LAS CLAVES DE UN BUEN TRABAJO ECOLÓGICO
El compostado en casa
Parte 1 En 3 columnas
Desde estas páginas venimos insistiendo en la necesidad de realizar
acciones que mejoren nuestra calidad de vida, entendida en sentido amplio.
Si clasificamos los residuos en nuestros hogares -tal como se propone
al pie de página- en papel, plástico y vidrio habremos iniciado de manera
correcta el largo camino que recorrerán esos materiales hasta su
restitución en nuevos productos. Sin dudas, esta práctica tiene efectos
positivos desde lo social, lo ambiental y también lo económico.
Ahora bien, tenemos otra posibilidad en nuestras propias manos, que es
la de comenzar a dar tratamiento de forma artesanal a los residuos
orgánicos que generamos inevitablemente toda vez que debemos alimentarnos.
El ciclo de la vida
La naturaleza nos muestra el ciclo de la vida. Año tras año, restaura
su crecimiento, como cuando en el bosque, en otoño, las hojas de los
árboles caen al suelo, juntamente con trozos de ramas, excrementos de
animales o hierbas, pasan a una fase de descomposición en la cual
intervienen muchos elementos que cooperan en este proceso, como el sol, el
agua, el calor, el frío y diferentes especies vivas (larvas, gusanos,
caracoles, hongos, multitud de insectos…), que lo transforman todo en
humus, esa tierra de color oscuro con un característico olor de tierra
buena y una esponjosa textura.
Así, el humus contribuye a la continuidad del ciclo de la vida
alimentando a las especies vegetales que, a su vez, alimentarán a las
especies animales.
Abono natural vs. productos químicos
El compostado es una manera de reciclar que se convierte en una
actividad lúdica estrechamente vinculada a la jardinería y se ha demostrado
que las personas que deciden autocompostar no dejan de hacerlo nunca por
numerosos motivos.
Al realizar compost en una casa se consigue autosuficiencia en
nutrientes para el césped o las plantas del jardín. Además de la
tranquilidad de saber que no hay productos químicos en la tierra y que se
puede disfrutar de ella sin peligro para niños ni adultos.
El compost es un abono muy completo que aporta los minerales necesarios
para las plantas. Los principales macronutrientes que aporta son el
nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K), pero también aporta
micronutrientes y mejora la estructura de la tierra, así como la capacidad
de retención de agua. Al ser un producto totalmente natural, se puede
aplicar a cualquier planta, ya sea de interior o de exterior, de jardín,
huerto, frutales, macetas, jardineras, parterres, césped, etc. Es un
producto universal y seguro que la planta a la cual se aplica lo
agradecerá.
Fin de la Parte 1 Cierra a la altura de la base de Staf. Poner una
línea de separación.
Recuadrete en algún lado marginal Debajo de Staff
Ventajas del compostado en casa
Las calles no están sucias de restos de poda porque éstos se reciclan
dentro del mismo jardín.
No es necesario recoger, transportar, ni tratar miles de toneladas de
restos vegetales voluminosos y restos de la cocina.
El compostado casero no necesita energía para funcionar, ni tiene
gastos de mantenimiento.
Se evita el impacto sobre los rellenos sanitarios.
Mejora la educación ambiental y el porcentaje de recuperación de otros
tipos de residuos.
Auto-provee de compost de calidad y no hay que comprar y cargar con
sacos de tierra.
Resulta muy gratificante en todos los sentidos por la experiencia de
ver transformarse paulatinamente los restos de la cocina y de las podas en
humus.
Fin del Recuadrete en algún lado marginal
Compostado casero
El compost que se hace en casa tiene múltiples ventajas. Da
consistencia a los terrenos arenosos y esponjosidad a los más fangosos. En
ambos casos proporciona una textura ideal al terreno y ayuda a retener los
nutrientes que antes se perdían. También retiene la humedad con un buen
drenaje al mismo tiempo. Está más que comprobado que el compost es un
elemento indispensable para evitar la erosión, por ejemplo, de los taludes
o los parterres.
La propiedad más conocida del compost, sin embargo, es el aporte de
nutrientes de manera progresiva. Esto se debe justamente a la degradación,
descomposición y transformación de los restos vegetales en un producto
asimilable para las plantas, que absorben sus minerales de forma sostenida.
¿Quién no recuerda en la casa de los abuelos que, al enterrar la basura en
el fondo del patio, meses después se obtenía una muy buena tierra? En
definitiva, fueron ellos los “precursores” del compostado.
Al no ser necesarios productos químicos, ya que el compost retorna a la
tierra los nutrientes que ésta necesita, también se incrementa la cantidad
de microorganismos beneficiosos para el ciclo natural de la vida.
Así, se favorece la vida en el suelo y esto sirve para que las
lombrices y otros organismos aireen la tierra, eviten que ésta se compacte
y favorezcan, así, el arraigo de plantas y hortalizas.
Un espacio reducido
El primer paso es identificar los residuos que vamos a volcar en el
compostado. De la cocina: restos de fruta y verdura, cáscaras de huevo,
papel de cocina, restos de café y de infusiones, cartones “limpios” (sin
plásticos); y del jardín: flores, hojas y plantas verdes o secas, césped,
restos de poda triturados.
Se recomienda no incluir pescado, carne y huesos, ya que pueden
desprender olores y atraer moscas.
La construcción del compostado es relativamente sencilla, y vamos a
referir a manera de ejemplo algunos tipos.
Una posibilidad es realizar en un rincón del patio un pozo de 30 cm. de
diámetro por 30 a 50 cm. de profundidad. A medida que se va completando se
realiza un nuevo pozo en un sector aledaño. En el término de 4 a 6 meses,
dependiendo las condiciones de temperatura y humedad, el humus ya estará
disponible.
Para tener el compostado sobre la superficie, y poder manipularlo
mejor, da buenos resultados contar con un tambor metálico o plástico de 100
o de 200 litros, debidamente desfondado y perforado en los laterales para
que lo producido cuente con una buena aireación.
También se puede fabricar el compostado solicitando al verdulero
cajones de madera descartables. Se va disponiendo de uno en vez -desfondado-
, hasta que la altura de 3 o 4 cajones nos permita manipular el contenido.
Para evitar que el humus se filtre por las hendiduras de los cajones, es
conveniente disponer maderitas verticales, sin obstaculizar totalmente
estos espacios.
Una iniciativa en familia
El proceso de descomposición de los restos vegetales dentro de un
compostador desprende un olor característico y agradable que podemos
percibir cuando agregamos más restos orgánicos. Recuerda el olor que
desprende el bosque húmedo, y esto se debe a que los millones de organismos
que se alimentan de los restos que se depositan en el compostador no
permiten que pase mucho tiempo antes de transformarlos en compost.
En todos los casos se recomienda mezclar el material dispuesto cada
quince días. La experiencia personal nos indica que entre cuatro y seis
meses después de haber completado el tambor, el humus está listo para ser
utilizado.
Por ello, concebimos el compostado como una excelente solución al
problema de los residuos orgánicos domiciliarios, ya que es mínima la
atención que hay que dispensarle, por caso regarlo (3 veces a la semana en
verano, siempre que esté en un lugar protegido del sol directo, y 1 vez en
invierno). Si se añade una cantidad considerable de hojas secas, se pueden
humedecer un poco, pero siempre será mejor mezclarlas con restos de cocina
para que absorban su humedad.
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Valeria Villagra
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Pablo Bussetti
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