esto va armado con fotos de el y con imagenes de felkar. las de las sombras
en forma de muro

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ENTREVISTA A ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL.
Resistir en la Esperanza

El premio Novel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel vino a Bahía Blanca
invitado por el Municipio en el marco del mes del estudiante. La poca
difusión que se le dio a su visita hizo que muchos se perdieran la
oportunidad de escucharlo. Ecodias pudo entrevistarlo y comparte con
ustedes algunas de sus reflexiones.

Olvidos intencionados
Nadie habla de África, Ruanda, el Congo: son 7 millones de muertos. Yo
creo que es un continente silenciado. Yo muchas veces hablo de los olvidos
intencionados, los olvidos intencionados que se hacen sobre determinados
pueblos.
El caso de Medio Oriente lo quieren presentar como una guerra religiosa
del Islam contra el cristianismo, como si fueran las cruzadas de la Edad
Media. Y esto es falso. Ante todo porque en la política hegemónica de los
EE.UU. lo primero es apropiarse de los recursos de los hidrocarburos en la
región.
Llegue 20 días después del bombardeo de EE.UU. y Gran Bretaña a Bagdad
y bombardearon el hospital pediátrico. A esto que le llaman daños
colaterales.
Nos estaba esperando una mujer musulmana, Ayamira, que nos llevó al
lugar donde ella vivía en un carromato, frente a un lugar que en la guerra
del golfo la CNN decía que dos bombas “inteligentes” habían entrado por un
tubo de ventilación de un bunker militar y habían matado a todos en el
bunker. Yo estuve ahí y ahí mataron 600 niños con sus madres.
Me impresionó muchísimo ver en la pared en el refugio dos figuras de
mujer de pie y a una de ellas se le ve la cabeza del bebé, están de perfil
y se ve perfectamente el dibujo de esos rostros tan fuertes y tan hermosos
de los iraquíes. La misma impresión que en Hiroshima, cuando cae la bomba
atómica la gente se desintegra, y en el impacto de la bomba quedó grabada
en la piedra como un negativo fotográfico una persona sentada.
Otro recuadro
Líbano
El ataque al Líbano tomando el pretexto del Hezbolla, es la dominación
regional, porque Israel no hace esto sino con el consentimiento de EE.UU.
Israel desconoce más de 56 resoluciones de las Naciones Unidas,
desconoce los pactos y protocolos internacionales. Las Naciones Unidas
tienen un Consejo de Seguridad con cinco naciones con derecho al veto:
cuando pasa algo con Israel, EE.UU. ejerce el veto. Entones, a pesar de las
56 recomendaciones de las Naciones Unidas a Israel, nunca recibió una
condena de las Naciones Unidas por el veto en contra de los EE.UU.
A Irán lo quieren condicionar por la energía nuclear pero Israel tiene
energía nuclear. Otro tema: Israel tiene arsenal nuclear, Pakistán tiene
arsenal nuclear, la India tiene arsenal nuclear, China, Corea del Norte
también, y no pasa nada, pero Irán es clave en el control de los
hidrocarburos y en el conflicto de Medio Oriente, y EE.UU. tiene que
apropiarse para controlar eso.
EE.UU. sigue avanzado en estas políticas hegemónicas. Para EE.UU. la
guerra es negocio. Primero por la crisis económica de los EE.UU., una
guerra le permite poner en funcionamiento el complejo industrial militar.
Además, las exportaciones de armamentos y el complejo industria militar
necesitan crear conflictos para ubicar la mercadería.

ENTREVISTA A ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL.
“Nunca hay que perder el sentido de la esperanza”

Conversar con Adolfo Pérez Esquivel es un ejercicio. Un ejercicio de
indagación en situaciones que nos competen como humanidad. Cada relato se
entrecruza con nombres de lugares, de hechos y de personajes de nuestro
mundo y, aun en los relatos más crudos, se puede leer entre líneas la
esperanza.

Es su segunda visita a Bahía Blanca este 2006, ¿qué impresiones se
lleva?
Veo diferentes aspectos en Bahía Blanca, por un lado, veo sectores que
siguen como comprimidos, metidos en sí mismos, con falta de participación
social, y todavía con la psicosis del miedo.
Y por el otro lado, veo algunos emergentes interesante de los jóvenes
que comienzan a participar, a abrir otros espacios, y gente que viene
reclamando los derechos como ciudadanos y ciudadanas. Veo una universidad
que está como poniéndose más a tono de una dinámica con la comunidad, con
un acercamiento a la comunidad, creo que estos son pasos positivos porque
la Universidad debe estar abierta a la comunidad, pues es parte de la
comunidad.
Veo una cosa así bastante fragmentada, en distintos grupos de cómo
pueden llegar a socializar y trabajar en redes para apoyarse unos a otros.
Es la única forma de ir superando los conflictos pero también construyendo
en política de derechos humanos, en políticas sociales.
Lógicamente, Bahía Blanca tiene una historia bastante compleja, más
teniendo las bases militares aquí, con mucha fuerza y todavía con mucha
vigencia.

Cuando usted dice que ve sectores todavía replegados en sí mismos, ¿a
cuáles se refiere?
Pienso que el repliegue está dentro de las Fuerzas Armadas, en gran
parte, de las fuerzas de seguridad… No comparten como ciudadanos y
ciudadanas proyectos comunes con la sociedad.
Otros sectores bastantes afines, que son como compartimentos estancos
que no se comunican con el resto, pueden ser los empresarios, sectores
sociales que están encerrados en sí mismos.

