La duda

Título original: Doubt
Guión y dirección: John Patrick Shanley
Fotografía: Roger Deakins
Música: Howard Shore
Origen: USA – 2008
Intérpretes: Phillip Seymour Hoffman, Meryl Streep, Amy Adams, Viola
Davis, Alice Drummond
Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años

No es muy conocido fuera del ámbito teatral -lo llaman el “Bardo del
Bronx”-, pero John Patrick Shanley debutó en la dirección cinematográfica
en 1990 con la comedia Joe contra el volcán, cuyo único mérito fue reunir
por primera vez a Tom Hanks y Meg Ryan y ganó un Oscar por el guión de
Hechizo de luna (Norman Jewison, 1987).
Hasta que en 2005 escribió la pieza teatral La duda, que se representó
exitosamente en los escenarios internacionales incluidos los argentinos- ,
mereció el prestigioso Premio Pulitzer y se aseguró la oportunidad de
adaptar y luego dirigir la versión filmada.
Los resúmenes argumentales dicen que es un drama alrededor de un
posible caso de abuso infantil por parte de un sacerdote, pero ese es sólo
el punto de partida, ya que desarrolla temas como los peligros del chisme,
del dogmatismo y del prejuicio de cualquier tipo.
En 1964, en el colegio Saint Nicholas del barrio neoyorquino del Bronx,
se imparte una educación y una disciplina notoriamente rígida, siguiendo
los dictados de su inflexible directora: la Hermana Aloysius.
Pero la llegada del Padre Flynn -sacerdote innovador, elocuente,
abierto al diálogo con los niños- la han puesto en guardia. Y sus peores
temores parecen confirmarse cuando la Hermana James le confía su
preocupación por el interés que el Padre demuestra por Donald Miller, el
primer alumno negro admitido en el colegio.
Según Shanley, decidió escribir su obra asustado por la facilidad con
que los medios de comunicación desplegaban certezas sobre los más
diferentes tópicos y “para celebrar que no se puede estar seguro de nada”.
Un film casi gótico en su ambientación, que apenas se desvía del “a
puertas cerrada” que proponía la pieza original, pero que funciona
cinematográficamente gracias a sus buenos diálogos y al trabajo de un
elenco estupendo.
Quien mejor aprovecha sus líneas es Meryl Streep -aderezadas con
pequeños gestos imperdibles-, especialmente si quien le da las réplicas es
un Philip Seymour Hoffman en plena forma.
Acompañados por Amy Adams, que otorga a la Hermana James su necesaria
dosis de ingenuidad y fuerza, y del ENORME secundario de Viola Davis como
la Sra. Miller, madre del pequeño en cuestión. Aquello de que para un gran
actor no hay papeles pequeños, se hace carne en Davis interpretando un sube
y baja emocional de diez minutos absolutamente claves para la acción.
La duda no es el tipo de film que tentará a multitudes aferradas a sus
pochoclos, pero su notorio manejo de la tensión dramática la hacen un film
poco común, cuya visión proporciona gran placer a pesar de lo denso de su
temática.