MEMORIA
Recuperar una nueva vida

Buscarita Roa, tesorera de Abuelas de Plaza de Mayo, estuvo en Bahía
Blanca a principios del mes de septiembre en el marco de la presentación de
la Muestra “Imágenes Robadas, Imágenes Recuperadas”. Ella es una de las
mujeres que, tras casi 30 años de lucha, pudo recuperar y devolverle la
identidad a su nieta Claudia, secuestrada junto al hijo de Buscarita, José
Poblete y a su nuera Gertrudis Hlaczik, el 28 de noviembre de 1978 a los
ocho meses de vida, y que fuera entregada a un matrimonio ilegalmente.
“Mi hijo fue secuestrado el 28 de noviembre del 78 junto con su esposa
y la nena. La nena estuvo más o menos tres o cuatro días en el centro de
detención clandestino ‘El Olimpo’.
Ahí permaneció muy poco tiempo mi nieta porque fue entregada a un
coronel, Ceferino Landa y su esposa que no podían tener hijos, y bueno, se
llevaron a Claudia de ese centro clandestino y la criaron como hija propia,
le cambiaron su identidad: el nombre, su apellido, la fecha de nacimiento y
la criaron hasta los 22 años”.
Así, crudamente, como crudos fueron los tiempos que le tocó vivir,
Buscarita Roa relató a EcoDias parte de su historia.

¿Las Abuelas recuperaron a su nieta Claudia?
Sí, Claudia está restituida en el año 2000, la encontramos con 22 años,
y ahora ella dice: ‘mi nueva vida’. Y yo pienso que también, a pesar de no
haber encontrado los restos de mi hijo ni de mi nuera y queda un agujero
pendiente, el hecho de haber podido recuperar a Claudia creo que fue un
triunfo, porque 22 años buscándola y después encontrarme con una señorita
grande, que el año pasado se ha casado… así que bueno, estamos
disfrutándola muchísimo.
Después de haber sido criada en una mentira, yo sé que a ella le dolió,
estuvo en el juicio declarando porque los Landa le pidieron que fuera y
declarara, y cuando le preguntaron cómo se llamaba, dijo: Claudia Victoria
Poblete. Fue muy valiente de su parte, hacía ocho meses que la habíamos
restituido y pudo decir verdaderamente quién era.

Además dieron un gran paso hacia la justicia…
Sí, gracias a la derogación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto
Final, que justamente se dio por el caso Poblete, que es el caso de mi
hijo.
Las leyes se estaban peleando desde hace muchos años, los organismos
las estaban peleando, pero justamente cuando yo recupero a mi nieta, el
juez Gabriel Cavallo, que fue el que me llevó la causa, impulsó la
derogación. Al ser derogadas, se llevó a juicio -yo fui la querellante- al
“Turco” Julián en el mes de julio y terminó en agosto.
De esta manera pudimos condenarlo a 25 años de presidio y ahora da la
pauta para que todas las personas que tienen estas causas puedan ser
abiertas y juzgadas.

Y con esta sentencia, ¿están conformes?
Y mirá, uno nunca está conforme, siempre va por más… Ahora, simplemente
tenemos que esperar que las demás causas se abran para que estos tipos se
pudran en la cárcel como se lo merecen, porque realmente no es por el odio,
no es eso… simplemente yo estoy muy dolida porque el “Turco” Julián fue
la persona que torturó a mi hijo. A mi hijo le faltaban las piernas, era un
chico lisiado que había tenido un accidente, se había caído de un tren que
le cortó sus piernas, y fue llevado al centro clandestino “El Olimpo” con
su silla de ruedas.
¿Qué pasó? Que este tipo [por Julián], por el hecho de ser chileno y
ser lisiado, se ensañó con él. Fue tanta la agresividad que tuvo con mi
hijo que hizo cosas aberrantes. En los testimonios se dijo que hacía una
pirámide humana, lo ponía arriba del todo y hacía que la gente se corriera
y él cayera como una bolsa de papas al piso. Te podés imaginar un tipo sin
piernas, cómo puede caer al piso de una altura, de una escalera: largó la
silla de ruedas con él arriba.

. ARMAR CON IMAGEN DE LA NOVELA
Montecristo
La puesta al aire de la telenovela Montecristo, que toca de una manera
directa el tema de los desaparecidos, los juicios y la restitución de
identidades, llevó a que las consultas por estos casos se incremente en la
sede de Abuelas.
Buscarita nos comentó su mirada sobre esta situación:
“Pienso que la novela está muy bien llevada en lo que tiene que ver con
la identidad. Los artistas conversaron con nosotros antes de que empezara
la novela como para tener una idea más o menos clara en el marco en que se
desarrolla el trabajo de las Abuelas. Y creo que eso le sirvió a ellos para
poder encararlo, porque no te olvides que es difícil encarar un tema tan
terrible como es el de los nietos desaparecidos con vida.
Desde que la novela se está dando se han duplicado las consultas en
Abuelas, se han duplicado. ¿Por qué? Porque la mayoría de los actores son
jóvenes, que en algunos casos van a filmar a la casa de las Abuelas,
prácticamente nos la piden prestada para poder hacer unos capítulos. No
somos las Abuelas las que estamos encarando nada, sino que son los actores:
está Pablito Echarri, están las chicas que son divinas y los chicos se
vuelven locos por ir cuando saben que van a filmar en la casa. Y todo eso
tiene que ver porque los artistas representan una cosa joven de la
Argentina.
A nosotros nos ha servido tanto lo de la novela como lo del Teatro por
la Identidad y la Música por la Identidad”.