Y en sus posibilidades de seguir beneficiándose…
¡Claro! La concentración de los recursos, la falta de redistribución de
las riquezas. Esto tiene que ver con la visión que se tiene del país. Este
es un país fragmentado, es un país que en esta fragmentación va creando
esos guetos y es necesario derribar los muros de las intolerancias que
separan, que dividen.
Creo que los argentinos se olvidaron de dos operaciones matemáticas.
Dividir y restar son las únicas operaciones que saben, pero se olvidaron de
sumar y multiplicar. Y si no aprenden bien esas dos relaciones matemáticas,
es muy difícil construir.
De todos modos, no hay sociedades estáticas, las sociedades son
dinámicas, llevan cambios a veces para el bien, y otras veces para el otro
lado, pero siempre hay cambios y uno ve que la necesidad que tiene el país,
no sólo Bahía Blanca, es abrir los espacios de participación, de diálogo
aunque no estemos de acuerdo, porque no tenemos que buscar la uniformidad
sino la pluralidad.

¿Qué tipo de pluralidad?
La pluralidad de pensamiento, la pluralidad de los distintos grupos y
sectores sociales, para ver aquellos que nos une, que nos identifica y que
nos permite avanzar en la construcción de un país, no solamente en lo
local, sino en una construcción más profunda de país, porque es la única
forma de salir de este pozo en el que nos encontramos.
Fundamentalmente, la única forma es aprender a sumar y multiplicar. Yo
creo que la diversidad es la gran riqueza de los pueblos: nos enriquecemos
en la diversidad, no en la uniformidad. Y cuidado, porque la uniformidad
nos lleva al totalitarismo. En esa riqueza de la diversidad intelectual, de
pensamiento, de religiones, incluso de capacidades, es la riqueza de los
pueblos. Es mucho más importante que la riqueza económica… La diversidad da
la posibilidad de poder respetarnos, yo creo que es otra forma de
construcción, es otra forma de aprendizaje que el pueblo argentino tiene
que tener.

Usted recién hablaba de guetos y de muros, estos muros que se están
levantando -Estados Unidos con Méjico, y el de Israel en Palestina- ¿en qué
le restan a la humanidad?
Después de la caída del muro de Berlín -este hecho histórico que fue el
fin de la guerra fría-, con la desintegración de la Unión Soviética,
después de la polarización este-oeste no pensábamos que el mundo iba a
entrar en otro proceso de desarrollo, y nos equivocamos los que tuvimos esa
ilusión.
En el escritorio de mi casa tengo un pedazo del muro de Berlín que me
regalaron en Berlín, pero yo estuve antes cuando había que pasar alambradas
y requisas tremendas para poder entrar al Berlín del Este donde me reunía
con los sectores cristianos clandestinamente. Y después, cuando la caída
del muro de Berlín, uno veía a la gente llorando, con cualquier cosa,
incluso con las uñas, con los puños, derribando el muro, ese muro que había
dividido un pueblo durante tantos años… y nos encontramos que el mundo se
puso peor porque la hegemonía norteamericana y los intereses económicos y
políticos empezaron a levantar otros muros. El caso de Méjico y Estados
Unidos, donde los muros tienen más de seis metros de altura y son de acero,
y donde Estados Unidos permite pasar la mercancía pero no al ser humano.
Esto es trágico.
Pero los muros más difíciles de derribar son los muros de la
intolerancia. Los muros que tenemos cada uno de nosotros, que es lo que
existe hoy en nuestras sociedades. Que son muros invisibles pero son muros
más duros que el muro de Berlín.
Y esto es trágico para la humanidad.

Ejércitos privados
Con la privatización de las guerras, hay ejércitos privados que se
alquilan. Por ejemplo, en países africanos, donde grandes empresas
multinacionales tienen que proteger la explotación de oro o diamantes,
entonces contratan estos ejércitos para preservar sus empresas. Pero
también en la guerra de Irak hay contratados muchos ejércitos privados y
EE.UU. se lava las manos. Toda la resaca que es echada de otros ejércitos
es reclutada por esos ejércitos.
Los dos grandes centros de reclutamiento son Gran Bretaña y EE.UU.,
donde centralizan el reclutamiento y entrenamiento. Y esto es una amenaza
mundial porque la bandera de estos ejércitos es el Euro, y están al margen
de cualquier derecho internacional. Son inasibles.
Son gran transnacionales a los que yo llamo los Señores de la Guerra. Y
de esto prácticamente no se habla, pero existe. Creo que hay que estar muy
atentos porque la privatización de las guerras es una amenaza a escala
mundial y se puede producir en cualquier país.
Es muy difícil poder determinar el rol de las transnacionales, que no
tienen bandera, no tienen rostro, pero sí controlan la economía mundial. La
economía mundial no está en manos de los gobiernos, está en manos de las
multinacionales. Los roles se han tergiversado, se han alterado a escala
mundial.

final
¿Cómo se logra seguir a pesar de las imágenes de la guerra y
destrucción?
Vos podés tener un coche 0km, pero si no le ponés gasolina no funciona:
La esperanza es eso, es ponerle el combustible necesario para comenzar a
caminar. Nunca hay que perder el sentido de la esperanza
Dentro de todo esto terrible, tenés que ir descubriendo los signos de
esperanza en el mundo, sino llegas a la angustia existencial donde no ves
salida, y sí hay salidas. Hay muchos signos, muchos ríos subterráneos, que
son emergentes que cambian la realidad que cambian la geografía espiritual,
mental y emocional. Esos emergentes históricos que nos dan la esperanza,
que nos dicen que vale la pena resistir en la esperanza.