Luego de la aceptación del Banco Nación de la propuesta de pago de la Dirección General de Escuelas, la Escuela de Educación Especial Nº 514 «Madre Teresa de Calcuta», ubicada en Roca 336, contará con su sede sin deuda.

“El Banco Nación y la Dirección General de Cultura y Educación firmaron un acuerdo para hacer el pago que falta de la cuota que con la quita que realizó el banco -una bonificación del 70%-, quedó en un monto de alrededor $ 260.000, para hacer el pago en 12 cuotas”, planteó Amanda Heguilén Román, directora de la institución. Ya solucionada la deuda, el próximo paso será concretar la escrituración del inmueble.
La escuela funciona en la mencionada sede desde el año 1997. En 2000 el escribano Carlos Scoccia -ya fallecido- se acercó a la sede para regularizar la situación y se encontró con la existencia de una institución educativa pública, cuando esperaba hacerlo con una casa o edificio del orden privado.
“El doctor Scoccia llegó a la escuela y se quedó helado porque encontró una escuela. Cuando vio las aulas, los chicos, quedó consternado y pensó que podría existir un error en el número de manzana o algo similar”, agregó Amanda.
Pero no había errores catastrales, porque a partir del año 2000 comienzan las acciones del Banco Nación contra la Dirección General de Cultura y Educación. El año pasado el conflicto llegó a su punto máximo porque “el Banco Nación es del Estado pero tiene un directorio al que tiene que responder y rendirle cuentas”.
Así llegó la propuesta de la DGCyE frente a la deuda que ascendía a $ 700.000, la quita del banco del 70 %, y con esto el descarte de remate o desalojo, para cerrar el acuerdo en $ 260.000 dividido en doce cuotas.
Durante las negociaciones las autoridades de la escuela se reunieron con el Consejo Escolar, con el Concejo Deliberante, y en esta última, con todas las bancadas presentes, se decidió “que una vez que se termine todo se investigue esta situación porque aquí hubo funcionarios que no cumplieron su función, malversación de fondos, y hubo intereses privados por encima de los intereses sociales”, detalló Heguilén.
“No podemos olvidarnos que estamos pagando dos veces, con dinero que es del Estado, y el Estado somos todos. Uno de los errores más graves es que la primera cuota, la original que está dentro de los archivos, tenía que ser pagada al banco y era de 80.000 dólares, y la primera cuota que se le paga a los dueños de la casa fue de 80.000 dólares, o sea que tranquilamente podrían haber pagado con la primera cuota, la cuota hipotecaria. Se hicieron las tres cuotas de 87.000 dólares en esa época que no se pagaron”. El grupo propietario o locador original estaba compuesto por Isabel Oms, Marisa Izco, Silvana Storti y Hugo Solier. En la denuncia hecha pública por Suteba y la dirección de la Escuela 514 meses atrás, se denuncia como beneficiarios a los hoy propietarios del Colegio del Solar, el jardín La Abuela Aurea y Colegio Oral del Sur.
Pero no todo se resume a una cuestión económica, sino que existen fundamentos por los cuales la escuela necesita mantener esa sede y no mudarse de edificio.
“Los chicos tienen una particularidad frente a los cambios y más que nada de los cambios de ambiente. Esta escuela ya está estructurada y organizada para que los niños no tengan crisis, está adecuada a los intereses pedagógicos de los chicos, a sus intereses de inclusión de la sociedad. Acá no sólo funciona el proyecto pedagógico e institucional sino que tenemos natación, murga, teatro, hay muchas cosas que se hacen en esta escuela, desde la mañana hasta la tarde”, finalizó la directora.