Ante un tema tan recurrente y mediatizado como es el de la seguridad, el subsecretario de Gobierno Andrés Ombrosi explicó algunos puntos del rol del gobierno y su actual funcionamiento en la prevención del delito.

La mayoría de los medios de comunicación repiten, a veces hasta el cansancio, conceptos sobre lo que consideran el más importante de los problemas a nivel país: el de la inseguridad, desde su concepción ideológica que los remite linealmente a los delitos.
Lejos de esas coberturas están las que hacen públicas acciones policiales de carácter represivo y violento, como las narradas en la edición 340 de EcoDias, en la que se mencionaban varios hechos: “Tiros en las piernas de un joven y golpiza en el calabozo. Detención equivocada con violencia incluida. Irrupciones armadas y patoteriles en domicilios de vecinos que no tenían relación con delito alguno. La actuación de la policía en Bahía Blanca va dejando una lista de hechos que afectan la libertad e integridad de las personas. ¿Casos aislados o la histórica tendencia policial a prácticas represivas?”. Así comenzaba el texto del informe periodístico.
En la ciudad no solamente en la policía recae la tarea de brindar “seguridad” a los vecinos y vecinas a través de la prevención, o de actuar rápida y satisfactoriamente frente a un hecho delictivo. Parte de esa responsabilidad le cabe también, en el caso de Bahía Blanca, al gobierno municipal.
El subsecretario de Gobierno, Andrés Ombrosi, recibió a EcoDias y dialogó sobre algunas acciones que el gobierno municipal ha puesto en marcha en torno a la temática de la seguridad/inseguridad.

Mapeando el delito
Una acción que se realiza desde Alsina 65 es la actualización del llamado “mapa del delito” que consiste en identificar los sectores en donde se nota un alto índice de hechos delictivos para, a partir de allí, actuar en consecuencia.
El mapa del delito, señaló Ombrosi, existe desde el año 2005 y pasó a manos de la policía: “Empezó con la gestión de (Sergio) Massarella como subsecretario de Gobierno, siempre se continuó, se hace con todos los informes de denuncias que llegaban, de exposiciones civiles, denuncias en comisarías, en fiscalías… El dato más interesante que incorporamos nosotros en 2008 fue el horario. Ya no sólo teníamos qué delito y en qué lugar sino también en qué franja horaria se daban los delitos”.
Si bien Ombrosi afirmó que el mapa indica que los sectores que más sufren la inseguridad son los de la zona periférica, también destacó los trabajos realizados en el centro, micro y macrocentro de Bahía Blanca.
El funcionario recordó que durante 2007, los miembros de la oficialidad que se estaban preparando para el ingreso a la fuerza, comenzaron a realizar turnos en el centro: “Fue un momento de mucho delito en esta zona, ese delito desapareció del micro y macrocentro en esa magnitud. Pero hubo un corrimiento, no es que desaparecieron los delitos en un total sino que se corrieron de lugar. Por esa razón, luego de eso se fortalecieron las cuadrículas”.
Ombrosi calificó de importante el convenio firmado para que se reparen las garitas de los ferrocarriles y que allí se destinen efectivos policiales para vigilancia: “Una especie de pequeño destacamento, va a haber un policía permanente en cada una de esas garitas. Es otro paso en tener más presencia porque la presencia disuade, lo hemos comprobado”.
A esto deben sumarse los trabajos que tienen que ver con la integración. De esa manera, señala, se pueden atacar las verdaderas causas del problema “que tienen que ver más con la cuestión social, tiene que ver más que nada con capacitar jóvenes en empleos que hoy son requeridos, todo eso va generando distintas líneas que van abordando el problema en su integralidad. Hay cosas que van a ser a mediano y largo plazo, y otras que van a ser más concretas hoy”.

911 Integral
Al servicio del 911 se lo entiende como de emergencias pero en el caso de Bahía. La característica que lo diferencia respecto al que funciona en otras localidades, es que se trata de un sistema integral. Ombrosi señaló que el 911 no atiende solamente cuestiones policiales sino además emergencias que refieren a la salud, a las que precisan de bomberos y también otros servicios municipales como aquellos que se necesitan ante problemas ambientales.
Más allá de todo esto, para el funcionario la importancia radica en la comunicación que se pudo implementar entre el municipio y la policía: “Ellos tienen un espejo de las llamadas nuestras en el 911 y la comunicación directa. Si alguien llama por una denuncia policial de un hecho que está ocurriendo, nosotros conectamos directamente con el centro de despachos policiales y, on line, el policía sin posibilidad de interferir la comunicación entre el agente municipal del 911 y el vecino que llama, puede escuchar todo y empezar a despachar los móviles”.
Este proceso trajo como resultado que se pueda dar una respuesta con mayor rapidez la cual se intenta seguir mejorando a través de una aparatología acorde: “En la semana de prueba poníamos los dos tubos juntos para que se escuche, ahora ya tenemos la tecnología necesaria para hacerlo como corresponde, y ha bajado de tres a cuatro minutos la respuesta de la llegada de la policía al lugar”.
Son herramientas, reafirma Ombrosi, que ayudan a la prevención y a la disuasión. El 911 “más las cuadrículas, saber que hay un patrullero cerca y que ese patrullero tienen las cubiertas, funcionan, y tiene la posibilidad de llegar al lugar porque tiene combustible para circular, es importante”.