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La casa de los sustos

La casa de los sustos

Dirección: Gil Kenan
Guión: Dan Harmon, Rob Schrab, Pamela Pettler
Fotografía: Xavier Pérez Grobet, Paul Babin
Música: Douglas Pipes
Origen: USA – 2006
Calificación: Apta para todo público

Monster House serviría para ejemplificar por qué la categoría de
“animación” ya no basta para describir todo film “de dibujitos” dedicados
al público infantil. Se trata de terror animado, lo suficientemente oscuro
como para que los muy pequeños se asusten, y lo suficientemente complejo
como para que cualquier adulto lo disfrute.
Los padres de DJ se van durante el fin de semana, y lo dejan a cargo de
una niñera, a pesar que él les ha dicho que algo raro pasaba en la casa del
vecino de enfrente. Durante años el irascible Señor Nebbercracker ha
hostigado a los chicos del barrio, pero ahora han empezado a desaparecer
cosas y personas.
DJ y su amigo Chowder investigan, pero cuando la casa intenta comerse a
su amiga Jenny deciden que es momento de aguantarse el miedo, y hacer algo
contra el mal que allí se esconde.
Niños solitarios que se enfrentan solos a los cambios de la pubertad,
porque los adultos -por indiferencia o estupidez- no los apoyan. Una
temática cercana a las preferencias de dos de los productores del film:
Steven Spielberg y Robert Zemeckis. Pero que encargaron la realización al
novato Gil Kenan, quien a pesar de las evidentes influencias de Tim Burton
en la atmósfera tenebrosa, y de Hayao Miyazaki en la concepción de “la casa
monstruo”, ha sabido aprovechar la oportunidad logrando personajes bien
delineados, y un relato ágil sazonado con mucho humor.
Para los cinéfilos que quieren saberlo “todo”, la tridimencionalidad y
gestualidad perfecta de los personajes tiene que ver con otro chiche
computacional: la motion tracking, motion capture o MOCAP. Una herramienta
de la investigación biomecánica, aplicada a la medicina del deporte y el
movimiento, que los animadores se agenciaron rápidamente. Técnica usada
muchas veces de manera parcial, y aplicada a una animación completa recién
en El expreso Polar (Robert Zemeckis; 2004) incluyendo la figura
reconocible de Tom Hanks. Pero que en Monster House constituye sólo uno de
los elementos que consiguen la “redondez” final, sin convertirse en un
dudoso protagonista como en aquella.
Un vertiginoso paseo en tren fantasma, para toda la familia.

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2011-10-25 10:11:13
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