El genocida Julián «Laucha» Corres llegó a nuestra ciudad el martes 26 de agosto para prestar declaración en la causa que investiga las responsabilidades y posibles complicidades de su fuga.
El represor brindó declaración “testimonial” y no “indagatoria” como lo había solicitado el juez federal Alcindo Álvarez Canale, quien cambió de opinión luego de una presentación de los fiscales Hugo Omar Cañón y Antonio Castaño, quienes manifestaron que no correspondía por no haber delito en la evasión dado que no se ejerció violencia alguna o forcejeo al momento de su escape, tal como lo establece el artículo 280 del Código Penal.
El “Laucha” se había escapado el 26 de julio de la delegación local de la Policía Federal y fue recapturado por Interpol y la Policía de Seguridad Aeroportuaria el lunes 18 en la localidad de Villa Constitución, provincia de Santa Fe, en el ropero de la casa de la mamá.
Desde Marcos Paz fue trasladado por tierra a Bahía Blanca y pasó sus primeras dos horas en una oficina de la Unidad Penal 4 de Villa Floresta, separado del resto de los internos. Cerca de las 11 de mañana arribó al Juzgado Federal Nº 1 de calle Alsina 317 para encontrarse con Canale y los fiscales.
Se lo pudo ver desmejorado -en comparación con las imágenes de la recaptura-, desprolijo, sin barba, despeinado por el fuerte viento del mediodía y vestido con una campera celeste, jeans y zapatillas. Ingresó esposado, en silencio ante los micrófonos de la prensa y rodeado por efectivos del Servicio Penitenciario provincial.
En la sede judicial permaneció declarando alrededor de cinco horas y, como motivo de su fuga, adujo que su madre pensaba que no lo iba a ver más, y por eso decidió visitarla.
En suma, para el Ministerio Público Fiscal su testimonio fue “insostenible” y “poco creíble” por la gran cantidad de contradicciones durante el desarrollo de su relato.
Su crónica de la fuga: fue al baño, vio tres soguitas, agarró dos, subió una escalera y bajó a una cochera vecina de la dependencia policial, salió a la calle, llegó al Hotel Austral, llamó un remis y emprendió el viaje a casa de mamá.
Posterior a la cita con el magistrado federal fue nuevamente llevado a la cárcel de Villa Floresta hasta ser trasladado al penal de Marcos Paz a esperar el juicio oral en el marco de la causa 05/07 en la que fue procesado el 6 de junio como partícipe necesario en 47 secuestros, 38 casos de tortura, 17 homicidios y 7 desapariciones forzadas de personas (incluida la de un bebé nacido en La Escuelita). Todos: “delitos de lesa humanidad y configurativos de genocidio”.
Por la evasión, la ministra de Defensa, Nilda Garré, ordenó al Estado Mayor General del Ejército pasar a disponibilidad al jefe del V Cuerpo de Ejército, general de Brigada Oscar Gómez, y al secretario general, Jorge Roque Cocco.
Además, habían sido detenidos el comisario y el subcomisario de la delegación de la Policía Federal local, quienes fueron excarcelados la semana pasada, aunque continúan ligados a la causa de la fuga al igual que el oficial de servicio y otro policía que estuvieron de guardia el día que se escapó el represor.