Fundada a mediados de la década del 80, la institución ha logrado un notorio avance que se ve reflejado en la realidad de su sala médica, muy necesaria para el barrio, y en las ideas de la Comisión Directiva que se encuentra abocada al mejoramiento de sus instalaciones y a la realización de proyectos que tienen a la contención como objetivo primordial.

Primeros pasos
Hoy presidida por Marcelo Ferrero, la Sociedad de Fomento se encuentra en Pilcaniyén 251 de Villa Muñiz. El barrio está ubicado entre las calles Indiada, Marcos Mora, Drago, y Chacabuco. En ese radio viven unas 2500 personas: “Es un barrio de gente trabajadora, normalmente vas a ver gente que ha construido su casa a través del esfuerzo, tenemos gente con trabajo cuya calidad de empleo no es la mejor pero igual hacen el esfuerzo y van creciendo”, dice Octavio Alvarado, integrante de la entidad.
Fue en la década del 80 que tras la inquietud de varios vecinos del sector se inicia el camino de la Sociedad de Fomento: “A través de mucho esfuerzo y trabajo hoy la institución está en pie. Apellidos como Biggi, Pincheira, Carraspes, una gran cantidad de hombres y mujeres que prestan su tiempo, que van, que colaboran y hacen todo el esfuerzo posible”.
La comisión que llevaba adelante la entidad en aquel tiempo tenía varios objetivos. El principal, construir la sede: “El objetivo fundamental era tener la sede: la donación del material pero también el tiempo físico para usar el material de la mejor forma y comenzar a construir. Eso fue un proceso largo. Hay vecinos, muy buena calidad de gente, que hicieron que eso sea posible”, cuenta orgulloso Alvarado. Y se refiere a una de las problemáticas que sufría Villa Muñiz, es decir, la inundación de sus calles y la carencia de desagües: “El barrio estaba ubicado en una zona muy baja y todas las aguas evacuaban hacia ese lugar. Cada vez que había una lluvia se producía un anegamiento general, las calles se ponían intransitables”.
A la resolución de este inconveniente se sumó la buena noticia de contar actualmente con dos líneas de transporte urbano que entran al barrio.

La institución hoy
Le gente de la Sociedad de Fomento no se ha quedado nunca quieta. A fines de los 80 fundaron su sala médica: “La gente ya la tiene incorporada como un servicio en el barrio, hay gente que por cuestiones económicas no puede gastar en ir a un hospital y la sala le ha venido muy bien. Creo que de las cosas que han ocurrido en el barrio, la sala médica es de lo más relevante”, relata Octavio Alvarado.
 Entre los servicios habituales que ofrece la sala se encuentra el de trabajo psicosocial y allí es donde quieren hacer hincapié desde la institución: “Queremos ver de qué manera llegamos a un centro de atención para las adicciones tomando todos los aspectos de las mismas, incorporando la cuestión educativa. Hay que tratar de contener lo más posible, uno de los objetivos más importantes de la Sociedad de Fomento es contener a los chicos que no estudian, que no trabajan, que los ves caminar por la calle sin saber adónde van”.
Por esta misma razón en Villa Muñiz anhelan la realización de una biblioteca que trabajaría con instituciones escolares para facilitar a los chicos el material que ellos necesiten, colaborando así con las familias que se ven impedidas de comprar libros.
Para todos estos objetivos se necesita espacio físico. La Comisión justamente se encuentra trabajando en el mejoramiento de su sede social que tiene unos 300 metros cuadrados y a la cual está hoy abocado una gran parte del trabajo de los fomentistas: “Es otra manera de contención, la idea de la sede social es la contención, es la filosofía de la institución. Es contribuir un poco a modificar y mejorar la calidad de vida”.

Mejorar todo lo que se pueda
“Ojalá que los que sigan después de nosotros puedan mejorar las cosas: las instituciones se nutren de ese tipo de gente”, invita a soñar Alvarado.