GUATEMALA
La violencia que no cesa
La periodista Marielos Monzón, invitada a la asamblea general de la
sección suiza de Amnistía Internacional, denunció que los acuerdos de Paz
de 1996 han demostrado ser insuficientes, ya que la violencia sigue
castigando el día a día de la población guatemalteca.
Afirma esta comunicadora que los problemas estructurales que estuvieron
en la raíz de los enfrentamientos internos no han variado. Las tierras y
riquezas siguen en manos de unos pocos, y la marginación sigue castigando a
las mayorías. La aplicación del Tratado de Libre Comercio firmado con
Estados Unidos agrava aún más la situación, generando pobreza y marginación
en las zonas rurales.
Algunos datos ponen en evidencia la realidad guatemalteca: el 70% de la
tierra es propiedad solamente del 2% de la población. Como contrapartida,
el 96% de los productores agrícolas explotan un magro 20% de la tierra. La
violencia es el pan de cada día: en la última década, 39.315 personas
murieron de forma violenta. Y el mercado negro de la armas está en plena
expansión.
La defensa de los derechos humanos es una tarea riesgosa. Y el informar
también. Monzón testimonió que, como en tantos países, en Guatemala existe
la libertad de empresa, que no es lo mismo que la libertad de prensa.
Además, siguiendo la tendencia global, los medios tienden a concentrarse
cada vez en menos manos, la de los grandes consorcios, que ni siquiera son
siempre nacionales. La periodista denunció la existencia de amenazas,
espionaje telefónico, seguimientos, allanamientos ilegales y también
asesinatos.
El pasado 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Expresión, fue
asesinado Mario Rolando López, conductor de un programa de Radio Sonora. La
propia Marielos fue objeto de amenazas e intimidaciones cuando conducía un
programa en Radio Universidad San Carlos, tanto que en el 2003 tuvo que
abandonar provisoriamente el país. Su padre también fue víctima de la
violencia: murió asesinado en 1981 por los escuadrones de la muerte por ser
un abogado defensor de los derechos humanos, es decir, una de las 200.000
víctimas que dejó la guerra sucia de Guatemala.

VENEZUELA
El “pataleo” de la cadena golpista
Tal como estaba previsto, a la cero hora del lunes 28 de mayo, la señal
de TVES, el nuevo canal estatal, suplantó la emisión de RCTV, la televisora
privada a la que el gobierno venezolano decidió no renovar su licencia. La
oposición venezolana encontró otro motivo para convertir un legítimo
proceso administrativo en “piedra de escándalo” y rasgó sus vestiduras por
lo que consideró una “expropiación” y un atentado a la libertad de
expresión.
El tema encontró eco inusitado en el exterior. El parlamento europeo
primero, y el norteamericano después, encontraron tiempo para acordar
resoluciones donde critican la decisión del gobierno de Hugo Chávez. Y
escribo “encontraron tiempo”, porque muchos proyectos sobre falta real de
derechos y libertades en muchos lugares del planeta duermen en cajones y
nunca llegan a votarse. Pero claro, en esos casos se trata de “gobiernos
amigos”.
La oposición venezolana intenta por enésima vez desestabilizar el país.
Ya lo intentó en sucesivas votaciones, en el referéndum revocatorio -que
también perdieron-, con una huelga general sostenida por las patronales,
con atentados terroristas e incluso con un fallido golpe de estado en abril
del 2002.

Protestas callejeras
Ahora el ariete de la protesta son estudiantes (en muchos casos, hijos
de esas familias de clase media que nunca aceptaron ni a Chávez ni al
proyecto bolivariano que él lidera). Pero otros sectores estudiantiles han
salido en defensa del derecho gubernamental a renovar o no una licencia a
un medio de comunicación.
Es oportuno recordar aquí que, pese a la prédica concertada de algunos
medios, no hubo confiscación alguna, ni de bienes ni de equipos. RCTV puede
seguir emitiendo por cable o por satélite. Y puede, además continuar con la
producción de “culebrones”, una de sus principales fuentes económicas,
autodefinida por los dueños del canal privado como parte “cultural” de sus
emisiones.
Y un último apunte para “fervientes demócratas”: la cadena RCTV el 11
de abril del 2002 se plegó desde un primer momento al fallido golpe militar
que intentó derrocar el gobierno constitucional. Fue una pieza fundamental
del movimiento que alentado desde el exterior (principalmente por Estados
Unidos, país que llegó a reconocer el gobierno de facto), intentó por la
violencia desplazar a Hugo Chávez. Tras recuperar el poder, el gobierno
podría haber revocado la licencia por la evidente trasgresión de los
fundamentos por los cuales el Estado venezolano adjudicó temporalmente esa
concesión. Pero no lo hizo. Pacientemente esperó cinco años la caducidad de
la licencia y en uso de sus atribuciones decidió no renovarla.

PERU
Alan García más a la derecha
El gobierno peruano afirma su deriva hacia la derecha con el
nombramiento de Ismael Benavides Ferreyros como Ministro de Agricultura. La
decisión de Alan García, marca la consolidación de la alianza con los
sectores políticos conservadores y en especial con los grandes empresarios
y representantes de transnacionales en el país.
Este nombramiento tiene directa relación con la etapa de aplicación del
Tratado de Libre Comercio ( TLC) firmado con Estados Unidos, que
garantizará la continuidad de políticas neoliberales, en perjuicio de los
medianos y pequeños productores rurales y a favor de los agro exportadores.
Las protestas de los afectados en la costa, en la sierra y en la selva
peruana, dejan claro quienes serán los damnificados por el acuerdo firmado
por el gobierno de Alan García. Ismael Benavides Ferreyros, es un personaje
ligado a la actividad bancaria, que milita en diversos organismos que
defienden las políticas neoliberales. Su último cargo antes de ser nombrado
ministro, fue el de presidente de la Asociación de Bancos, y hasta hace
poco ocupó la gerencia general de la institución privada Interbank. Es un
importante empresario agroindustrial y propietario de un fundo de 800
hectáreas en la región de Pisco, además de una empacadora de frutas y
hortalizas para exportación.

COLOMBIA
Desastre por temporales
Más de medio centenar de muertos han provocado las graves inundaciones
que afectan varios departamentos colombianos. Este año, la temporada de
lluvias está causando verdaderos estragos, en particular en las regiones
rurales.
Una de las últimas tragedias puntuales causadas por las lluvias,
ocurrió en un barrio de Medellín, capital del departamento de Antioquia,
donde un deslave sepultó a siete personas, tres de ellos niños. Además, fue
necesario evacuar a decenas de familias del lugar.
Otro punto crítico es el departamento de Sucre, al norte del país. Allí
el desborde del río Cauca inundó poblaciones enteras, como la de Guaranda,
donde sus calles se han convertido en canales y la altura del agua cubre
prácticamente la altura de una persona adulta. Miles de personas han debido
abandonar sus viviendas, en muchas cosas llevándose apenas algunos enseres
básicos.
Los pronósticos meteorológicos no son muy alentadores, ya que presagian
la posibilidad de que los temporales se prolonguen hasta mediados de junio.