EcoDias consultó a dos referentes del gobierno municipal en cuanto al mantenimiento y conservación de plazas y espacios públicos de Bahía Blanca.
Ambos coinciden en que lo que más se sufre, es el deterioro provocado por los destrozos de la gente.

Quien recorra habitualmente la Plaza Rivadavia, descubrirá que el actual gobierno municipal se parece demasiado al de Jaime Linares. Ambos comparten la obsesión por arreglar de manera permanente ese espacio público. Salvo la onerosa iluminación que dejó como herencia el intendente radical, todo ha sido o es modificado: veredas nuevas, juegos nuevos, canteros nuevos, bancos nuevos.
Eso quiere decir que la inversión que se realiza en la Plaza Rivadavia es importante. Pero hay un dato que no deja de ser cierto: nunca se terminan las refacciones en la plaza. Las mallas naranjas de protección en diversos sectores no se van, ya han pasado a ser tan parte del espacio céntrico como las palmeras.

Pero, ¿qué pasa en el “no centro”?
Si uno recorre otros sectores de la ciudad, justamente sectores periféricos, puede ver que la situación que se vive en la Plaza Rivadavia no se repite en otras plazas de Bahía Blanca. Todo lo contrario, el estado de abandono de algunos espacios verdes es realmente notable.
EcoDias quiso conocer sobre los trabajos que se llevan a cabo en los espacios públicos de la ciudad, llámese plazas, parques o paseos.
Para ello consultó, en primer término, a Marcelo Caramelli, responsable de la Dirección de Parques y Paseos, quien explicó que ese área tiene a su cargo las plazas principales del centro y macrocentro pero únicamente para determinadas tareas. A saber, Plaza Rivadavia, Plazoleta Payró, Plaza 9 de Julio, Plaza Brown, Plaza Lavalle -o Del Sol, como es reconocida popularmente- y los parques de Mayo e Independencia.
En el caso de los barrios, señaló Caramelli, los espacios le corresponden a cada delegado: “Lo que hacemos con ellos cuando están desbordados es mandar cuadrillas nuestras para trabajar en conjunto con ellos: “Nosotros nos dedicamos al corte, desmalezamiento y el cuidado de los parques y las plazas que nombré. El resto lo van haciendo los delegados. Si a la Plaza Brown hay que hacerle veredas lo debe hacer el delegado. Nosotros estamos haciendo cinco nuevos espacios en la ciudad y una vez terminados los entregamos a los delegados. Uno en Cuyo entre Zelarrayán y Terrada, dotándolo de riego, le vamos a poner juegos, luminarias, bomba -a todas las plazas le ponemos bomba ya que no regamos más con agua potable. Una vez terminada la de Cuyo se entrega a la delegación de Bidondo; estamos haciendo otro espacio en Cerri y uno en White”.
Respecto a los juegos destinados a los más chicos, Caramelli dijo que también son instalados por Parques y Paseos elevando el mantenimiento a cada delegación.
¿Qué tipo de rutina llevan adelante en cuanto a los trabajos que se hacen en las plazas? “Yo tengo una rutina con los capataces nuestros en la cual cada diez días, según como esté el clima, vamos dando la vuelta y cortando el césped de todas las plazas. Ahora estamos un poco desbordados porque ha estado lloviendo más seguido, entonces el césped crece muchísimo más. Aparte de las plazas tengo todo lo que es Camino La Carrindanga, Circunvalación, calle Drago, que es la otra entrada de Bahía… Empezamos a cortar desde lo que es aeropuerto, bajando por Newbery hasta Carrindanga y de ahí hasta la 33 que sería el Sesquicentenario, donde está la rotonda. Después lo que es Sesquicentenario lo hace Provincia y estamos ayudando a Bidondo haciendo Alem hasta Sesquicentenario, Terrada, todo lo que podamos hacer lo hacemos”.

La gente I
Ante la pregunta de cómo se encuentran los espacios, Caramelli puso el ejemplo de los fogones del Parque de Mayo. Los mismos fueron construidos hace dos meses y ya sufrieron el robo de las parrillas y las roturas de sus ladrillos: “Los arrancaron. También tenemos muchos problemas con cestos que nos rompen. Ahora pusimos bancos por el Paseo de las Esculturas y vamos a poner unos cestos cuadrados más fuertes. Vamos a ver cuánto duran porque tenemos mucha rotura de carteles, de juegos, de bancos, muchos graffitis en monumentos. El Parque de Mayo saca dos camiones de basura por lunes, quiere decir que poniendo cestos y bolsas de basura y todo no te alcanza en lo que es la limpieza”.
Para Caramelli, los usuarios deberían cuidar más esos sectores aunque planteó diferencias: “Vos vas a ciertos sectores y están muy cuidados, pero a veces algunas personas arruinan todo”.

En las Villas
El sector de barios en que interviene la Delegación Las Villas cuenta con una treintena de plazas que, en algunos casos, no están en el mejor estado. Es evidente que ningún espacio público goza de los mismos trabajos que se hacen, por ejemplo, en la Plaza Rivadavia.
Norberto García, delegado de Las Villas, atendió a EcoDias y detalló la labor que realizan: “Trabajamos en lo elemental como corte de pastos, verificar que esté bien la iluminación, reparar los juegos. Tenemos un taller acá en la delegación y se reparan todos los juegos que están deteriorados, se retiran y se reparan. Y también la basura que es el problema más grave que hay en las plazas”.
Según García no se prioriza un espacio verde sobre otro, haciéndose lo posible frente a la gran cantidad de plazas existentes en el sector: “El estado de esos espacios públicos hay que determinarlos de acuerdo al vecindario. Hay vecindarios que cuidan mucho el espacio verde y hay otros que no le dan importancia y de noche los destruyen. Se juntan patotas chicas, destruyen juegos y todo lo que encuentran a su alcance”.
Para García los sectores de la periferia son los más difíciles de conservar frente a otros cuya situación es contraria: “Hay sectores que son más fáciles de mantener. El más fácil es el de la Plaza de Villa Mitre porque está en un sector de mucha densidad de población y mucha circulación de gente, de a pie lo mismo que en vehículos”.

La gente II
García opinó que el municipio hace una inversión muy grande en espacios verdes pero nunca termina de alcanzar por la falta de mentalidad sobre el cuidado que hay que tener de las plazas: “Es como el tema de la limpieza, no estamos mentalizados ni preparados para eso”.
Respecto a los responsables de que las plazas estén como estén, García brindó algunas  aclaraciones: “No decimos que el deterioro lo hagan pobladores del sector, puede tratarse de gente que se arrima de noche y no es precisamente del sector. No se puede identificar realmente quiénes son. El mantenimiento se hace, si no se hiciera imaginemos lo que sería. Si algunos espacios no están en condiciones óptimas, ¿qué sería si no se les hiciera nada?”.

A esta altura el vecino que lee esta nota periodística seguramente piensa en su plaza y se estará preguntando si todo se reduce simplemente a una falta de conciencia acerca del mantenimiento y a los destrozos. Se preguntará si no será que hay una inequitativa distribución de los dineros y energías destinados a mantener los espacios en el centro y la periferia. Porque a simple vista parecería que a algunos sectores céntricos se los busca embellecer en demasía frente a otros a los que sólo se les corta el pasto esporádicamente.