos para tratar una sola persona, depende de donde se haga. Entonces, ¿cuántas personas podemos evitar que lleguen a ser obesas con 30 o 50 mil pesos?”.

Cambio de hábitos
En dónde invertir. Ahí está la cuestión según Carignano, quien habló de la necesidad de cambiar los hábitos ya sea del que sufre por trastornos alimenticios o por otro problema como el alcohol o el tabaco y que reciba una ayuda de la misma sociedad para cambiar dichos hábitos: “No necesitamos una ley para saber que la obesidad es una enfermedad, ya lo sabemos”.
Por otra parte, el médico habló de alternativas a la ley de obesidad: “Primero profundizaría las acciones que no se hacen para que la gente que tiene tendencia a la obesidad deje de lado esa conducta perniciosa de alimentarse. Doy un ejemplo, en vez de poner una leyenda en el paquete de cigarrillos, yo cuadruplicaría el precio de cada atado que es lo que hicieron los países desarrollados para que la gente deje de fumar. Gran Bretaña redujo a un tercio su índice de cáncer de pulmón solamente cuadruplicando el precio de los cigarrillos. Entonces, lo que haría es eliminar toda la comida chatarra en disponibilidad. Y trataría con un equipo multidisciplinario, psicólogas, médicos, nutricionistas, clínicos, a reorientar la actividad alimentaría de los pacientes que tienen tendencia a la obesidad”.

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2008-08-24 00:00:00
Etiquetas: Bahía Blanca.
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