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No al zoo

Un grupo de vecinos y entidades proteccionistas de animales comenzaron una campaña para el cierre definitivo del zoológico local que funciona en el Parque Independencia.
Además de las campañas de recolección de firmas, las agrupaciones y vecinos particulares de la ciudad realizaron una manifestación muy particular en el zoológico municipal.

Unos 200 vecinos de todas las edades, se acercaron con caretas de animales y pancartas, para leer una carta abierta dirigida al intendente municipal Cristian Breitenstein y al presidente del Concejo Deliberante Marcelo Ciccola.
En la carta exigen que el Concejo Deliberante sancione una ordenanza que incluya además del cierre del Zoológico Municipal la reconversión del Parque Independencia en jardín botánico, respetando la fuente laboral de los empleados comunales que realizan tareas en el lugar.
“En esta cruzada están las asociaciones protectoras de animales A.P.A.S.,  M.A.P.A. y O.P.I.V.A., además de grupos de proteccionistas como La Voz Animal, Mascoteros Bahienses y proteccionistas independientes. Realizamos campañas en el país a través de la Red Argentina de Entidades Protectoras de Animales y en nuestra ciudad”, explicó Adrián Pérez, integrante de la Asociación Protectora de Animales de Bahía Blanca.

¿Por qué cerrar el zoo?
“Los zoológicos no tienen razón de ser porque son modelos del pasado, de la época victoriana, cuando nada se sabía de los daños que les causan a los animales encerrarlos y separarlos de sus congéneres y de sus hábitats”, explica Pérez.
Es en Inglaterra donde el Proyecto “Born Free” (Nacido Libre), publica en el año 2001 el  Official Zoo Health Check, un minucioso estudio para desmentir a los zoológicos en su propio terreno echando por tierra cualquier justificación de su mantenimiento.
“El informe demuestra que sólo están para nuestro entretenimiento banal, que no sirven en general para investigaciones científicas ni para preservar las especies. Como modelo educativo son decadentes, ya que muestran una brutal violencia al mantener presos a animales maravillosos que pierden su esplendor y esencia al privarlos de la libertad, anulando sus costumbres y hasta generando comportamientos de autodestrucción. Como modelo educativo son perniciosos porque muestran a los niños que está bien encerrar para siempre a seres vivos separados de sus hábitats y lejos de su congéneres”.
Otro punto a destacar a la hora de pensar en el estado del zoológico son las condiciones de los animales que allí se exhiben.
“Algunos están con sobrepeso, principalmente los felinos, algo inusual en el estado libre. La mayoría muestran estereotipias (patrones de comportamientos repetitivos e invariables) y muchos, apatía. Todas enfermedades propias generadas por el encierro. Y estos desórdenes en su comportamiento tienen sus consecuencias en lo físico y psíquico. Tienen que soportar la presencia permanente de los humanos que les dan de comer golosinas y en general productos contraindicados a su dieta, además de escuchar los golpes que producen contra las jaulas para molestarlos, los gritos, la calesita con su música, los tiros del Tiro Federal, y los autos circulando a la vera de las jaulas”.
Todas estas condiciones son estresantes y torturantes para las especies que se encuentran en el parque. “A esto se le suma el desconocimiento sobre cómo mantener ciertas especies. Es claro el ejemplo del caballo que mostraba hinchazón en sus patas y permaneció varios días sin levantarse, hasta que un vecino advirtió del tema y él mismo solicitó permiso y efectuó el desvasamiento del animal. En el caso del león, la misma veterinaria del Zoológico indicó que no se cuenta con aparatología para realizar placas o tomografías, por lo que no fue posible un diagnóstico preciso del problema que lo afectaba”, que le produjo la muerte recientemente.

Argumentos débiles
Contrariamente a estos conceptos de Pérez, existen algunas personas que defienden la continuidad del zoológico, argumentando que es un espacio recreativo para los chicos, que cumple supuestos fines educativos o por su función de albergue y contención de animales rescatados de tenedores de animales exóticos o de decomisos de tráfico de fauna.
Por caso, en cuanto a educación, los animales allí alojados no se comportan como en sus hábitats; como albergue y contención, debería ser un lugar tranquilo para los animales, sin exposición pública, como ocurre en otros lugares del mundo; y con relación al entretenimiento, “no les interesa el sufrimiento de los animales”, sentenció Pérez.
Consultado acerca de las repercusiones del gobierno frente a los numerosos reclamos, el dirigente advirtió que “no ha habido contacto directo. Se ha mencionado en los medios sus intereses por remodelar el zoológico local. Pero para una remodelación efectiva debería convertirse en una reserva natural, lo que acarrearía un costo muy elevado para una comuna que aduce estar ajustada económicamente aun para tareas simples como el arreglo de calles. No creemos que los contribuyentes estén de acuerdo con destinar fondos para ello”.

Una mejor vida
Acerca del destino de los animales, las agrupaciones han realizado consultas con biólogos y guardaparques con experiencia a fin de informarse cuál sería el mejor destino para las especies.
“La propuesta sería seguir los protocolos que se aplican en cierres de zoo en nuestro país y en el  mundo. Los animales exóticos son enviados a grandes reservas o ecoparques de ese tipo en el que pueden habitar en grandes extensiones abiertas hasta el fin de sus días. Los animales autóctonos son enviados a reservas naturales de la región geográfica a la que pertenezcan. En muchos casos no es posible reintroducirlos en los ecosistemas porque han vivido mucho tiempo, o nacido en cautiverio, pero en dichas reservas existen las llamadas ‘estaciones de re-cría’, que son grandes áreas controladas en las que son alimentados y utilizados por ecólogos para la reproducción con el fin de liberar luego a sus hijos y así repoblar comunidades silvestres en peligro”.
En lo inmediato las agrupaciones piden que al menos no ingresen nuevos ejemplares y que se castre para evitar más nacimientos de animales en cautiverio.
Un ejemplo de cierre de zoológico es el ocurrido en la ciudad de Rosario en el año 1998, que estaba ubicado casualmente en el denominado “Parque de la Independencia”. Los animales que allí se encontraban fueron destinados a la Asociación Civil Identidad Ecológica, entidad dedicada a la protección de casi una veintena de ejemplares.
En la actualidad, 19 ejemplares que pertenecían a ese ex zoológico municipal entre los que se cuentan monos caí, monos carayá, zorros, pumas, leones, coatíes, un oso mielero y un jabalí, están alojados en un predio dentro de la mencionada ciudad que se denomina “Un Mundo Aparte”, que ocupa dos hectáreas.

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2010-05-16 00:00:00
Etiquetas: Bahía Blanca.
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