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La escuela en la calle

Los docentes del Suteba decidieron iniciar su plan de lucha con una clase pública frente a la Municipalidad para gritar que la tan mentada distribución de la riqueza no la han visto pasar por las aulas de la ciudad. Los alimentos en los comedores escolares no alcanzan, la infraestructura se viene abajo, faltan cargos docentes, el salario básico de las maestras de grado se clavó en 692 pesos y lo único que aumenta son las “cifras” de la deserción escolar.
“Queremos demostrar esto con datos que tienen que ver con la realidad de Bahía Blanca. ¿Qué pasa en las escuelas hoy? No se atienden las necesidades educativas de la mayoría de la población”, dijo en la apertura el secretario general docente, Enrique Gandolfo.

“Estamos igual que antes”
 “Cuando hablamos de distribución de la riqueza, justamente lo relacionamos con la escuela pública que necesita de más cargos, de más profesionalización, de más recursos y es la que menos recibe”, afirmó Gabriela Delfino.
Explicó que hace algunos años está en vigencia una resolución por la cual -en los papeles- se concede una determinada cantidad de cargos que son pedidos todos los años aunque nunca se efectivizan.
Por ejemplo, “esta resolución admitiría que en primaria y segundo ciclo tuviéramos preceptores. En total nos faltarían 365 cargos, 299 horas cátedras y 166 módulos”, detalló la maestra y demostró que esto se traduce en la denuncia realizada a principio de año acerca de la cantidad de chicos que se inscribieron en el nivel inicial y que no tuvieron lugar dada la falta de jardines y cargos.
Además, cada vez más chicos -la mayoría de sectores populares- son marginados de las aulas y sólo encuentran su lugar en la calle. Según Delfino “en los últimos tres años en Polimodal perdimos 1250 chicos y en ESB 235”.

Ni multiplicando panes
Para cada chico se considera el gasto de un peso con 70 centavos. Con ese margen se alimenta a los chicos en los comedores escolares, Monserrat Gayone advirtió que la hipocresía está en el menú que le llega a los directores.
Tienen que darles de comer a sus alumnos “por ejemplo, el día martes, milanesas con puré, arroz con pollo el miércoles o polenta a la bolognesa el lunes… piensen en el precio del pan. A nuestros alumnos que a lo mejor no cenaron, llegan al mediodía y tenemos que decir ‘no’, una sola rebanada de pan porque más no podemos darte, no se puede repetir: eso le tenemos que decir los maestros a nuestros alumnos cuando nos extienden el plato de comida”.
En ese sentido, Alejandra Vega, mamá y vecina de Villa Delfina, ejemplificó lo dicho con la problemática que están sufriendo en su comunidad educativa donde tras golpear infinitas puertas lograron “asegurar” la leche para el comedor de la ESB 318 donde los chicos “se descomponen a media mañana”.
“Es necesario e imprescindible la asistencia alimentaria. Las maestras y la pobre cooperadora hacen maravillas con el presupuesto para darles de comer bien, pero no podemos depender de voluntades de padres y maestros que ya estamos muy abrumados por nuestra situación económica. El Estado debe hacerse cargo cuando se precisa asistir socialmente a los niños y adolescentes por los que dicen estar tan preocupados”, exigió.

¿Dónde va el gasto social entonces?
El economista de la UNS Gustavo Burachik explicó que uno de los componentes principales del gasto público social es el gasto previsional del gobierno aunque marcó que en la política fiscal actual éste “es mucho menor al de la época de Cavallo (…) parte del ahorro fiscal, este tan cacareado superávit, proviene no sólo del incremento de la recaudación sino también de la licuación de las jubilaciones que paga el Estado”.
“No solamente una licuación porque las jubilaciones no son actualizadas según los índices de inflación sino que el ANSES -que es el organismo recaudador a partir del cual se realizan los pagos de las jubilaciones- es un organismo plenamente superavitario”, manifestó.
El ANSES utiliza ese superávit pero no para incrementar ni mantener el valor real de las jubilaciones. En parte se destina a financiar al gobierno ante los pagos de intereses o cancelación de capital de la deuda pública. Y por si fuera poco, lo hace vendiéndole un bono público y devolviéndole al ANSES por esa deuda la mitad -o menos- de la tasa de interés del mercado.
“Tenemos una recuperación espectacular de la recaudación impositiva y de los ingresos del Estado. Por otro lado, tenemos también que nada de esta mejoría ha ido a parar a la población mediante mejores partidas para la educación -en salud se está gastando menos que en la época de Cavallo- sino que, en general, está siendo utilizado para cancelar interés o capital de la deuda o para subsidiar grandes empresas que están sosteniendo económicamente a este gobierno”, concluyó el especialista.

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2008-07-04 00:00:00
Etiquetas: Bahía Blanca.
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