Salir de compras es una aventura, de alto riesgo.
En estos días, todo está más o menos tranquilo si es que no te vas con el carrito para la parte de verduras. ¿Viste cuánto cuestan los morrones colorados?
Recorriendo las góndolas vas viendo cómo la vida de las personas, nuestra vida, está marcada por el consumo. Pasás de los electrodomésticos a una zona de muebles -esos que en el carrito no te caben-, pasás de los juguetes al sector de perfumería. De perfumes a desodorantes, de papel higiénico a servilletas de cocina. Te volées porque viste una liquidación de temporada en la parte de la ropa. No hay nada.
 Seguimos y llegamos a la zona de alimentos. Siete u ocho góndolas ansiosas de vaciarse y volverse a completar, y volverse a vaciar y volverse a completar, y…
Y saco mi lista de compras, esa que me impide atiborrar mi changuito de cosas innecesarias (léase pelotudeces).
Casi de manera automática elijo las cosas que siempre llevo: leche en polvo, harina, arroz, algunas pastas secas, pierdo algunos minutos decidiéndome entre las marcas y los precios. Mermelada, galletitas. Llego a las heladeras de lácteos y ahí pierdo tiempo entre el sector donde los envases tienen más color verde o los envases que contienen cosas más ricas… Democráticamente elijo de ambos…
Como última vuelta por el súper voy para los enlatados. Me gustan las latas, te sacan de apuros, dice mi abuela.
Arvejas, jardinera, palmitos (ay!), champiñones (ay!, ay!)…tomates al natural…alguna salsa…Y esto, ¿qué es? “Rapi food”, dice la etiqueta. Leo para saber de qué se trata: “Comida rápida rica en nutrientes y vitaminas…bla bla bla, se prepara en su envase agregándole agua caliente…bla bla bla…varios sabores…bla bla…fácil y rápida de usar”. ¡Qué copado! Me la llevo, me llevo tres o cuatro…Total, están de oferta. Seguro me van a sacar de apuros.
El apuro del que me sacó derivó en un apuro más grande que me llevó a no poder estar lejos de un baño al menos por tres días. El doctor -casi como no creyéndome- me repetía “Pero querida, ¿qué tenía la lata? ¿Con qué estaba elaborado?”. Y yo, sólo tenía una frase para responderle: “Ni idea, no me fije”.

Informarse para consumir mejor
La alimentación está influenciada por diversos factores culturales y económicos tanto individuales como de la sociedad en general. La disponibilidad, variedad, costo, creencias de alimentos, influyen notablemente sobre los hábitos dietéticos de una población.
Estos factores no siempre contribuyen a una “buena alimentación”. La falta de información, la información errónea o confusa, suposiciones, costumbres, escasez de recursos, falta de tiempo, etc., hace muchas veces que nuestra alimentación no sea la adecuada.
Una cuestión a tener en cuenta al elegir alimentos envasados es el rotulado.

El rotulado
La etiqueta proporciona información sobre las características particulares del alimento, como ser fecha de duración, contenido neto, forma de preparación, instrucciones de uso, propiedades nutricionales, etc.
Esta información es importante al realizar una compra ya que le permite al consumidor elegir, de acuerdo a su criterio, aquellos alimentos que mejor se ajusten a sus necesidades.

¿Qué se entiende por “Rotulado de alimentos”?
La rotulación es toda inscripción, leyenda, imagen o toda materia descriptiva o gráfica que se haya escrito, impreso, marcado, marcado en relieve o huecograbado o adherido al envase del alimento.
El rotulado debe ofrecer información concreta:
Nombre del producto
Lista de ingredientes en orden decreciente (es decir, el primer ingrediente mencionado es el que se encuentra en mayor proporción)
Contenido neto (expresa la cantidad de producto contenida en el envase)
Identificación de origen (indica el país o lugar de producción del alimento)
Identificación del lote
Fecha de duración mínima (consumir antes de…; válido hasta…; validez…)
Instrucciones de uso (en caso que corresponda)
A partir del año 2006, los alimentos envasados deben mostrar en sus etiquetas, además de la información obligatoria general, la información nutricional. Esta información les permitirá a los consumidores conocer el valor energético y la cantidad de algunos de los nutrientes presentes en el alimento que se consideran de importancia.