NICARAGUA
El regreso de Daniel Ortega

Confirmando el pronóstico que hacíamos tres semanas atrás, el ex
presidente Daniel Ortega, otrora “comandante” del Frente Sandinista en su
lucha contra la dictadura de Somoza, ganó las elecciones nicaragüenses y
volverá a gobernar este país, uno de los más empobrecidos de América
Latina.
Pero ni el FSLN vencedor ni su caudillo Daniel Ortega son los mismos.
Una estela personal de pactos con el ex presidente derechista Arnoldo
Alemán, autoritarismo interno, acuerdos con ex dirigentes de la Contra y
con quien fuera encarnizado enemigo de la revolución sandinista, el ex
obispo Monseñor Obando, han diluido y degradado su figura.
Ortega ganó en primera vuelta, favorecido por una modificación de la
ley electoral que aprobó meses antes el parlamento. Los diputados
sandinistas en alianza con los seguidores del ex presidente Arnoldo Alemán
(procesado por delitos cometidos durante el ejercicio de sus funciones)
“armaron” una ley a la medida de las posibilidades de Ortega. Una de sus
cláusulas dice que si quien obtiene la primera minoría supera el 35% de los
votos y tiene más de 5% de diferencia sobre el segundo, no es necesaria una
segunda vuelta. Ese fue el caso, ya que Ortega tuvo ese margen; superó el
38% de los votos, y el segundo, el liberal Montealegre sacó el 29%. Con la
constitución anterior, se hubiera realizado una segunda vuelta, y en tal
caso, el Frente hubiera perdido.
Pero si difícil fue ganar las elecciones, los desafíos que debe
afrontar Ortega son aún más complicados. A poco de andar, le exigirán el
cumplimiento de las promesas que formuló a las bases sandinistas, en
especial a los sectores más pobres y marginados del país.
El sandinismo de Ortega ganó con poco más de un tercio de los votos, y
ahora necesitará hacer alianzas en el parlamento si quiere más recursos
para gasto social, lo cual implicará también enfrentarse con las rígidas
normas del Fondo Monetario Internacional. Eso si es que tiene voluntad
política de hacerlo, porque hay que recordar que los votos sandinistas ya
permitieron que el Parlamento nicaragüense aprobara el Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos.
Muchos jóvenes apostaron por Ortega. Ellos confían en que a pesar de
que su antiimperialismo ha quedado sólo en palabras y que ha llevado de
vicepresidente a un millonario ex dirigente de la “Contra”, el ex
comandante será capaz de mejorar la situación de los pobres. Parte de la
izquierda latinoamericana también ha preferido cerrar los ojos a la más que
discutible trayectoria que tuvo Daniel Ortega a partir de los años 90, y
confiar en él.
Pero la realidad, que suele ser muy terca, dirá la última palabra.

ECUADOR
El magnate bananero en las encuestas

Alvaro Noboa y Rafael Correa recorren el país apurando la fase final de
la campaña para la segunda vuelta presidencial convocada para el domingo
26. El magnate bananero -en su tercer intento por hacerse con la
presidencia ecuatoriana- continúa regalando dólares, electrodomésticos,
camisetas, juguetes, etc. convirtiendo sus actos políticos en un constante
reparto de obsequios que presenta como un “anticipo” de lo que será su
gobierno. Las encuestas que difunden la mayoría de los medios de
comunicación, le dan como claro vencedor.
Quizás por eso, en diversas zonas del país, han abierto locales para
convocar afiliaciones masivas, que coinciden con la posibilidad de anotarse
en listados para futuras viviendas que construiría el candidato si resulta
elegido presidente. Así de simple y manipuladora es su campaña. En muchas
regiones, los dueños de los periódicos o los canales de televisión, tienen
vínculos con el multimillonario candidato y orientan todas las
informaciones en su favor.
Su rival, Rafael Correa, ha tenido que dedicar tiempo a desmentir o
responder acusaciones lanzadas en su contra, incluso por campañas pagas que
están en el límite o vulneran la legalidad electoral. El candidato de
Alianza País recorrió estos días zonas de la Amazonia, donde recogió
apoyos, fortalecido también por la decisión de Pachakutik, el movimiento
político que agrupa a una parte importante de las organizaciones indígenas,
de darle su apoyo en la segunda vuelta. Ese apoyo será no comprometido, ya
que a cambio no han pedido ninguna participación en un eventual futuro
gobierno.
A diferencia de la campaña de su millonario rival, Rafael Correa no
dispone de fácil acceso a los medios, ni tampoco de recursos económicos.
Durante su campaña suele dormir alojado por la propia población en zonas
rurales, o en barrios suburbanos. Noboa lo critica por eso y le imputa
demagogia, pero la verdad es que Correa parece muy cómodo en ese entorno
popular. Pero no le resultará nada fácil remontar la poderosa y aceitada
maquinaria electoral de Noboa, que además, recoge los apoyos de los
sectores más acaudalados e influyentes de Quito y Guayaquil, las
principales ciudades del país.

VENEZUELA
La oposición unida contra Chávez

En el horizonte electoral latinoamericano aparece ahora Venezuela,
donde la oposición logró unificar criterios para sostener la candidatura de
Manuel Rosales, actual gobernador del estado de Zulia. El 3 de diciembre,
los venezolanos podrán votar nuevamente en un virtual referéndum -uno más-
para ratificar o desmontar el peculiar proceso revolucionario que lidera
Hugo Chávez.
Rosales ha logrado el apoyo de los sectores de los tradicionales
partidos COPEI y Acción Democrática, desprestigiados y carcomidos por años
de alternarse en el ejercicio corrupto del poder. Pero también ganó el
respaldo de sectores de clase media, profesionales e incluso de algunas
tendencias de izquierda, disconformes con el populismo “chavista”.
Las encuestas, por el momento, siguen favoreciendo a Hugo Chávez, pero
habrá que esperar los resultados para medir cuál es la disconformidad real
que hay con el proceso que lidera. Su rival, Manuel Rosales, ha logrado la
convergencia de las fuerzas opositoras y por tanto, recibirá los votos de
todos los disconformes con Chávez.
En Estados Unidos, los republicanos y los influyentes sectores del
exilio cubano han volcado todos sus recursos y medios para que el candidato
opositor consiga derrotar a Chávez en las urnas. Ya fracasaron con un
intento de golpe militar en el 2002 y una posterior huelga general
sostenida por los empresarios. También en varios procesos electorales, pero
éste será el primero en el que la oposición concurra unida en torno a una
candidatura.