Niños del hombre

Título original: Children of Men
Dirección: Alfonso Cuarón
Guión: Alfonso Cuarón, Timothy Sexton, David Arata, Mark Fergus, Hawk
Ostby
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Música: John Tavener
Origen: UK, USA – 2006
Calificación: Apta para mayores de 13 años, con reservas
Intérpretes: Clive Owen, Julianne Moore, Michael Caine, Chiwetel
Ejiofor

Una día de 2027 el planeta queda consternado por la noticia de que la
persona más joven -a saber un chico argentino llamado Diego- ha muerto.
Otra razón para el caos y la destrucción que comenzaran 18 años atrás,
cuando los humanos perdieron la capacidad de procrear y el futuro.
En una Londres militarizada, asolada por terroristas y repleta de
campos de refugiados de toda Europa, vive Theo (Clive Owen), un burócrata
que encuentra consuelo en su petaca de whisky hasta que su ex mujer
(Julianne Moore), líder de un grupo de activistas, le pide un peligroso
favor por los viejos tiempos: ayudar a huir a una refugiada, una
adolescente que podría ser la última esperanza de la humanidad.
Esta es la primera incursión del mexicano Alfonso Cuartón en la
distopía futurista. Mezcla de drama, thriller y ciencia ficción en un
futuro cercano, reconocible y catastrófico; casi con la misma temática y
estética de Exterminio (Danny Boyle; 2002) o Codigo 46 (Michael
Winterbotton; 2003).
Un film oscuro -la estupenda fotografía de Lubezki apoya la oscuridad
argumental- y violento, basado en el best seller homónimo de la inglesa P.
D. James.
La acción sigue la huida de Theo y Kee, su ocasional protegida;
atravesando bosques umbríos; pueblos abandonados; hordas de desesperados;
terroristas armados hasta los dientes; durante la mayor parte del metraje.
Con un ritmo vertiginoso, que mantiene al espectador aferrado a su butaca.
Sin embargo, una vez que se encienden las luces de la sala, ni el
sólido protagónico de Owen, ni el encantador secundario del eterno Michael
Caine impiden caer en la cuenta de que la alegoría bien intencionada que
esconde la peripecia -abonada por los nombres de sus personajes y el tipo
de relaciones que establecen- no tiene la sutileza necesaria. Una falla que
ni el evidente talento de Cuarón puede evitar, ya que probablemente tiene
su origen en el texto original, al que le pesa el paso del tiempo.
A pesar de esa objeción, Niños del hombre se ve con interés, y reserva
buenas dosis de adrenalina para el aficionado a los thrillers.