GRUPO SCOUT SAN PÍO X
45 Años, la misma esencia

Los Scouts de San Pío X están de festejo, y no es para menos. Se
cumplió un nuevo aniversario desde que en 1945 Estrella Sastre Campos, más
conocida como la hermana Kotska llegó de España y creó este primer grupo
scout católico de la ciudad.

Con sede en calle Italia al 1100 y con un terreno para desarrollar
actividades en Pedro Pico al 500, San Pío X continúa trabajando con chicos
de 7 a 21 años, adaptando los programas a las nuevas épocas pero
manteniendo la esencia, porque esta -según sus dirigentes- no se negocia.

La pelota y la Biblia

El grupo, que pertenece a la comunidad de La Pequeña Obra que depende
de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, se encuentra a cargo de
dirigentes que rondan entre los 21 y los 26 años de edad. Uno de ellos,
Adriano Giusti, nos cuenta los inicios de San Pío X: “Todo empezó en lo que
es la actual sede. Al lado había un terreno baldío muy chiquito donde
Kotska empezó a trabajar en valores mediante la pelota y la Biblia. Ella
siempre dice que mediante una pelota y una Biblia empezó a crear lo que es
el grupo scout San Pío X”.
Respecto a los objetivos que tenía la hermana Kotska (hoy residente en
España y recientemente homenajeada por los 45 años del grupo) al crear San
Pío X, Giusti cuenta que “ella siempre fue poco conservadora en esto de
trabajar con la gente. Se embarraba en villas, en oratorios, no era monja
de escritorio, caminaba mucho las calles y veía que había un montón de
chicos que no hacían nada más allá del colegio o las obligaciones normales.
Entonces, la intención fue recuperar a los chicos que estaban en el barrio,
atraerlos para hacer algo más”.

El grupo a través del tiempo

Según Adriano, el carisma y la alegría que transmitía Kotska fueron dos
factores fundamentales para que los chicos de esa época se acerquen al
grupo: “Rápidamente muchos chicos se contagiaron de lo que ella hacía.
Dicen que hubo un crecimiento muy rápido de chicos que no tenían ninguna
propuesta que los cautive y Kotska pudo cautivar eso. Y además conjugaba la
propuesta católica en valores con entretenimientos y no había grupos
católicos que conjuguen esas dos cosas. Por eso el grupo creció y se asentó
en la ciudad con facilidad”. Entre scouts y guías, según Giusti, un poco
más de 1200 personas han pasado por San Pío en todos estos años.

Secuelas de la dictadura

El último régimen militar que asoló nuestro país a partir de 1976
también tuvo entre sus víctimas a integrantes de San Pío X: “Nunca fue bien
visto este compromiso que tenía Kotska y muchos de los dirigentes de ese
momento trabajaban con la gente más carenciada. Kotska se tuvo que exiliar
durante muchos años, se tuvo que ir forzadamente porque ya estaba marcada y
tres dirigentes fueron desaparecidos”.
Así y todo, señala Adriano, el grupo no dejó de funcionar pero por
cuestiones obvias tuvo que modificar la manera de hacerlo: “Las ramas más
chiquitas dejaron de funcionar pero no las más grandes. Esos años se
trabajó a escondidas, se trabajó mucho pensando. A San Pío siempre se lo
catalogó como un grupo crítico, cuestionador, innovador en algunas cosas, y
en ese momento fue más un trabajo puertas adentro, más pensante que de
acción”.

San Pío X hoy

Actualmente el grupo trabaja con más de 80 chicos. Los más grandes
desarrollan las primeras experiencias de trabajo comunitario en diferentes
barrios. Hijos de antiguos scouts concurren hoy logrando que, como ellos
dicen, se respire “aire San Pío”.
Por último, Giusti habló de los objetivos que intentan cumplir
manteniendo la misma esencia de siempre: “Hay una gran crisis de fe en la
mayoría de los chicos, entonces la idea es conjugar dos cosas: el sentido
bíblico católico de ayudar al prójimo con lo que ellos hacen. El trabajar
con el prójimo, el servir, el pensar en los demás, tiene que estar de acá a
cien años: la esencia tiene que continuar”.