Los integrantes de la Comisión Vecinal Interbarrial compuesta por bahienses que residen el la zona de Universitario, Napostá y Centro se reunieron el viernes 11 para analizar lo sucedido hasta entonces con la violación por parte de la gestión Breitenstein de la Ordenanza 14.563, que establecía el corralito urbano suspendiendo cualquier acto administrativo referido a la construcción de nuevos edificios desde el 3 de diciembre de 2007 al 14 de abril del corriente.
Más allá de la fecha de caducidad de la medida restrictiva propuesta por la propia comuna al Concejo Deliberante, el 8 de abril había sido promulgada la Ordenanza 14.708 en cuyo artículo 17 se exige para la edificación de viviendas multifamiliares en “todo” el partido de Bahía Blanca, la obligatoriedad de contar, para iniciar un expediente de construcción, con un certificado de disponibilidad de servicios públicos por parte de las empresas prestatarias: Edes, Camuzzi Gas Pampeana y Absa.
Durante el encuentro desarrollado en la Sociedad de Fomento del barrio Universitario, con buena participación vecinal y presencia de concejales de bloques opositores, los voceros comentaron las distintas acciones mantenidas para conocer “en qué forma se iba a otorgar la factibilidad -si se la otorgaba- conectándonos con gente de Absa, pidiendo permanentemente reuniones con el ing. Valerio para tener el detalle preciso de cada nuevo permiso”.

Nota
Además se informó acerca de la nota que presentarían al jefe comunal rechazando la invitación para integrar una auditoria de los expedientes que saltaron el corralito urbano.
Oscar Buratovich, vocero de la Comisión Interbarrial, explicó que consideran que “hay responsabilidades en todos los órdenes. En la Secretaría de Obras Públicas dicen que es responsabilidad de la oficina técnica de Obras Particulares, como un ente autónomo prácticamente constituido por personal de planta técnico y no que hay responsabilidades de los funcionarios que lo tienen a su cargo”.
“Entonces, como pedimos permanentemente reuniones con Valerio para tener el detalle de las obras y no se nos daba información, nos resulta sospechosos que ahora digan que fue un error de un funcionario de segundo o tercer nivel. Por eso, nos interesaría integrar un grupo de gente que audite los expedientes si no permaneciese el ing. Rubén Valerio”, agregó el vecino.
En ese sentido, subrayó que si hubiera habido transparencia desde el principio consideran que las autoridades no tendrían que tener inconvenientes en recibirlos. “Ahora, si él (por Valerio) permanece en el cargo nos da la sensación de que se nos va a volver a ocultar información”, insistió.
Otra preocupación de la comisión vecinal se centra en el barrio Napostá donde la mayor parte del sector no fue tenida en cuenta al momento de diagramar el corralito urbano. Por ello, los próximos pasos de la asamblea estarán orientados a discutir la problemática de los convecinos del área en cuestión.
“Había partes que fueron dejadas de lado, suponemos que también para avanzar sobre ellas con nuevos proyectos. Usted lo quita y mientras distrae la atención del foco que está siendo protegido avanza sobre el otro”, sostuvo Buratovich y concluyó que “lo que no queremos perder de vista es que hay una exigencia de disponibilidad de agua y cloacas para toda la ciudad. Y no nos consta que ABSA haya otorgado ni una sola factibilidad. No entendemos como puede haber obras con expedientes autorizados del 2008”.
La promesa de los representantes de Universitario, Napostá y Centro continuará siendo la misma: “que se hagan las cosas con transparencia, que se resuelva de fondo el problema de provisión de servicios y que se acelere fundamentalmente el cambio del Código de Planeamiento que es, en definitiva, lo que nos va a proteger”.