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DEMORA EN AMPLIACIÓN DEL CTE
Empresas descontroladas

El 19 de febrero, la asociación ambientalista “Unión 20 de Agosto” denunció
en la comuna la falta de controles en la ría por parte del Comité Técnico
Ejecutivo (CTE), debido a la interrupción de la obra de ampliación de la
sede whitense del organismo que sufrió incluso el derrumbe de parte del
techo.
La obra “está proyectada desde mediados de 2005 y comenzó a principios de
2006. En realidad se tendría que haber terminado a fin de año, hubo
diferentes problemas, se retardó la licitación, luego hubo que hacer un
cambio de partida y ahora parece que se clausuró porque había gente
trabajando en negro”, dijo a EcoDias Hernán Zerneri, presidente de la
asociación.
Asimismo, aseguró que se trata de “una obra importante. Se está levantando
una torre y refaccionando la parte trasera del edificio. Esto va a traer
mejores condiciones laborales y comodidades para la gente del CTE. Lo que
estamos pidiendo es que se continúe con esta obra porque la demora ha
traído como consecuencia una merma en los controles ya que hace pocos días
se derrumbó el techo en el laboratorio”. De esta manera, “no se puede
cumplir adecuadamente con el Plan Integral de Monitoreo”.

A la espera de respuestas
En la nota presentada en Mesa de Entradas del municipio, los ambientalistas
solicitan información, entre otras cosas, acerca de “las empresas que han
intervenido hasta el momento en las dos etapas de ampliación del edificio
del CTE; si accedieron por licitación o contratación directa; y con qué
monto lo hicieron”.
Además, indagan “si existe autorización alguna por parte del municipio para
abandonar la obra y comprar otro inmueble sobre calle San Martín por un
valor similar al presupuestado para la obra de ampliación” ($ 200.000); y
de ser así “qué autoridad la efectuó y cuál fue la tasación del inmueble a
comprar”.
Finalmente, cierran la nota recordando que “cuando nuestra asociación votó
favorablemente en el seno del CCyM la ampliación del edificio del CTE
teníamos la esperanza de que la misma sirviera para incrementar los
controles ambientales y la capacidad técnica del cuerpo. Sin embargo, hasta
la fecha solamente se han visto retrocesos en los controles,
específicamente la actual merma de los monitoreos fisicoquímicos del
laboratorio del CTE, lo que implica que no podamos conocer la calidad de
los efluentes líquidos que son arrojados por las empresas del Polo
Petroquímico al estuario”.