Fideicomiso financiero
El shock de Borelli

Luego de conocer las propuestas alternativas al proyecto de fideicomiso
financiero del municipio para la realización de un plan de pavimentación
ofrecidas por integrantes de los bloques de la UCR y la Coalición Cívica
del Concejo Deliberante, los ediles oficialistas y el secretario de
Economía, Hugo Borelli, brindaron una conferencia de prensa para refrendar
la posición del Departamento Ejecutivo municipal en la operatoria propuesta
en conjunto con la Bolsa de Comercio, Bapro Mandatos y Negocios S.A. y
Provincia Bursátil.
“Quieran llamarlo como quieran, es un shock de obra pública. Y si
políticamente un shock de obra pública molesta, lo único que pretendemos es
que se lo diga con claridad”, disparó el funcionario contra la oposición
tras responder punto por punto las críticas recibidas.
Antes, el titular de la Comisión de Presupuesto del deliberativo, Esteban
Usabiaga, sostuvo que “llevamos más de cuatro meses en una discusión en la
que no ha habido, a pesar de los esfuerzos, ningún avance y de repente
aparecen algunas propuestas alternativas que en nuestro concepto no lo
son”.
Según el legislador peronista en el contexto que sea, “de crisis o
equilibrio macroeconómico”, el sistema de fideicomiso “tiene que traducirse
en bienestar”.
“No hay alternativas a esto, es decir, a financiarme con tarjeta de
crédito, con un préstamo personal, la alternativa no es que yo ahorre todos
los meses el ingreso. Financieramente no se puede establecer esta situación
porque a la larga el costo y la posibilidad no van a ser las mismas: el
ahorro que se produce para los bahienses es indiscutible”, proclamó el
abogado.

Punto a punto
Dejando de lado el powerpoint preparado para la ocasión a pedido de los
periodistas, cansados por una espera digna de las mejores épocas
lopesistas, el secretario de Economía entró en tema con el objetivo central
de “ponerle un punto final a esta cuestión polémica, por lo menos, desde el
punto de vista técnico”.
Así, aclaró que el expediente que se encuentra en el Concejo es solamente
la ordenanza preparatoria que no fija “las condiciones finales” para el
fideicomiso, sino que antecede a una serie de autorizaciones técnicas del
Tribunal de Cuentas, del Ministerio de Economía provincial y otros
organismos financieros.
Por ende, sostuvo que la discusión es “prematura” si se la plantea en el
contexto de “turbulencia internacional” mundial.
Ante la afirmación de las alternativas de la oposición en cuanto a que
sería lo mismo que el municipio se endeude en forma directa y administre
desde su presupuesto las obras anuales, Borelli respondió que “no es una
alternativa, eso es lo que se ha hecho siempre, manejarse con lo que se
puede”.
“Esta herramienta lo que tiene es esa garantía de transparencia e
independencia en el manejo; pase lo que pase, el fideicomiso actúa en forma
independiente y financia las obras que fueron aprobadas porque las
administra una persona jurídica independiente que capta los fondos y los
utiliza exclusivamente para pagar los certificados de obras”, detalló el
contador.
Reflotando la emisión de bonos del intendente radical Jaime Linares en 1998
-conocida como la “deuda externa bahiense”-, dijo que “no hay
endeudamientos malos y buenos”. Reconoció el marco de incertidumbre
internacional con claras repercusiones en el país y que “cualquiera que
quiera decir lo que va a pasar en el futuro debe ser adivino. Pero el mundo
vive en incertidumbre desde hace muchísimo tiempo y va a seguir viviendo de
esa manera”.
Para no caer en sorpresas comentó que el fideicomiso contempla una cláusula
de reaseguro que es “la tasa de interés tope que se fija”. Mediante la
misma no sería posible que la comuna -o los vecinos al pagar el recupero de
la obra- pague un interés superior a la máxima establecida en el contrato.

Obras rápidas
“Se pretende decir que con una supuesta alternativa se van a ahorrar nueve
millones de pesos de interés. No es verdad. Es cierto que el fideicomiso a
lo largo de tres años va a pagar unos nueve millones de pesos de interés,
es el precio de usar el capital por anticipado”, advirtió el secretario.
A esto opuso dos contrapartidas, una tangible, al decir que haciendo toda
la obra inmediatamente se congelan costos, y otra intangible que es “la
disponibilidad rápida (de la obra) para el vecino”.

“Lógica de la incertidumbre paralizante”
Borelli aseguró que hay que hacer una lectura política de lo sucedido en
Mar del Plata. La Feliz comenzó los trámites de su fideicomiso después que
la comuna bahiense y aunque el intendente marplantense “tiene un Concejo
Deliberante no adicto”, con mayoría opositora, ese cuerpo “debe haber
entendido que esta era una herramienta muy importante para los vecinos y el
fideicomiso fue aprobado antes”.
El funcionario diagnosticó que el padecimiento sufrido por la ciudad en los
últimos años proviene de “lo que se nos ha ocurrido bautizar como la lógica
de la incertidumbre paralizante”.
“Siempre los proyectos generan dudas (…) entonces siempre es más fácil
tratar de no meterse en problemas haciendo poco, porque seguro que si uno
no hace no se equivoca. Esta es la lógica que se intenta cambiar” para que
no nos sigan “pasando el trapo” otras ciudades.
“Desde el punto de vista político, permítanme que les diga, que si este
gobierno ha venido desarrollando desde hace algunos años, merced también a
los aportes de la Provincia, 40 millones de pesos en agua y cloacas, si
lleva este año 28 millones de pesos de obra ejecutada y ahora quiere poner
en marcha un fideicomiso de 30 millones para paliar el déficit de pavimento
en la ciudad: esto -quieran llamarlo como quieran- es un shock de obra
pública. Y si políticamente un shock de obra pública molesta, lo único que
pretendemos es que se lo diga con claridad”.