La vida de los otros

Título original: Das Leben der Anderen
Guión y Dirección: Florian Henckel von Donnersmarck
Fotografía: Hagen Bogdanski Música: Stephan Moucha, Gabiel Yared
Origen: Alemania – 2006
Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años
Intérpretes: Martina Gedeck, Ulrich Mühe, Sebastián Koch, Ulriclh
Tukur, Thomas Thieme

Gerd Wiesler es un hombrecito gris. Tan oscuro como su trabajo para la
poderosa Stasi -Seguridad del Estado-, la institución encargada de
averiguar “todo” sobre los ciudadanos de la ya desaparecida República
Democrática Alemana.
Un agente fiel y dogmático, hasta que en 1984 le asignan el seguimiento
del dramaturgo Georg Dreymann y su pareja, la actriz Christa Maria Sieland,
y comienza a perder objetividad y sentir la contradicción entre su
ideología y su conciencia.
Esta es la opera prima -realmente merecedora del Oscar a película
extrajera 2006- del alemán Florian Henckel von Donnersmarck, que con una
puesta austerísima -elección estética ajustada a un presupuesto bajo- logra
hacer palpable el ominoso clima de la época detrás del Muro de Berlín.
El joven director nacido en Colonia asegura que el germen de su guión
está en las visitas de infancia a su familia “del Este”. Allí su
sensibilidad de niño percibía asombraba el miedo permanente de los adultos
que lo rodeaban. Una impresión que mucho después lo llevó a imaginar a un
hombre escondido y solo, oyendo embelezado la música que toca el hombre a
quien vigila, y rodar una de las escenas más conmovedoras de su film.
Pocas veces la paranoia de quienes vigilan y son vigilados en un estado
autoritario, ha sido tan bien mostrada en pantalla. Pero ese logro no sólo
le corresponde al director, sino también al talentoso grupo de actores que
han sabido dar vida a sus peonajes. Especialmente los tres protagonistas:
Ulrich Mühe, en un verdadero tour de force de expresividad casi sin gestos
y palabras, como el solitario Hauptmann Gerd Wieler. Martina Gedeck y
Sebastián Koch, conmovedoramente creíbles como la pareja vigilada. Y el
secundario de Ulrich Tukur, como el acomodaticio jefe de Wieler.
El cine ha mostrado el lado “de acá” de la guerra fría en numerosos
films de espionaje, pero pocos como La vida de los otros -o Good Bye, Lenin
(Wolfgang Becker; 2003)- han plasmado tan atinadamente el complicadísimo
reverso de su trama.