El ex intendente de Bahía Blanca salió favorecido tras un fallo de Casación que confirmó la decisión de la Cámara de Apelación y Garantías de la ciudad de sobreseerlo debido a que la investigación habría sido ilícita.
Lopes estaba acusado de peculado y estafa durante su mandato lo que le valió su destitución como intendente.
En conferencia de prensa, Lopes apuntó y disparó contra casi todos. Aunque nada asombra de sus “revelaciones” sobre políticos, poder, periodistas, medios de comunicación, agencias de publicidad y negociados.

El nombre de Rodolfo Lopes vuelve a aparecer y a tener espacio en los medios de comunicación.
Para ubicar a quienes poco se acuerdan del caso Lopes, debemos remontarnos a la época en que Rodolfo Lopes era intendente de Bahía Blanca. Con eso como marco se sucedieron una serie de eventos que incluyeron escuchas telefónicas que se hicieron públicas. Se armó un gran revuelo, que terminó en su destitución como intendente y una causa por peculado y estafa.
Sin embargo, las últimas noticias fueron positivas para el ex jefe comunal que, sujeto a eso, comenzó a tomarse revancha mediante declaraciones en una conferencia de prensa.

No es que no existió…
La Sala III del Tribunal de Casación Penal, de manera unánime, confirmó el sobreseimiento de Lopes dictado de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de nuestra ciudad. A entender de Casación, el ex intendente fue víctima de una investigación ilícita ya que las pruebas presentadas no acreditan la existencia de los hechos investigados.
Estas pruebas -las escuchas telefónicas- habrían sido obtenidas de manera ilegítima debido a que estaban siendo utilizadas en una investigación por amenazas telefónicas que recibió la ex funcionaria de aquel gobierno, Nora Martínez. De esta manera se argumentó que se quiso obtener prueba ilegítima con el fin de utilizarla para otra investigación.
Además, Casación entiende que se intervinieron las líneas telefónicas de varias personas que hasta ese momento no estaban imputadas de ningún delito, lo cual significa una indebida restricción de las garantías constitucionales. Por esa razón, las escuchas quedan invalidadas.
La resolución, que puede ser apelada ante la Suprema Corte, favoreció también a colaboradores de Lopes en su gobierno y empresarios involucrados en el conflicto. Por ejemplo, la cuestionada ex secretaria de gobierno, Mónica Grimberg, el ex contador de la Municipalidad, Domingo Culotta y los empresarios Fernando Balajovsky, Edgar Bosso, Jorge Bornemann y Néstor Ricciotti.

Ahora tiro yo
Con el fallo en la mano, Lopes vio su oportunidad para salir a hablar en público.
Mediante conferencia de prensa, el ex intendente habló y apuntó contra los “culpables” de su destitución.
A través de la lectura de un texto, el cual interrumpía para seguir emitiendo opiniones, Lopes disparó contra el actual jefe comunal Cristian Breitenstein, Dámaso Larraburu, el ahora diputado provincial Iván Budassi, el diputado nacional Juan Pedro Tunessi (en aquel momento presidente del Concejo Deliberante), el jefe de la Policía Departamental Héctor Maggi, el periodista Héctor Gay y otros del diario La Nueva Provincia, la agencia de publicidad REX y funcionarios judiciales.
Lopes señaló que con todo lo ocurrido se engañó y estafó a la ciudad “al hacerle creer cosas que no eran ciertas y se la estafó en forma material cuando a partir de aquellas mentiras se encontró el terreno libre para cerrar negocios de todo tipo que, como suele pasar, terminaron beneficiando a unos pocos”.
Lopes los fue enumerando uno por uno realizando fuertes declaraciones sobre cada uno de ellos. Además, el ex intendente sentenció: “He visto muchos turros en mi vida, pero tantos turros puestos de acuerdo, nunca”.
A Larrabaruru lo consignó como el jefe político de todo lo sucedido respecto a su destitución mientras que a Breitenstein lo calificó de gerente del poder de turno “tremendamente funcional, no a los intereses de la ciudad sino a la conveniencia de unos pocos”.
Acerca de Budassi, Lopes consignó: “Lograron instalar la presunción de que se habían cometido fraudes gigantescos, montados en la cual avanzaron en un vergonzoso proceso de destitución en el Concejo Deliberante, para el cual se requirieron los “servicios” (por los cuales me consta que se intentó cobrar suculentos honorarios), a otro de los beneficiados por esta maniobra, el abogado Iván Budassi”. Además, dijo que a Budassi se lo premió con una diputación provincial “que hoy ocupa como parte del mismo movimiento nacional y popular al que durante tantos años denostó y vilipendió desde su rancia estirpe gorila”.

Gay y las galletitas
En otro tramo, Lopes dirigió criticas hacia el periodista Hechor Gay y “la empresa con nombre de galletita”, en alusión a la agencia Rex: “Casualmente la misma empresa publicitaria que no sólo maneja la millonaria pauta publicitaria municipal sino que, a partir de la influencia sobre el intendente de uno de esos señores, que tienen que ver con todo, pero nunca se nombran, el señor Marbella, quien enhebra a partir de mi salida de la Municipalidad varios negocios con la actual intendencia. Es decir, allí tienen a otro actor, gran beneficiado con la maniobra ilegal urdida, de la cual fui víctima”.
Sobre Gay también pidió que aclare sobre la difusión que hizo de las escuchas telefónicas, “que violaron garantías personales fundamentales de gente inocente, material por completo mal habido que no sólo difundió si no también comentó, puntualizó e interpretó en forma maliciosa, como si fuese el más amarillo de los programas de chismes de la farándula”.
Siguiendo con los medios periodísticos, Lopes se despachó contra el diario local: “Hay personas de mi mayor confianza que me han contado cómo desde la redacción del diario se invitaba a algunos ‘amigos de la casa’ para que pasaran a escuchar ‘la cumbia’ (ese era el nombre clave que eligieron para denominar las grabaciones ilegales) en procura de contribuir a generar el clima crítico de convulsión que se gestó en aquellos días en la ciudad”.
Además de los otros blancos elegidos, uno de los más golpeados por Lopes fue Juan Pedro Tunessi a quien responsabilizó de contribuir desde el Concejo Deliberante a propagar el contenido de las escuchas: “Tal vez lo hizo en la creencia que así generaría las condiciones para llegar a la intendencia de la ciudad, pero le fallaron los cálculos o los que lo usaron de cadete para que hiciera algunos mandados, como por ejemplo, votar mi destitución en forma ilegal, fueron más astutos que él y se terminaron quedando con lo que él suponía que podía conseguir”.